Para muchos niños, la sola idea de regresar a la escuela después de las vacaciones o incluso después del fin de semana, o el hecho de asistir a clases por primera vez, puede ser un factor de estrés y ansiedad. Muchos asocian la escuela con obligaciones y responsabilidades , algo que resulta desagradable para ellos. La buena noticia es que todo es cuestión de enfoque, por lo que tus hijos pueden pasar de odiar la escuela a amarl. Así que aquí te damos algunos consejitos para ayudarlos en esta transición.
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Para que tus hijos quieran ir a la escuela, es fundamental que se sientan motivados. Es importante que no vean el colegio como un espacio aburrido y lleno de tareas y situaciones que los hacen sentir encarcelados, ya que pueden creer que el colegio los hace perder cierta libertad. Así que para ayudarlos a sentirse motivados, te invito a leer estos tips que te comparto a continuación.
Escucha estos consejos en este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice':
Evita saturarlo de actividades, no quieras volverlo superdotado.
Aunque los niños tienen mucha energía y pueden hacer muchas cosas en un solo día, también necesitan momentos de descanso, de juego, y de relajación. Si tus hijos tienen agotamiento debido a la saturación de actividades extraescolares, no verán la escuela como un lugar donde pueden sentirse felices y plenos ya que estarán cansados porque no han tenido oportunidad de recar la pila. Es obvio que esto les impedirá sentirse motivados y ver la escuela con amor porque el agotamiento los puede frustrar.
Preguntale qué es lo que más le gusta de ir al colegio.
Con esta pregunta los induces a que coloquen los reflectores en todo aquello que disfrutan y no en aquello que les aburre. Tus hijos pueden entender que el colegio les proporciona experiencias que no vivirán en otros sitios ya que en el momento que te platican y comparten sus aventuras, reviven la experiencia en su mente y también plasman el entusiasmo del recuerdo en su presente. Por lo tanto, cuando los guías a enfocar lo que disfrutan hacer en el colegio, permanece latente la motivación y solo hay que detonarla.
Reconoce sus progresos, no le exijas de más.
El colegio es para aprender y desarrollar todo tipo de habilidades, es un espacio de desarrollo académico, social y también de descubrimiento del propio potencial. Cuando tu hijo va a su ritmo y desarrollando sus propios talentos, lo sabrá disfrutar, sin embargo, cuando percibe de ti que nada es suficiente y que siempre esperas más de él, se puede desmotivar al no sentirse reconocido en sus progresos.
Contágialo de tu propio entusiasmo y crea un ambiente libre de tensión.
Esto lo puedes lograr si siente que su espacio para hacer tareas es agradable, si lo dejas trabajar a su ritmo y al mismo tiempo lo supervisas haciendo sugerencias y no estableciendo imposiciones. Los límites son importantes sin embargo no debes convertirte en su verdugo al momento de hacer las tareas escolares ya que esto es lo que lo llevaría a asociar la escuela con conflicto, incluso con conflicto familiar. Si eres paciente con su aprendizaje, si refuerzas sus debilidades con amor y te enfocas en sus talentos, el sentirá amor por lo que aprende. Todo parte de la forma en cómo lo tratas.
Pregúntale cuáles son sus juegos favoritos de colegio.
Los recreos escolares son muy importantes para que aprendan a integrarse y a socializar. Si tu hijo presentara algún conflicto en esta área, lo notarías de inmediato en su respuesta. Quizá te diga que casi no juega, o que se aburre mucho o que la pasa solo la mayor parte del tiempo. Si esto ocurre, es necesario que te acerques a sus maestras para que te informen al respecto de cómo lo ven en su desenvolvimiento social. Si hay dificultades, las maestras y tu podrían hacer equipo con estrategias para que tu hijo se pueda integrar y le guste asistir.
Evita mostrarle preocupación, sobre todo si es su primera vez en el colegio.
Si tu pequeño es temeroso a la separación y llora al entrar al colegio, pide apoyo de las maestras responsables para que tengan una estrategia pedagógica que lo ayude en el desprendimiento. Por otro lado, evita desesperarte frente a el o mostrarte angustiada. Tu niño está pasando por un proceso en el que se está adaptando a estar lejos de mamá y por lo tanto puede comenzar a rechazar el colegio. Si te apoyas en las maestras y te sientes con confianza tu niño lo notará y logrará sentir el colegio como un lugar seguro.
Preparale un lunch saludable y que le de energía.
Te sugiero que intentes combinar los alimentos de manera que sean nutritivos y que al mismo tiempo sean de su agrado. Cuando tu pequeño está bien nutrido, tendrá la energía suficiente para estar concentrado, atento, pero sobre todo motivado. Sentirá ganas de correr, de jugar e incluso de seguir aprendiendo ya que su cerebro y su organismo están en condiciones saludables para realizar todas las actividades del colegio.
Escúchalo y siempre valida sus emociones cuando te cuente sobre el colegio.
Tu hijo necesita sentirse escuchado en sus momentos de frustración e impotencia. Si se siente tenso, saturado o incluso siente que no puede aprender, no lo llenes de preguntas, solo escucha cómo se siente y pregúntale sobre sus emociones. Déjalo que se desahogue sin interrumpirlo o llevarle la contraria, esto ayudará a que libere todo lo que tiene reprimido y estará en condiciones de escuchar tus sugerencias para que pueda sentir que sus conflictos son un reto y no un problema y sobre todo para que se sienta comprendido y con fuerza para superar cualquier desafío y se sienta motivado a asistir.
Karina Suárez Fernández es Psicóloga clínica, psicoterapeuta y mamá de dos adolescentes.
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