En muchos hogares la granola es la reina del desayuno porque pensamos que es saludable. Pero ¿qué pasa si te digo que no es tan sana y natural como creías? Muchos expertos en nutrición la consideran un postre a base de granos o comida chatarra disfrazada. Aquí te cuento por qué y te dejo algunos consejos para preparar una opción verdaderamente saludable.
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Contiene gran cantidad de azúcar.
La granola que se comercializa como sana y natural contiene gran cantidad de azúcar, sirope y miel. Algunas marcas vienen tan endulzadas que un bowl de granola puede competir con una rebanada de pastel de chocolate.
Y muchas, muchas calorías.
La granola es rica en fibra, hierro, grasas saludables y proteínas pero también aporta muchísimas calorías.
Es uno de esos alimentos engañosos.
La granola se prepara mezclando varios tipos de cereales, que son carbohidratos, y añadiéndole gran cantidad de azúcar, miel y sirope. Luego se agregan los frutos secos que tienen muchas calorías. El problema está cuando piensas que es saludable y comes varias porciones pensando que estás consumiendo algo liviano. Muchas marcas comerciales contienen más azúcares que proteínas en su composición.
El público la considera saludable, los expertos no.
Una encuesta realizada por el New York Times reveló que mientras el 80% de los estadounidenses consideran la granola como un alimento saludable, solo el 47% de los expertos lo hace. Y la diferencia se hace más grande con las barras de cereal, el 71% del público las considera una opción sana mientras que solo el 28% de los especialistas en nutrición lo hace.
¿Debes dejar de consumir granola?
Algunos expertos afirman que sí, por lo menos evitar las barras de cereal. Pero otros más flexibles sugieren buscar marcas con menos cantidad de azúcar y consumir porciones medidas. Te dejo algunos consejos prácticos para consumirla pero con límites.
Lee las etiquetas de información nutricional.
Es el primer paso y el más importante. Revisa que la granola que vas a comprar tenga más fibra que azúcar. Y que no contenga aceites hidrogenados, que son grasas saturadas muy malas para el corazón. Busca las versiones que contengan aceite de coco u aceite de oliva.
Mientras menos grasa mejor.
Revisa que no contenga más de 2 o 3 gramos de grasa en una porción de ¼.
Controla las calorías.
¼ de taza de granola debería aportar como máximo 200 calorías. Revisa la etiqueta y busca otra marca si es necesario.
Consume la cantidad adecuada.
En la información nutricional encontrarás la cantidad diaria recomendada.
Prepárala en casa.
No le pongas azúcar, miel ni siropes. Para prepararla tuesta las hojuelas de avena en el horno, agrega almendras, nueces, manzanas y otras frutas deshidratadas que te gusten y ¡listo! Así obtendrás una granola de calidad que te aportará energía para comenzar el día.