Aunque los meros mortales apenas caímos en sus encantos, los primers no son nada nuevo. Pero, ¿de qué se tratan exactamente? Descubre cómo escoger el prebase correcto y cómo usarlo para que tu maquillaje se vea de diez. ¡Verás que ese paso extra te cambia la vida!
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Los prebases de maquillaje son necesarios para lograr un acabado perfecto. ¡Que no te quede la menor duda! Sin embargo, muchas mujeres lo omiten por no tener tiempo o porque, simplemente, encontrar uno que se adapte a ellas resulta complicado. Lo cierto es que no es difícil: los prebases preparan, suavizan y corrigen tu piel para hacerla lucir hermosa bajo el maquillaje. Desde que la probé por primera vez, ¡no he dejado de utilizarla! Acá te enseñó lo que he aprendido de ellas a lo largo de los últimos años.
Sirve como barrera protectora: los primers funcionan como una "capa" que protege tu cutis de los químicos del maquillaje. Por más natural que un producto sea, siempre termina absorbiéndose por la piel acumulando bacterias y sucio. ¡Uy!
Hace que tu maquillaje dure por horas: los prebases permiten que el color se adhiera a tu rostro y se mantenga intacto por horas. De ahí viene la importancia de utilizarlo en fiestas y eventos importantes… ¡o en los calurosos días de verano!
Tienen beneficios extras: la gran mayoría contienen antioxidantes, iluminadores y filtros solares que, a final de cuentas, te ahorra preciados minutos cuando estás apurada.
Corrige los tonos de tu rostro: dependiendo del color que compres, los primers realzan y esconden imperfecciones como cualquier corrector o base. De hecho, me atrevo a decir que si quieres que tu corrector funcione, aplica un prebase primero.
¡No es sólo para la cara!: hoy en día encuentras prebases para los ojos (evitando que la sombra o los delineadores desaparezcan en minutos), labios (para hacer más duradero los labiales) y el cuerpo (por si quieres darle colorcito extra a tus piernas o escote). Y claro, vienen en diferentes precios y texturas. Sea cual sea tu elección, te recomiendo usarlo todos los días. ¡Morirás de alegría con el acabado tan prolijo que te da!
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