No dejes que el dinero destruya tu matrimonio siguiendo estos pasos

Un 30 por ciento de las parejas que pelean por dinero al menos una vez por semana tienen más posibilidades de divorciarse que las que no, dicen los estudios. No me sorprende, el dinero provoca pasiones y no sólo cuando hay poco. La verdad es que el dinero significa cosas diferentes para cada persona. Sí, sirve para comprar, pero también puede ser usado como arma para sentirse poderoso, para controlar al otro, para vengarse, y hasta para castigar a la pareja. 

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Si ves que los pleitos por plata están afectando tu relación es importante que antes de tener una conversación seria con tu marido descubras qué significa el dinero para ti y cómo lo usas. ¿Vas de compras cuando te sientes mal o deprimida? ¿Te gusta presumir con tus amigas y familiares de las cosas, ropa, y accesorios que tienes por sentirte superior? ¿Te enojas con tu pareja cuando gasta porque de verdad es malo con el dinero o porque quieres controlarlo?

Una vez que te respondas a estas preguntas podrás determinar si el problema es realmente el dinero u otros problemas psicológicos asociados con él. Luego te recomiendo que pongas a tu compañero a hacer el mismo ejercicio.  

Ahora, si el asunto es que uno es ahorrador y al otro le gusta despilfarrar, pero nadie está acabando con el presupuesto de la familia, la solución es establecer algunas reglas con las que los dos puedan vivir. Mi esposo y yo (que tenemos ese problemita) acordamos que ninguno de los dos puede hacer un gasto de más de $150 sin consultar con el otro. La única excepción es la compra mensual del súpermercado.

Sea cual sea el problema, es esencial que los dos mantengan los canales de comunicación abiertas y no usen el dinero como un arma. 

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