12 Razones por las cuales las dietas te están engordando

A todas nos pasa. Nos sometemos a una dieta súper estricta para caminar inmaculadas el día de nuestra boda. O para asistir al acto de graduación de una sobrina. O para que el verano no nos agarre tan panzonas. O después que damos a luz para perder las libras del embarazo y volver a tener el vientre plano. Y resulta que después del "rigor" inicial, o después de unas semanas de grandes sacrificios y privaciones, empezamos a ganar peso nuevamente. ¿Te resulta familiar? Pues sigue leyendo porque lo que sigue son las razones por las cuales no te funcionan las dietas y terminas aumentado esas odiosas libras.

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1. Tu imagen de ti misma no es realista

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Haces dieta para parecerte a quien no eres. La publicidad, el mercadeo, te venden una imagen que en la mayoría de los casos es imposible de lograr, entre otras cosas porque no es real. Tus expectativas no son realistas.

2. Buen comportamiento

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Cuando haces dieta se supone que "te portas bien", si la sigues al pie de la letra, sin salirte ni hacer trampa, cuando en realidad estás sometiendo a tu cuerpo a un fuerte estrés. Al primer pastelito, engordas.

3. Mal comportamiento

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Si haces dieta y te sales, entonces te "portaste mal": te culpabilizas, te sientes horrible y comienzas un ciclo de "auto destrucción".

4. Ciclo perverso

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Cuando haces una dieta muy estricta es muy fácil dejarte tentar por la comida de la que te estás privando.  Entonces comes más y allí es cuando ganas peso de nuevo.

5. Pasas hambre

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La mayoría de las dietas te obligan a reducir sustancialmente el consumo calórico de manera que den resultados rápidos. Cuando el cuerpo siente que lo estás matando de hambre, algo te empuja a comer grandes cantidades (un día que haces trampa, cuando terminas la dieta, en un receso, etc.)

6. Comes grandes cantidades

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Cuando comes grandes cantidades y tu cuerpo está estresado porque has estado matándote de hambre, acumulas más grasa que si estuvieras comiendo normalmente.

7. Tiras la toalla

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Cuando te sales de la dieta, te sientes horrible y tiras la toalla.

8. Comes más por si acaso

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Como una vez que tiras la toalla sabes que tarde o temprano volverás a ponerte a dieta estricta, entonces aprovechas para hacer desastres y te comes todo lo que te pasa por delante.

9. Nunca estás satisfecha

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Cuando haces una dieta estricta no tienes noción de cuando estás satisfecha o no. Siempre tienes ansiedad por comer.

10. Efectos secundarios

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Cuando haces una dieta estricta te pones irritable, te sientes aburrida, ansiosa y hasta deprimida.

11. Sufre la autoestima

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Cuando haces dieta y te sales, sientes que fallas, que no puedes, te vuelves insegura y comienzas a tener problemas de autoestima.

12. Problema de interpelaciones personales

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Cuando haces dieta, salir a comer con tu pareja o tus amigos te genera ansiedad. Te preocupa la comida y ejercitarte. Terminas aburriéndote y desconectada de tu familia y amigos.