Los desastres naturales y los accidentes ocurren y, para proteger tu bienestar financiero, puede que sea necesario hacer un reclamo a tu compañía de seguros como propietario de vivienda. Aquí tienes varios consejos de cómo hacer un reclamo después de un incidente.
Por supuesto, en caso de robo, antes que nada lo más importante es llamar a la policía y reportar el mismo. Obtén el número del reporte y anota los nombres de los oficiales que te ayudaron con este asunto. Averigua también cómo puedes obtener una copia del reporte, ya que el mismo será parte de la documentación necesaria al hacer tu reclamo.
Añade el número de teléfono de tu agente de seguros a tu lista de contactos. Así tendrás acceso fácil en caso de tener que hacer la llamada para comenzar tu reclamo. Claro, algunas compañías, como State Farm, también ofrecen un servicio de reclamo en línea. Ahora que prácticamente todos los teléfonos celulares cuentan con buenas cámaras, toma fotografías de los daños causados tan pronto suceda el incidente o te des cuenta, para que tengas mejor documentación.
En el caso de un desastre natural, por ejemplo, es posible que la casa sufra muchos daños y quizá no te parezca seguro para ti y tu familia seguir viviendo bajo ese techo temporalmente. Tu mejor opción es la de encontrar otro alojamiento mientras las reparaciones se llevan a cabo. Lleva un registro detallado de todos los gastos adicionales incurridos. La mayoría de las pólizas de seguros de propietarios de vivienda proveen una cobertura por la "pérdida de uso" del hogar. Así mismo, guarda todos los recibos y detalles de los gastos de reparación.
Además de estos consejos, recuerda que una póliza de seguros de propietario de vivienda es un contrato individual entre tú y tu compañía de seguros. Asegúrate de leer todos los procedimientos y reglas que debes seguir y tener en cuenta las estipulaciones en tu contrato.
Yoly Mason, bloguera radicada en Orlando, FL, quiere vivir en un mundo donde las mujeres latinas puedan disfrutar de la vida a pleno con un presupuesto pequeño, ya que estar endeudado está tan de moda como el teléfono de disco.
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