Claro que se han quejado. A nadie le gusta que le pongan multas. Pero la dirección de esta escuela no encontró mejor método que penalizar a los padres que llevan a los hijos minutos después de lo estipulado por la institución. Podrán tener retrasos, pero gratis no serán.
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Quién no ha pasado por la angustiosa situación de llegar tarde a la escuela. Este es unos de los asuntos que más ansiedad generan en los padres y en los propios estudiantes.
La mayoría de los centros educativos se limitan a enviar una circular para advertir de la irregularidad. Pero una escuela en el Reino Unido ha decidido tomar medidas radicales. Y no quedarse en la correspondencia que nadie atiende.
El colegio Emerson Valley en Milton Keynes, al noroeste de Londres, decidió imponer multas de US$100 a los representantes de los alumnos que lleguen tarde hasta diez veces en un trimestre.
Saltarse el horario en diez ocasiones es suficiente para ser sujeto de una multa, y si ésta no es pagada en un período de 21 días, la suma se duplica. Y los padres que se rehúsen a pagar la penalidad pueden ser llevados a la justicia.
En un comunicado, la institución destacó que la puntualidad "está muy vinculada a los buenos resultados académicos"; y que por ello esta medida es considerada "de vital importancia".
Agregó que simplemente está cumpliendo con los reglamentos nacionales al respecto.
Las estadísticas muestran que más de 10.000 padres recibieron condenas en Reino Unido el año pasado como parte de medidas dirigidas a combatir la indisciplina y los retrasos en las escuelas.
La decisión de la escuela Emerson Valley ha causado un intenso debate en las redes sociales. Hay quienes la aprueban, pero sobran los indignados.
Unos dicen que así los niños no se perderán nada de lo que deben aprender. Pero otros dicen que hay demasiada crisis para también tener que desviar dinero en multas.
No falta quien diga que con tres niños en diferentes colegios, no hay manera de no llegar tarde.
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