Cuando llegué a este país a los 14 años del Perú y mi madre me inscribió en la escuela pública de nuestro vecindario en Miami, casi me da un ataque cuando me dijeron que tenía que repetir de año. La verdad no sé porque no peleamos más, pero los de la escuela dijeron que el equivalente del año que yo cursaba en mi país era octavo grado aquí y así tuvo que ser.
Aunque no fue mi culpa para nada y no tuvo nada que ver con mi rendimiento académico, lo cierto es que reprobar el año escolar no es nada agradable–para nadie. Por lo tanto, si alguna vez te toca vivir esto con alguno de tus hijos, recuerda estos consejos de las cosas que NO debes hacer:
- Gritarle: estoy segura que lo primero que querrás hacer es volverte loca de la decepción y el enojo. Pero la verdad es que no sacas absolutamente nada gritando. Lo hecho hecho está y ahora lo más importante es buscar una solución.
- Castigarlo: No estoy diciendo que no debas imponerle algún tipo de sanción por sus malas calificaciones, pero eso de castigarlo por tiempo indefinido no sirve. Tampoco sirve darle una paliza o humillarlo o castigarlo prohibiendole que haga cosas positivas como su deporte favorito, por ejemplo. La sanción debería estar relacionada a sus malas calificaciones y debería ser algo que lo ayude a mejorar su situación actual.
- Compararlo: Aunque se te haga difícil, no lo compares con su hermana menor o su primo mayor o cualquier otra persona que sea un estudiante ejemplar. Esto no lo va a ayudar en lo más mínimo. Al contrario, se va a sentir peor cuando lo que debería de tratar de hacer es levantarle la autoestima.
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¿Qué haces tú cuando tus hijos se sacan malas calificaciones?
Imagen vía Phil Roeder/flickr
