Existen muchas señales que hablan de una relación sana y entre ellas está la confianza, una buena comunicación pero sobretodo el respeto, ya que cuando este se acaba o se transgrede estarías comenzando una relación con tonos de toxicidad que no te llevará por buen camino. Así como hay señales de lo que es sano, también hay de lo que es perjudicial. Cuando has hecho de todo para ponerle solución a tu relación de pareja y aún así las cosas no funcionan debes dar el siguiente paso, ponerle fin a algo que te hace daño.
Más en MamásLatinas: Cuando aguantamos maltrato y violencia doméstica ¿Qué hay detrás de esa conducta?
Cuando sabes que necesitas poner punto final pero la sensación de que sin él no respiras, no vives o no eres nada, te lleva a aferrarte cada vez más sintiendo pánico ante la idea de perderlo. Esto no es sano y si es tu caso, creo que esto te puede interesar.
Las relaciones que te dañan necesitan decisiones firmes de tu parte y para cortar de raíz debes tener claro que todo será en nombre del amor que te tienes a ti misma. No puedes recibir lo que no te das a ti misma, así que una buena muestra de autoestima muchas veces tiene que ver con saber decir hasta aquí. Mira estos consejos.
Deja de fingir que no pasa nada, esa es la peor venda que puedes ponerte.
Negarte constantemente la realidad que es evidente, justificarlo todo el tiempo y querer encontrar razones para quedarte en una relación que te está destrozando es solo la manifestación de terror que sientes de enfrentar que él no es el príncipe azul que pensabas, el hombre que tanto idealizaste y la persona que tú necesitas para ser verdaderamente plena. Es importante que enfrentes la realidad y puedas buscar apoyo profesional. A veces no basta con los consejos de los seres queridos que se preocupan por ti, necesitarás la guía de un profesional de la salud.
Evita pensar que para terminar la relación debes dejarlo de amar porque eso no va a pasar, puedes tomar la decisión, aunque sientas que mueres de amor.
El amor es un sentimiento que incluso puede haberse convertido en codependencia, sobretodo cuando sientes que no puedes estar sin él pero tampoco con él. La ruptura no necesariamente debe de ir de la mano con la ausencia de amor. Al contrario, cuando quieras romper puedes sentir que te aferras más a él. Sin embargo, una voz interior que es tu sabiduría interna te dicta que el camino con él no te llevará a ningún lado. No importa que tantas expectativas hayas colocado en esta relación, si es algo destructivo, aunque haya amor, debes parar de lastimarte. No puedes traicionarte a ti misma por mucho que lo ames y el primer paso siempre será tomar la decisión de terminar.
Aléjate progresivamente, ve teniendo contactos más distantes y desestructurando la rutina que tienes con él.
No podemos evitar el dolor. Cualquier ruptura invariablemente te llenará de tristeza y quizá sientas una especie de vacío en tu vida en lo que el dolor se trasforma en madurez. Si tomamos en cuenta que tu pareja y tú pasaban mucho tiempo juntos e incluso crearon una rutina específica, quizá el desprendimiento sea difícil. Sin embargo, puedes intentar dicha ruptura emocional desde antes de la ruptura definitiva, separándote poco a poco de su vida, creando rutinas nuevas e independientes de forma progresiva. Lo importante es que sepas amortiguar el impacto y que vayas despidiéndote poco a poco del vínculo, con acciones en donde te vayas distanciando.
Incorpora nuevas actividades a tu vida en la que pases tiempo sola, principalmente aquellas que nutran tu mente o tu corazón.
Puedes hacer cosas que hayas dejado en pausa debido a la relación y comenzar a introducirlas en tu vida para que poco a poco vayas tomando distancia. El objetivo es que estas actividades funjan como un distractor que te ayude a enfocarte en otras cosas que te permitan crecer intelectual, emocional y espiritualmente. Puedes tomar el curso o taller que dejaste pendiente, echar a andar el negocio que traías en mente o puedes entrar a estudiar algo que te apasione. Esto ayudará a mitigar el dolor de sentirlo ausente y te permitirá concentrarte en algo más a pesar de que lo extrañes a él o los momentos que compartían.
Evita odiarlo, ambos son responsables de que las cosas no funcionen, quizá te ha costado trabajo poner límites y es en eso en lo que necesitas enfocarte.
El problema con el odio y el rencor es que es una atadura que te lleva a permanecer en la relación porque sientes que le has dedicado mucho tiempo y no lo dejarás ir tan fácil sin pagar lo que crees que te debe. Este pensamiento es lo que yo llamo el "pensamiento trampa" ya que es el pretexto perfecto para no desvincularte, solo que ahora lo haces desde la revancha. Sientes que tanto tiempo invertido en la relación no puede esfumarse tan fácil. Verlo así en realidad no es tiempo invertido para construirse mutuamente, es tiempo para autodestruirte.
Deja de idealizarlo, no existe el príncipe azul que vendrá a rescatarte en su corcel.
Idealizar a tu pareja es algo muy riesgoso porque al ponerlo en un pedestal dejas de verlo como un ser humano de carne y hueso. Cuando se trata de enfrentar la realidad la idealización te nubla la objetividad. Las actitudes que tiene y que intoxican la relación son parte de lo que necesitas aceptar. Pon los pies en la tierra y no dejes que el amor te ciegue. Te sugiero que hagas una lista de sus virtudes y defectos, léela en voz alta y aunque te duela, enfrenta la realidad que no quieres ver. Deja de engañarte.
Quítale el poder que le has dado en nombre del amor y defiende tu dignidad.
Tu pareja "no vino a este mundo con la misión de hacerte feliz". Esa misión es sólo tuya. Te corresponde romper con la creencia de que alguien externo a ti te ayudará a encontrar el camino de la plenitud. Si bien es cierto que la pareja puede ser un aliciente donde mutamente se dan y comparten para crecer juntos, no es la vía de la felicidad. Cuando le das poder a tu relación sobre tu estabilidad estás entregando tu vida entera a otro y te estas abandonando. Nadie puede ser responsable de tu plenitud y del amor que te tienes, cuídate y no te abandones en el camino por permanecer en algo con lo que te quitas la paz, no te lo mereces. Trátate mejor, es parte de no soltar tu dignidad.
No sobrevalores sus opiniones, él no tiene la verdad absoluta.
Si crees que él tiene la verdad absoluta, aún en lo que respecta a ti, significa que te estás anulando y con tal de seguir a su lado no mantienes tu criterio objetivo ante la vida. Te sugiero que "siempre" pongas un filtro ante sus opiniones porque tus puntos de vista también son muy valiosos. No por temor a que la relación se fracture te vas a quedar en silencio. Termina con eso que te consume.
Reconsidera cuando te encuentres diciéndole "te necesito", esto te anula por completo.
El psicólogo Walter Riso sugiere que lo ideal es sustituir la frase "te necesito" por la frase "te prefiero", y es que la pareja no es el oxígeno que realmente necesitas para vivir y respirar. En realidad ese romanticismo ficticio puede ser muy riesgoso cuando comienzas a depender emocionalmente de tu pareja. El apego que estás generando puede hacerte sentir que estás incompleta cuando él no está a tu lado o que no sobrevivirás si él se va de tu vida. Tú no necesitas a nadie para sobrevivir o ser tú, eso depende del poder que le otorgas y de la idealización que haz creado de él.
Vive otros espacios y date la oportunidad de crear tu propio mundo tanto interno como externo.
Aferrarte puede llevarte a un excesivo apego a tu pareja y es tanto el miedo a perderlo que te has fundido en él y su vida, olvidandote de tu propio mundo por lo que puede ser que no quieras separarte ni cinco minutos. Necesitas equilibrar tus otras áreas de vida. Esta es una forma de no sentirlo indispensable, además de que las relaciones saludables necesitan tener independencia para poder crear una mejor interindependencia. La autonomía es escencial para estar en una relación libre de apegos.
Piensa, si tú tuvieras una hija que estuviera en tu situación, ¿qué le dirías?
Este es un ejercicio mágico porque te lleva a conectarte con tu capacidad de cuidarte, de aconsejarte y de guiarte a ti misma por el camino del amor, justo como lo harías con un hijo. Cuidar a tu niña interior depende de que le quites del camino todos los obstáculos que la llevan a sentir vacío, abandono o soledad. Muchas veces puedes permanecer en una relación dañina para ti por situaciones no resueltas de tu historia de vida y es ahí cuando más necesitas de ti. Ser una madre ideal para la niña que está sufriendo en tu interior es la clave para autosustentarte emocionalmente.
Pregúntate: ¿Cómo lograba vivir y disfrutar mi vida antes de conocerlo?
El recapitular tu vida y tus momentos previos a esta relación te ayudará a darte cuenta que sin él también eras feliz, encontrabas sentido a la vida y podías vivir. El punto es que estás tan habituada a su presencia que tu mente y corazón te llevan a sentir que tu vida no será la misma sin él cuando en realidad ya has vivido sin él. Cualquier duelo toma tiempo, no significa que dejarás de extrañarlo de la noche a la mañana pero si estás consciente de que por amor propio lo mejor es reunciar. Recuerda que todo pasa y esto también pasará.
No permitas que su actitud controladora te asuste y por miedo decidas permanecer.
Si decides permanecer en tu relación por temor a que te dañe o porque te tiene bajo amenazas pide apoyo acercándote a las personas que sabes que te pueden proteger. No te sientas obligada a estar donde no quieres por miedo a sus reacciones. Es importante que si exite el maltrato físico o psicológico lo denuncies para que puedas estar mucho más resguardada. Todo tiene una solución así que no te dejes manipular por sus amenazas.
Piensa en los momentos que disfrutas sin él y date cuenta que sin él también puedes estar bien.
Sé que no es fácil porque el peso de la costumbre y la convivencia diaria pueden ser un factor que te impida renunciar por miedo al dolor. Sin embargo, aunque te parezca imposible, seguro que si lo piensas encontrarás momentos donde te sientas en libertad de ser tu misma, donde no dudes de tus capacidades y te sientas segura. Te sugiero que sigas fomentándolos para demostrarte que puedes estar contigo misma y disfrutar lo que haces.
Analiza: ¿Qué admiras de ti? Pregúntatelo frente al espejo y reconoce que tú puedes.
Ponte frente al espejo y obsérvate. Te pido que te mires como una niña pequeña y le hables reafirmando sus cualidades, su potencial, lo orgullosa que estás de ella y sobretodo, dale tu apoyo. Hazle saber que tú estás ahí para acompañarla en el trayecto del dolor y que a pesar de la ruptura, juntas pueden salir adelante. Háblale a través de tus ojos y mira tu fortaleza a través de los suyos. Ayúdate y eleva tu autoestima, de eso depende un desprendimiento.