El primer año del bebé puede ser agotador, no lo desconozco, pero al mismo tiempo está lleno de momentos inolvidables que nos colman de felicidad y nos hacen sentir que el cansancio y las noches en vela tienen una razón de ser. Cada una atesora sus propios instantes. Estos son los míos.
Su risa
Otro de los momentos que me deshicieron el corazón fue cuando me regalaron sus primeras carcajadas. Mirarlas a los ojos, hablarles y recibir a cambio una risa tan sonora como auténtica, me recordaba lo felices que ellas se sentían.
La alegría de gatear
Al verlas hacerlo sentí que se trataba de su primera muestra de independencia. Ya no me necesitaban para ir de un lado a otro porque podían hacerlo por cuenta propia. Me parecía hermoso ver el orgullo que se reflejaba en sus rostros cuando conseguían avanzar distancias significativas.
Los primeros pasos
Mis dos niñas caminaron antes del primer año y verlas dar sus primeros pasos fue sencillamente maravilloso. La mayor lo hizo con tal firmeza, que parecía que llevaba tiempo haciéndolo. Además, era tan rápido que daba risa verla. La menor empezó a caminar un par de días antes de un largo viaje en avión. Como imaginarán, pasó casi todo el vuelo recorriendo la aeronave de punta a punta.
Caminar juntas
Si verlas caminar por cuenta propia me parecia emocionante, el que lo hicieran tomando uno de mis dedos con sus pequeñas manos me parecía delirante. Para mí, sin lugar a dudas, uno de los momentos más enternecedeores de esa primera etapa de la maternidad.
Dientes a la vista
Mi pediatra decía que significaban el principio del fin de la lactacia; para mí eran sinónimo de que mis bebés estaban creciendo, aunque no tuvieran más de 7 meses en el caso de mi hija mayor y 5 en el caso de la menor.
Palabras de amor
Cuando mis niñas empezaron a pronunciar palabras como “papá” o “mamá”, yo las grababa y les pedía que las repitieran una y otra vez. No me cansaba de hacerlo y quería que todos en la familia también las escucharan. Oírlas llamarme “mamá” fue como ascender un peldaño en el escalafón de la maternidad.
La primera travesura
La historia es de mi hija mayor. Tendría no más de 9 meses y era una veloz gateadora. Recuerdo que olvidé cerrar la puerta del baño de mi habitación y ella, que recorría el departamento de punta a punta, lo descubrió y entró en busca del papel higiénico. Cuando la descubrí había papel tirado por todo el lugar.
Comiendo compota
Recuerdo, como si fuera ayer, el día que mis niñas probaron por primera vez un alimento diferente a la leche. Fue compota de banano y mientras a la mayor le encantó, la menor hizo unos gestos de desagrado tan graciosos, que no pude evitar la tentación de tomarle fotos y enviárselas a todos en la familia.
¡Al agua patos!
La primera vez en el agua, ya sea en una piscina o en el mar, es realmente inolvidable más que nada por la reacción. La mayoría de los niños aman el agua y se divierten de lo lindo cuando están en ella.
El cumpleaños
Un acontecimiento infaltable en el listado de los momentos más felices del primer año de mis hijas. Celebrarlo fue una ocasión especial que me ayudó a revivir las alegrías más grandes de esos 365 días que pasamos juntas, y que marcaron el inicio de mi vida como mamá.