La salud bucal puede ser un indicativo certero de la salud de todo el cuerpo. Y es que según explica un nuevo estudio, una visita regular al dentista, no sólo puede asegurar la permanencia de una sonrisa radiante, sino que además puede ayudar a controlar el padecimiento de la diabetes.
La Dra. Aliza A. Lifshitz, personalidad de televisión y promotora de la salud hispana, explica que según un informe realizado por Harris Interactive, junto a la marca de crema dental Colgate Total sobre la salud bucal, un gran porcentaje de personas desconoce la relación entre diabetes y salud bucal por lo que se hace necesario concientizar a la población sobre la importancia de la salud bucal, por ser parte integral de la salud total.
"Durante un chequeo regular con un dentista el especialista puede identificar enfermedades de las encías, gingivitis, padecimientos a los que las personas con diabetes son dos veces más propensas que los que no la sufren. La enfermedad de las encías puede afectar el control de la glucosa en la sangre y contribuir al aumento de la diabetes; a fin de evitar la enfermedad de las encías, es importante tomar medidas tan practicas como cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental", agrega la experta que alerta sobre el aumento de la diabetes tipo 2 en la población latina.
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Estas alertas van dirigidas a la comunidad diabética, pero de igual forma, la doctora plantea que en el caso de una persona que no padezca de diabetes, el padecimiento de una enfermedad bucal podría servir de referente para que el dentista le refiera a un segundo especialista y que juntos puedan dar seguimiento a alguna irregularidad que podría devenir en el diagnostico de la diabetes, entre otras conclusiones.
La doctora Aliza, comenta que puede que la persona no sienta dolor en las encías, pero que tener encías sangrantes cuando se cepilla los dientes, inflamación o muy mucha sensibilidad pueden ser puntos de alerta de complicaciones. De igual manera, plantea que 25.8 millones de personas en Estados Unidos padecen de diabetes. De ellas, 18.8 se han diagnosticado, 7 millones no saben que la tienen, porque no se han diagnosticado y 79 millones tienen prediabetes.
"La diabetes no da síntomas hasta que aparecen las complicaciones. No hay duda de que se puede vivir una vida larga y feliz con diabetes y desde luego, conservar una bella sonrisa, pero hay que tomar precauciones", concluye la experta".
A pesar de que no se sabe cuántos hispanos forman parte de los pacientes con diabetes, la verdad es alarmante. Se me ocurre pedirte que visites al odontólogo. ¿Qué dices?
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