Como si no tuviéramos ya suficiente, con estar lidiando todos los días, con las calorías que se nos ponen enfrente disfrazadas de deliciosos pasteles o apetitosos bocadillos. Ahora tenemos que cuidarnos de un factor más de riesgo del sobrepeso: Conducir largas horas hacia el trabajo.
¡Sí! No es broma, un estudio publicado en la revista American Journal of Preventive Medicine, descubrió que "las personas que conducen largas distancias para ir a trabajar, son más propensas a tener sobrepeso y a estar en peor condición física que las personas que viven más cerca de sus puestos de trabajo", como lo informó el diario El Nuevo Herald.
Y la verdad, es que no suena del todo descabellado ¡más bien suena bastante lógico! Ahora que lo pienso, mi esposo y yo hemos comprobado en "carne propia" lo que dice este estudio. Los dos subimos de peso, desde que dejamos de movernos y nos dedicamos a pasar más tiempo sentados. Yo por mi trabajo y él porque cada día tenía que manejar hasta su oficina, aproximadamente unas 50 millas ¿¡Quién lo iba a decir!? Fuimos víctimas de este factor ¡y ni siquiera nos habíamos dado cuenta!
Por fortuna, nuestra condición no es tan grave, como para decir que sufrimos de sobrepeso, porque al no tener tiempo para ejercitarnos, por lo menos hemos cuidado lo que comemos. Pero lo que si dejó en claro este estudio, es que "las personas que manejaban diariamente largas distancias para ir a trabajar tenían mayores circunferencias de cintura, menores niveles de condición física cardiovascular, mayor presión arterial y mayor índice de masa corporal".
Así que, todas las personas que manejan largas horas hacia su trabajo, al parecer, no tienen otra opción ¡más que cuidarse lo más posible! Porque, lamentablemente, están en riesgo de sufrir obesidad ante la falta de actividad física. ¡Quizás es tiempo de comenzar a tomarse unas pausas dentro del trayecto, para mover los pies y poner al cuerpo en movimiento! Porque antes que todo, está primero nuestra salud.
¿Qué opinas de este estudio?
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