El hijo único es una figura que causa controversia y despierta diversos sentimientos. Por eso, es común escuchar frases como: “Pobrecito, debe sentirse tan solo”, “Es súper consentido”, “Tiene todo lo que quiere porque no tiene hermanos”, y otras tantas presunciones por el simple hecho de no tener ningún hermano. Y ni hablar de cuando los padres revelan que “han cerrado la fábrica” tras tener un solo hijo. Ahí sí que se escuchan los comentarios típicos de: “Qué egoístas son”, “¿Solo uno?”, “No le hagas eso, dale un hermanito” y más.
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La gente opina sobre todos los temas, pero en estos casos, hay una tendencia a evangelizar sobre tener más de un hijo, como si tener un solo retoño fuera un pecado. De hecho, nos atrevemos a decir que en algunas sociedades los hijos únicos son estigmatizados. Y esto, a su vez, conduce a la propagación de mitos que, la mayoría de las veces, son solo eso, mitos. Hoy repasamos algunos mitos que existen en torno a los hijos únicos y cuál es la verdad del asunto.
Pero antes, te invitamos a escuchar este episodio de nuestro pódcast Mamá Dice sobre los mitos y verdades de los hijos únicos:
Mito: Los hijos únicos son malcriados.
Este es uno de los mitos más típicos. Sin embargo, la psicóloga Susan Newman, quien ha escrito un libro sobre este tema, derriba de forma contundente este mito, pues aclara que “consentir o malcriar es un problema de crianza que no se cura teniendo dos hijos, en lugar de uno”. De hecho, la psicóloga destaca que hoy en día todos los chicos corren el riesgo de un materialismo desenfrenado, por más o menos hermanos que tengan.
Mito: Los hijos únicos son egoístas.
Este es otro mito que escuchamos frecuentemente, pero, ¿es realmente así? De acuerdo con Newman, todos los niños, en algún momento de su crecimiento, creen que el mundo gira alrededor suyo, tal y como puede suceder durante la adolescencia. Esto quiere decir que el egoísmo es inherente a una etapa evolutiva y también a la personalidad del niño, independientemente de la cantidad de hermanos que tenga. La doctora Newman dice que no son los hermanos, sino los padres quienes cultivan las herramientas de compartir y sentir por los demás, pues son los mejores maestros tempranos.
Mito: Los hijos únicos tienen dificultad para hacer amigos y son solitarios.
Este es otro mito muy difundido que, sin embargo, no tiene que ver con el hecho de ser hijos únicos, sino que es un aspecto de la personalidad de cada quien. Por ejemplo, María del Pilar, una periodista argentina que ha sido hija única por 38 años, nos dijo que su esposo tiene cuatro hermanos y, sin embargo, es una persona bastante solitaria que cuenta los amigos con los dedos de una mano. En cambio, ella se considera muy amigable y, de hecho, tiene muchos amigos, los que adjudica a que creció en una comunidad de familias numerosas. Así que está acostumbrada a estar con mucha gente, aunque también adora sus momentos a solas.
Mito: Los hijos únicos siempre quieren salirse con la suya.
Pues permíteme decirte que este es otro mito. La psicóloga Susan Newman aclara que los niños con hermanos, a menudo, tienen más dificultades para saber "quién es el jefe" porque, constantemente, deben compartir juguetes y a sus padres. Así que esto puede hacer que en la escuela, por ejemplo, quieran ser los primeros en la fila o tiendan a gritar más fuerte para ser escuchados. En cambio, los hijos únicos tienden a funcionar de una manera más tranquila y a ceder más. Esto mismo dice Martín Lagraba, un productor audiovisual argentino, de 31 años, que es hijo único. Martín sostiene que en su vida diaria, quizá se impone en ciertas cosas, pero generalmente cede o trata de conciliar.
Ahora pasemos a tres 'verdades' sobre los hijos únicos, siempre teniendo en cuenta que estamos generalizando, aunque sabemos que cada caso es particular.
Verdad: Los hijos únicos se sienten cómodos entre los adultos. En este punto, María del Pilar y Martín, los dos hijos únicos de los que hablamos anteriormente, dicen sentirse muy identificados. Ambos concuerdan que, en su infancia, mientras otros niños miraban televisión con sus hermanos, ellos estaban sentados en la mesa hablando con sus padres y sus amigos adultos.
Verdad: Los hijos únicos tienden a ser 'anti conflicto'.
Esto es algo que realmente le suena a María del Pilar, quien hoy es madre de dos. Ella cuenta que, como nunca tuvo que lidiar con peleas y gritos entre hermanos, no está acostumbrada a las confrontaciones. De hecho, le cuesta mucho cuando sus hijos se pelean. Dice que se lo toma demasiado en serio y, a veces, son asuntos sin sentido. Es un tema que ha tenido que trabajar en su vida, pues las confrontaciones son parte de ella y pueden costar.
Por su parte, Martín nos contó que él no había pensado este asunto del conflicto “hasta ahora”, pero reconoce que puede sentirse muy incómodo en situaciones conflictivas. Por ejemplo, Martín se ha sentido incómodo cuando su esposa discute con sus hermanos y, sin embargo, para ella es algo de lo más normal. Él cuenta que, mientras él siente que se va a caer el mundo, para su esposa y familia es un simple entredicho y, al rato, están como si nada.
Verdad: Muchas veces, los hijos únicos tienden a tomarse todo demasiado en serio y pueden ser muy sensibles.
Y sí, María del Pilar destaca que, como no ha tenido hermanos que se burlen de ella, puede reaccionar exageradamente cuando percibe a las personas como críticas, enojadas o distantes. Y reconoce que a veces los percibe así, cuando en realidad no lo son. Sin embargo, en el lado positivo, su sensibilidad también la puede hacer más empática con los demás.
Como todo en la vida, esto depende de la crianza y las circunstancias que nos hayan tocado atravesar. Además, lo más lindo es reconocer que las familias vienen en todos colores, formas y tamaños.
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