Un niño curioso es feliz, un niño cuestionador es feliz, un niño que se arriesga es feliz, un niño que se equivoca es feliz, un niño que sonríe es feliz, un niño que no esconde sus sentimientos es feliz, un niño que piensa en los demás es feliz…en fin, podría darte una lista muy larga. Que un niño sea feliz va mucho más allá de que sonría a carcajadas todo el día o que se la pase jugando o haciendo lo que quiera. La verdadera felicidad, es el resultado de prepararlos para que aprendan a enfrentar los retos de la vida con la mejor de las actitudes, encarando los desafíos de una manera en la que puedan sentirse capaces de encontrar lo mejor en cada experiencia. Es por eso que acá te comparto 20 cosas esenciales que debes considerar en tu labor de enseñanza como madre.
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Aunque no lo creas, la felicidad es algo que se aprende, así que la forma en cómo enseñemos a nuestros hijos a que enfoquen cada vivencia eligiendo la manera en que la miren, será clave para que vivan felices. Muchas de nosotras venimos de estilos de educación y crianza basados en la total obediencia y anulación. Y aunque no fueron acciones mal intencionadas sino llenas de amor, se pueden corregir con estos nuevos estilos de crianza. ¡Toma nota!
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos para la mujer y consejos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
Si los padres están felices, los hijos también.
Antes de buscar ser la madre perfecta, necesitas ser una mujer feliz para que puedas reflejarle a tus pequeños ese gusto por vivir, esa chispa que te encenderá a diario y con la cual podrás disfrutarlos al máximo.
Enséñale que puede ser un niño curioso, que eso no está mal.
Lamentablemente, la curiosidad en los niños sigue siendo mal vista por algunos, considerando impertinentes o inoportunas algunas de sus preguntas. No limites su entusiasmo por conocer el mundo, esto ayuda al desarrollo de su cerebro y también los hace más felices.
Enséñale que sus éxitos o fracasos no lo definen, ámalo sin condiciones.
No condiciones tu amor basándolo en las expectativas que tienes sobre él. Evita frases como: ¡Te estás portando mal y ya no te voy a querer! o ¡Si no me obedeces te dejaré de querer! Esto es veneno.
Enséñalos a expresar sus emociones, reprimirlas nunca será el camino.
Para que tus hijos practiquen la inteligencia emocional, es necesario que tú también la practiques y no confundan expresar las emociones con explotar sin sentido. Primero deben ponerle nombre a lo que sienten para así comunicarlo y pedir lo que necesitan.
Enséñale el valor de la gratitud, así sabrán reconocer las oportunidades escondidas.
La felicidad se encuentra cuando aprendemos a enfocar el lado positivo de cada situación. Necesitas enseñar la bondad a través de experiencias donde les ayudes a crear el hábito de dar. Ofrecer amor, cariño o afecto a los más necesitados y depués agradecer lo recibido y lo dado.
Ayúdalos a que desarrollen un pensamiento crítico.
Para ser felices en la vida, necesitan ser auténticos. Que estén seguros de que cada decisión que tomen, cada pensamiento que elijan y cada cosa que aprendan, son hechas desde un filtro en el que pueden desarrollar un criterio sólido ante la vida.
Ayudalo a reconocer sus fracasos, no todo es elogio.
Está por demás decirte que, si tu hijo tiene una elevada autoestima, esto le dará garantía de felicidad. Eso sí, hay que tener muy claro que los elogios constantes no elevan la autoestima. También deben de reconocer cuando se equivocan porque eso los hará tolerantes a la frustración.
Edúcalos en la igualdad de género, nada más valioso para lograr una sociedad justa.
Un niño feliz, genuino, que respeta a todos por igual y sabe que su valía no depende de su género, hará una sociedad más justa. Educa a tus hijos libres de estereotipos, esto les ayudará a ser auténticos.
Fomenta su autonomía, permite que haga cosas por sí mismo.
Nada hace más infeliz a un niño que sentirse sobreprotegido. Esa sensación que puede cargar todo el tiempo pensando en que algo malo va a pasarle, puede destrozar su tranquilidad de manera permanente. Ayúdalo a ser independiente de manera progresiva.
Enséñale a decir que NO, sin sentirse culpable por ello.
Que tu hijo se sienta con la capacidad de reconocer lo que siente y no se sienta obligado a complacer a nadie. Incluso es un hábito de asertividad con el que se protegerá a sí mismo de los peligros a los que puede estar expuesto.
Enséñale la responsabilidad y la importancia del trabajo en equipo.
Si tu hijo aprende sobre la importancia de las responsabilidades compartidas, podrá salir al mundo totalmente preparado para enfrentar los desafíos que le requieren seguridad y autoconfianza. Si es una persona responsable, será seguro de sí mismo y por lo tanto vivirá feliz.
Enséñale la importancia de conectarse emocionalmente con actividades en familia.
Hacer actividades en familia promueve la diversión y la alegría, fomenta el acercamiento y crea vínculos mucho más firmes entre todos. A veces, aunque vivamos juntos, podemos vernos consumidos por la rutina. Planea y organiza los momentos familiares como una actividad del mes.
Enséñale el respeto a los demás, su grado de empatía determinará su grado de felicidad.
Si tus hijos son empáticos y aprenden a comprender a los demás, los aceptarán tal y como son. Así respetarán la diferencia y la individualidad. Además, serán felices siendo ellos mismos y permitiendo que los demás sean como son.
Aliméntalo de forma saludable, esto lo ayudará a sentirse feliz y con energía.
Deben sentirse animados y fuertes, con ganas para jugar, para estudiar o para realizar sus labores diarias. Aunque a veces una alimentación saludable no será su favorita, verás los beneficios reflejados en su energía.
Enséñale que debe de estar orgulloso de sí mismo.
En la vida no hay nada que ocultar. Un grave error sería convertirte en una persona que no eres con tal de agradar a otros. Enséñale que mientras no dañe a nadie y sea empático con los demás, puede hablar de lo que piensa, de lo que siente y alcanzar sus objetivos.
Enséñalo a ver las situaciones de la vida desde diferentes perspectivas.
Has preguntas del tipo: ¿Qué puedes hacer diferente para que la siguiente ocasión el resultado sea otro? Así sabrá que hay muchas opciones y distintos caminos que lo llevarán a su meta. Esto lo pondrá en práctica a lo largo de su vida.
Edúcalo en el derecho a expresarse y de compartir sus opiniones.
A pesar de que es un niño, eso no le quita el derecho de expresar sus emociones o de aportar ideas creativas. Permite que lo haga, escúchalo con atención. Incluye algunas de sus propuestas en los planes familiares y déjalo tomar pequeñas decisiones.
Abraza a tus hijos, ese es el alimento emocional que siempre los nutrirá.
Los abrazos amorosos generan oxitocina y dopamina. La hormona del amor y la hormona de la felicidad que hacen sentir a tus hijos amados y aceptados. Esto demarca la verdadera aceptación incondicional. Sé afectiva con ellos, esto sentará las bases de su autoestima.
Enséñale a fomentar vínculos sociales.
Tu hijo puede encontrar la felicidad sabiendo acompañarse de buenos amigos. En realidad, las redes de apoyo son muy necesarias cuando tenemos retos o conflictos que enfrentar. Enséñale que los amigos sinceros pueden ayudarle en momentos de crisis.
Fomenta un ambiente sano, libre de conflictos, discusiones y estrés.
Existen muchas situaciones que podríamos considerar tóxicas para su desarrollo. Un ambiente familiar donde hay malas estrategias para enfrentar el estrés, o donde imperan las discusiones entre padres, o donde hay adicciones pueden detonar mucha infelicidad en los niños.
Escucha cómo ayudar a nuestros hijos a estar más alegres en nuestro podcast 'Mamá Dice'.
Mamá Dice es el podcast de consejitos de maternidad de MamásLatinas. Escúchanos de lunes a viernes en tu plataforma de podcasts favorita. Son cortos y se adaptan al estilo de vida de cualquier mamá.