En la consulta Mariano tenía sus ojitos apagados. Le pedí que me contara un cuento con los títeres y comenzó: "Había una vez una niño triste porque su mamá le gritó inútil". Con el juego noté que se sentía insuficiente y juntos descubrimos su terrible miedo a equivocarse, si lo hacía, sentía que mami y papi ya no lo iban a querer. Checa estas 10 frases que son veneno para la autoestima de tus hijos.
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No digas tonterías y cállate
Atiende a lo que te dice por muy absurdas que te parezcan sus opiniones. Toma en cuenta que su experiencia de vida es escasa por su corta edad, así que no pidas que opine con la madurez que a ti te tomó años adquirir. Respira hondo y dile: “Lo tomaré en cuenta”. Inmediatamente notarás su sonrisa al sentirse escuchado.
Mejor yo lo hago, a ti no te sale bien
Cuando haces las cosas por él, practicamente le dices que no tiene la capacidad y se sentirá inseguro cuando no estés presente para rescatarlo. Es importante que le muestres cómo hacerlo y que el lo haga contigo al mismo tiempo. Dale un apoyo que le de alas, no que se las corte.
Que ridículo te ves con esa ropa
No descalifiques su capacidad de elección ante el criterio que aún está formando. Puedes dar sugerencias pero son eso, sugerencias. Hay una enorme diferencia entre decirle: ¡que ridículo!, a decirle: "me parece que hay otras opciones que podrías considerar, si tu quieres”.
No exageres, no es para tanto
Las emociones son parte de la naturaleza humana. Dale valor e importancia a sus sentimientos con frases como: "Siento que estás enojado, me parece que duele, creo que estas muy triste". Así aprendera a expresar lo que siente sin temor al rechazo.
Creo que no eres muy bueno en esto que estás haciendo
Deja de observarlo porque puede sentirse presionado ante tu mirada vigilante. Retírate y dale la oportunidad de que se relaje para que lo pueda intentar una y otra vez sin presión. Es válido invitarlo a que busque alternativas como: ¿Qué otra solución se te ocurre que puedes intentar?
Si te sigues portando mal, te va a llevar el Coco
Hablarle del Coco, del señor del costal o hasta del policía de la esquina, solo lo aterrorizan y dañan su sentido de seguridad. Mejor pregúntale: "Si brincas el en el sillón, dime tres cosas que crees que te pueden ocurrir". Invítalo a medir las consecuencias.
No hagas ese tipo de preguntas
Cuando le prohíbes preguntar estas anteponiendo tu miedo a no saber la respuesta sobre sus inquietudes y dudas. El tiene necesidad de explorar el mundo, es mejor que te pregunte a ti que le puedes dar la orientación adecuada. Si no sabes que responder, busca ayuda a través de un libro o un consejero experto.
Haz lo que quieras, tu no entiendes razones
Educarlo sin ninguna norma o estructura puede llevarlo a perder los límites y fronteras necesarios para las normas de convivencia. Ten paciencia, no te des por vencida y pon límites a través de instrucciones claras y precisas, eso será de gran ayuda.
Te voy a internar en un colegio lejos de casa
Si te sientes desesperada, querrás desaparecerlo de la faz de la tierra. Él no sabe que tu sensacion es transitoria y como niño, puede interpretarlo como un te quiero lejos de mi vida. Eso puede resultar muy doloroso y crear sensación de rechazo, ¡ten cuidado!
Cuando tengas tu propia casa harás lo que tú quieras
La casa no solo son paredes, es el hogar y el refugio donde está protegido y a salvo. Si le dices que esa no es su casa, es tanto como decirle que ese no es su refugio. Dale alternativas como: "La casa es de todos y necesitamos respetarnos cumpliendo las normas, todos tenemos derecho de poner una norma y todos la seguiremos".