La mayoría de las dietas no son nada divertidas. Si lo sabré yo que he intentado un montón de ellas, incluyendo las extremadamente estrictas. Las mujeres que vivimos a dieta sabemos que nos la hemos pasado sufriendo. ¡Hasta ahora! Ahora vamos a adelgazar sin sufrir. Sigue leyendo y te cuento cómo.
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Imagen vía Corbis
Comer de manera consciente
Mi madre ha luchado por años con el peso y la ansiedad que le genera la comida. Como regalo de Navidad, le obsequié el libro Mindful Eating: A Guide to Rediscovering a Healthy and Joyful Relationship with Food ($16). Este libro, basado en la práctica budista del mindfulness nos invita a comer de manera consiente y presente, hasta que estemos llenos, como manera de tener energía, pero no a comer por comer.
Disfrutar de los alimentos que te gustan
Uno de los grandes problemas de las dietas tradicionales es que restringen o hasta prohiben el consumo de ciertos alimentos. La clave está en la moderación. Tu cuerpo necesita de todos los grupos alimenticios y si además te cohibes de comer alimentos que disfrutas, estarás más tentada a pecar y ¡mucho!
Más allá de la balanza
El famoso programa de pérdida de peso Weight Watchers lanzó en diciembre del 2015 su programa Beyond the Scale, una propuesta para lograr que sus seguidores aprendan a comer de manera saludable y balanceada, incluso si tienen una vida ocupada que nos les permite planear mucho sus comidas.
Despídete del alcohol
Las dietas milagrosas NO existen. Matarte de hambre sólo te causará problemas de salud. Bajar 20 libras en un mes no es saludable y te causará efecto rebote. Las cosas que valen la pena toman su tiempo. Así que, si disfrutas los cambios que vas involucrando en tu alimentación poco a poco para ser más saludable, tendrás muchas más probabilidades de mantenerte firme.
Apaga la TV
Cierra las revistas, aléjate de las redes sociales… Haz lo que tengas que hacer para dejar la poca sana obsesión que tenemos la gran mayoría de nosotras de comparar nuestro cuerpo con el de las famosas. Ellas viven cuidando su cuerpo (es su herramienta de trabajo) y tu cuerpo es hermoso si te das la oportunidad de comenzar a apreciarlo.
Desayuna
La idea de que matarse de hambre nos hace perder peso es poco sana y no tan cierta. En la medida en que dejes de comer, tu cuerpo comenzará a almacenar más reservas de grasa por miedo a que lo “mates de hambre”. El desayuno es la comida más importante del día, no sólo te da energía, sino que evita que a la hora del almuerzo comas sin control.
Mastica despacio
No sólo se trata de disfrutar del sabor de los alimentos que consumes, sino de darle tiempo a tu cerebro de recibir la señal de que está satisfecho. Generalmente esto toma alrededor de 20 minutos y está científicamente comprobado.
Come cuando estés comiendo
Es decir, “si es a comer, es a comer”. Realizar otro tipo de actividades, como por ejemplo ver televisión mientras comes, sólo harás que termines comiendo más de lo que deseas o necesitas, sin darte cuenta.
Olvida la palabra dieta
El primer consejo para dejar de sufrir en tu camino en la pérdida de peso es dejar de pensar en la dieta. Esa palabra en sí misma nos llena de ansiedad, nos pone malhumoradas y nos aleja de lo que es realmente importante: aprender a comer de manera saludable y balanceada.
