Siempre digo que no hay nada en cuanto a la limpieza de la casa que no pueda resolverse con bicarbonato de soda, vinagre, cloro y limón. Claro que adoro los productos y esponjas para limpiar que requieren el mínimo esfuerzo y dejan todo radiante, desinfectado y perfumado.
Pero también me da gusto saber que puedo tener mi casa impecable como lo hubiera hecho mi abuelita en una época donde no había un químico para limpiar la cerámica del baño y otro para limpiar el mesón de la cocina. No sólo es más económico, sino que además el uso de productos naturales es más amigable con el medio ambiente. Sigue leyendo para que veas a lo que me refiero.
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Así será, que yo el cloro, el bicarbonato y el vinagre blanco los compro en Costco y me atrevo a decir con 10-12 dólares compro suficiente para 6 meses de uso, salvo por el bicarbonato que lo compro en un empaque que me dura de dos a tres años y mira que soy generosa usándolo.
1. Ya aquí escribí sobre las magníficas propiedades del bicarbonato, pero por si acaso te recuerdo que no hay como este producto para que tu ropa blanca quede como nueva, no tienes sino que poner ¼ de taza de bicarbonato junto con el jabón en la lavadora y santo remedio.
2. También si quieres sacar esa capa que se pega a las paredes y puertas de la ducha, no tienes sino que humedecer una esponja con abundante bicarbonato y frotar las paredes y puertas. Aplicado de esta forma, el bicarbonato también es buenísimo para dejar la tina o bañera reluciente.
3. Para el caso de que tengas moho en las juntas de la cerámica y la bañera, no desesperes. Yo compro un producto de Clorox que rocío sobre el área afectadas y menos de tres minutos el asunto está resuelto. El producto al que me refiero viene con su dispensador para rociar y en realidad de lo se trata es de una solución que contiene cloro pero no al 100%. Si lo quieres preparar tu misma, prueba a mezclar 3 tazas de agua con media taza de cloro y aplícalo con un rociador. Para evitar que el moho regrese, aplica el cloro una vez a la semana.
4. Y aquí encontré este truco que comparto contigo: limpia las baldosas del baño con espuma de afeitar: sí de la que usa tu marido. Parece que es buenísimo. Lo que no se es qué tan eficiente sea desde el punto de vista del costo de cada latita de espuma de afeitar. Sin embargo, está bueno para casos de emergencia.
5. Si quieres vidrios y espejos relucientes, no tienes más que agregar una cucharadita de vinagre blanco en tres tazas de agua y lo pones en una botella con rociador.
6. Otro truco para los vidrios y espejos que recuerdo usaba mi abuelita paterna quien era una obsesionada de la limpieza, consistía en agregar una cucharadita de amoníaco a un litro de agua.
7. El vinagre también es lo máximo para quitar esos odiosos residuos de calcio que se forman en grifos, duchas y hasta en las planchas a vapor. Si lo usas regularmente no se formarán esas calcificaciones tan difíciles de quitar y que obstruyen los huequitos de duchas y planchas. Para los grifos, con que le pases una toalla húmeda con vinagre después de limpiar, tienes. Si ya tienen las calcificaciones formadas, entonces rocía con vinagre y deja actuar y luego cepilla usando un cepillo de dientes viejo.
8. Si el chorro de tu ducha está calcificado, pon una taza vinagre puro en una bolsa plástica asegurándote de que no tenga huequitos, lleva la bolsa hasta la ducha y amárrala del tubo, verificando que la parte donde están los huequitos que dispensan el agua estén en contacto con el vinagre. Deja actuar por lo menos una hora. Cepilla con un cepillo de dientes viejo y enjuaga.
9. Para que los huequitos de tu plancha no se calcifiquen, una vez al mes llena el recipiente de agua de la plancha con una solución de agua con vinagre en partes iguales. Enciende la plancha en modo vapor y déjala encendida de pie, teniendo cuidado de que no haya niños alrededor.
10. Así mismo el vinagre es maravilloso para que tu lavaplatos eléctrico esté siempre reluciente y que ningún huequito de los que dispensan el agua se obstruya. Para ello, en cada lavada por un ¼ de taza de vinagre en un recipiente y lava tus platos normalmente.
11. Si ves que el destructor de alimentos en el fregadero de la cocina está drenando el agua lentamente, deja correr agua caliente, agrega una taza de vinagre y enciende. Si ves sientes que el destructor está haciendo mucho ruido, deja correr agua y agrega un chorrito de lavaplatos drene normalmente, mientras dejas correr agua.
12. Para que tu destructor de alimentos siempre huela bien, cada vez que uses limones y limas en la cocina, no botes las cáscaras: dispénsalas en el destructor, deja correr agua y enciende hasta que todo se muela y se vaya por el drenaje. El olor a frescura cítrica es incomparable. Después que lo hagas la primera vez, más nunca botarás las cáscaras de limas y limones.
13. Si sientes que la esponja del lavaplatos no huele bien y no tienes otra mano para reponerla, lávala con agua y jabón y métela en el microondas por 1-2 minutos. Deja enfriar para que no te quemes.
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