Cindy Donald estaba tomando sol en la entrada al garaje de su casa cuando vio que el carro de su papá se acercaba. Como pensó que él la había visto acostada en su traje de baño en el concreto hablando por teléfono no se movió. Lamentablemente, su padre no se había percatado que ella estaba ahí y la atropelló aplastándole el pecho y dejándola paralizada del cuello para abajo.
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El fatídico accidente ocurrió hace 8 años cuando Cindy era una adolescente de tan sólo 13 años con un futuro brillante por delante. Increíblemente, según una entrevista que Cindy le dio al Today Show el martes, ella nunca ha culpado a su padre por el accidente que le cambió la vida para siempre y, de hecho, asegura que están más unidos que nunca.
Aún así, oír a su papá, Jerry Donald, hablar de lo que pasó es conmovedor y doloroso. Y no es para menos. Según Jerry, cuando su hija yacía en sus brazos después del accidente y él trataba de no pensar en lo peor, Cindy le dijo que si moría que por favor no se culpara ya que había sido un accidente.
Cindy no solamente sobrevivió sino que la joven, quien hoy tiene 21 años, no ha dejado que su parálisis evite que continúe con su vida. Se graduó de la universidad, tiene novio y dice sentirse feliz y agradecida con la vida. Además, fundó una organización para ayudar a que otros que han sufrido un accidente o una enfermedad que les cambió la vida drásticamente puedan conseguir sus sueños.
Por su parte, su padre dice que su hija es una fuente de inspiración todos los días, pero no puede negar que han habido días en los que no ha podido evitar sentirse culpable por lo que le hizo. Y es que, ¿cómo hace uno para no sentirse como el peor padre del mundo cada vez que ve a su hija en silla de ruedas sabiendo que está así por algo que uno hizo?
Imagen vía NBC.com
