Una pequeña de cuatro años tiene casi el mismo coeficiente de Einstein

Ni muñecas, ni tacitas de té, ni libros para colorear, lo de la pequeña Heidi Hankins eran las computadoras y los libros de texto. A los dos años leía perfectamente  y contaba hasta el número cuarenta. Hoy a los cuatro añitos,  a través de varias pruebas lograron determinar que  tiene un coeficiente intelectual de 159, es decir un número por debajo del de Albert Einstein.

Su padre es un profesor  de la Universidad de Southampton, y su madre, Sofía, una artista de 43 años, quienes fueron testigos de la manera como se desarrollaba Heidi. La pareja contó a la BBC que "comenzó a realizar intentos para hablar desde el mismo minuto en que nació, aunque obviamente no podía verbalizar nada",  comentó el orgulloso padre de  47 años. "En una ocasión la pusimos frente a la computadora portátil a mirar el canal CBeebies -dirigido a niños menores de 6 años- y minutos después la encontramos navegando a través de la página web. Primero hacía clic en las fotografías que le gustaban, pero luego entendimos que había aprendido a leer el texto y seguir instrucciones", pero lo sorprendente no termina allí.

A los dos años ya era capaz de leer libros escolares, así como sumar y restar. De hecho, los médicos decidieron realizarle a esta niñita una prueba de coeficiente intelectual porque las enfermeras se quejaban de que cuando asistía al control pediátrico normal, no había manera de entretenerla o de "engañarla" con nada porque advertía cualquier truco utilizado por los galenos para desviar su atención.  Les hacía preguntas directas como qué tipo de vacunas le estaban aplicando y cuántas dosis le faltaban, lo que desarmaba al equipo .

Eran tantas las evidencias de que esta niña tenía una inteligencia superior, que sus padres decidieron contactar a  Mensa  (la asociación internacional de superdotados, que fue fundada en 1946). Sí, no te rías,  ya sé que suena irónico que  la escuela de superdotados se llame Mensa. ¿Te imaginas cómo se escucharía en español a los papás de Heidi? "Ay, sí mi hijita es una superdotada que va a Mensa". ¿Gracioso, no?

John Stevenage, presidente ejecutivo de la organización afirmó que allí se le proporcionarán todas las herramientas de aprendizaje a la nueva estudiante. Sin embargo, Heidi Hankins no estará sola, Oscar Wrigley de 2 años y medio de edad, se convirtió en el miembro más joven en unirse a la asociación con un coeficiente de 160 en el año 2009.

Y,  yo que pensaba que mi niño de seis años era casi un genio porque ha estado mejorando mucho su escritura en español y es capaz de escribir un parrafito o varias oraciones para narrar una historia tanto en español como en inglés ¡Ni modo! Me alegro muho de que los papás de Heidi hayan encontrado una institución que los ayude a canalizar la superioridad intelectual de esta pequeña.

Siempre he dicho que de alguna manera los hijos escogen a sus padres. No sé, es una creencia muy mía. Creo que  la divinidad, la vida, se encargan de juntar a padres e hijos para que transiten el camino de la crianza juntos.  Pero, la verdad debo confesar que no sé  cómo me sentiría si me dijeran que uno de mis hijitos es un genio.

Más allá de todas las cosas extraordinarias que un niño de éstos puede hacer, también debe ser un dolor de cabeza lidiar con un niño que a los seis años, probablemente  te dé la vuelta a nivel intelectual. Creo que como la mayoría de los retos que implica la crianza, los padres de éste tipo de niños deben sentar  su comunicación con  sus hijos en el  amor y no en la lógica.

¿Te gustaría que tu hijo fuera un genio?

Imagen vía cortesia familia