Hace poco, el Dr. Sharma Neha, corresponsal médico del canal de televisión en inglés ABC condujo un chat online sobre un tema que a todas las que somos mamás nos interesa: el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad, que en inglés se conoce como Atention Deficit and Hyperactivity Disorder . Me llamó la atención entre otras cosas porque me enteré de que uno de cada 10 niños (es decir 10% de la población infantil) en nuestro país sufre de este trastorno que, en 80% de los casos es de carácter hereditario y que es dos veces más frecuente en varones que en niñas.
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Pero ¿de qué se trata el ese trastorno de la atención?, según leí aquí, es un problema del comportamiento que se caracteriza en que los niños (y también las personas adultas) de distraen, moderada o gravemente, tienen períodos de atención breve, son inquietos, emocionalmente inestables y presentan conductas impulsivas. Si este trastorno no es adecuadamente tratado, los niños que lo padecen suelen tener dificultades en sus estudios porque, lógicamente, les cuesta concentrarse.
Existen tres tipos de esta condición, conocida por sus siglas TDAH:
1. El que se caracteriza por la falta de atención. Los síntomas que experimentan quienes tienen esta condición incluyen: dificultad para prestar atención a los detalles y mantener la atención en general; pareciera que no escuchan, dificultad para organizarse y seguir instrucciones, evitan tareas que demanden gran concentración, facilidad para distraerse, se olvidan de las tareas cotidianas.
2. El que se caracteriza por la hiperactividad. En estos casos los síntomas incluyen: no poder mantener pies y manos quietos, dificultad para mantenerse sentado, dificultad para llevar a cabo actividades en silencio y permanecer callado, actuar como impulsado por un motor, responder a las preguntas incluso antes de que terminen de preguntárselas, interrumpir a los demás y dificultar para esperar su turno.
3. El mixto, en cuyo caso se combinan los síntomas del trastorno de atención y de la hiperactividad.
Según los Centros para la Detección y Prevención de Enfermedades, se estima que aquí en Estados Unidos unos 6.4 millones de niños de edades comprendidas entre 4 y 17 años han sido diagnosticados con TDAH.
En esta página, el Instituto Nacional de Salud Mental refiere que si bien los tratamientos del TDAH alivian muchos de sus síntomas, este trastorno no es curable. Los tratamientos incluyen medicamentos estimulantes (anfetaminas, metanfetaminas y dextroanfetamina, por sólo citar algunos de los nombre genéricos), que paradójicamente tienen un efecto calmante en los niños. También el TDAH es tratado con psicoterapia.
Sea que alguno de nuestros hijos haya sido diagnosticado con TDAH, o que sospechemos que pudiera padecer este trastorno, es muy importante que como padres trabajemos en equipo con los maestros de nuestros niños. La hiperactividad, la impulsividad y la dificultad para concentrarse se traducen en serias dificultades para trabajar y aprender.
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