Una de las cosas que más odio –con letras mayúsculas– es limpiar el baño. No sólo se me hace unos de los cuartos más difíciles de limpiar, sino que además, en mi opinión, es uno de los lugares más repulsivos. Lo malo, es que poco podemos hacer al respecto, pues–salvo que contrates a una compañía de limpieza–para muchas, no hay ni cómo librarse de terminar metiendo las manos en el excusado. Lidiar con los olores, el bote de basura, los líquidos que caen fuera del inodoro y las alfombras realmente es bastante abrumador. Pero igual, ¿quién puede darse una ducha en un lugar con aspecto a pantano? De seguro nadie puede hacerlo.
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La buena noticia es que, cuando te tomas el tiempo para limpiar a profundidad el baño, la limpieza, te durará aún más. En vez de optar por vías rápidas y fáciles, a veces dedicarle un poquito más de tiempo y empeño tiene sus beneficios a largo plazo. No lo pienses mucho, respira y prepárate para la acción de limpieza. Así que, manos a la obra y aplica estos seis pasos para dejar tu baño reluciendo de limpio.
Contenido realizado en colaboració con Sandra Ortíz-Nuñez.
Comienza por eliminar todos los cabellos o arenillas de la bañera.
De esta manera, cuando le pongas el producto de limpieza, no andarán circulando por todos lados y te compliquen la labor de limpieza. Toma un estropajo y frota bien, con un poco de jabón líquido o en polvo, luego enjuaga con abundante agua. Si notas que hay manchas de óxido o moho, las puedes quitar con cloro o amoniaco. Una vez que pongas el líquido, deja actuar por unos minutos y luego enjuaga.
Quita todos los cabellos o restos de pasta de dientes del lavamano.
Remueve todo los residuos del lavamano con una toallita desinfectante. Una vez hayas aclarado, pon un poco de jabón desinfectante, líquido o en polvo, y talla muy bien con el estropajo, luego enjuaga con abundante agua. Si encuentras algunas manchas difíciles de desaparecer, sigue algunos de los consejos del paso anterior.
Todas lo odiamos, pero el inodoro hay que limpiarlo.
Antes que todo, ponte unos guantes de limpieza que te gusten (te hará menos difícil la misión). Ahora sí, para el interior de la taza, coloca jabón desinfectante líquido o en polvo y deja actuar por unos minutos. Luego toma la escobilla y limpia las paredes laterales interiores de la taza y deja correr el agua.
En la cortina se acumula muchísima mugre y bacterias.
Aunque te recomiendo que cambies la cortina de plástico, cada seis meses; si quieres alargar su periodo de vida, lo más recomendable es que la limpies cada día, con un trapo humedecido con desinfectante, cuando termines de ducharte, para prevenir la aparición de hongos que surgen con la humedad.
Limpia los vidros y los espejos con papel de periódico.
Para que no queden las pelusas que luego dejan los trapos, te recomiendo que limpies los vidrios y los espejos, con un papel periódico, te los dejará mucho más limpios y relucientes. Otra cosa que puedes hacer, si la pieza tiene jabón o sarro, es frotar la superficie con agua y vinagre blanco, dejar actuar por 30 minutos y luego retirar con un paño, como recomienda este portal
Mantener un suelo limpio es difícil, pero se puede lograr.
Es importante que utilices un producto, cuyo olor sea de tu agrado, pues te obligará a buscar que así huela todo el tiempo. Pasa primero la escoba y una vez que esté completamente recogido, pasa el trapeador, con el líquido para limpiar el suelo, mezclado con un poco de desinfectante. Luego, deja que se seque y finalmente, pasa por el piso, una jerga limpia que no deje marcas.