Cuando ves a mujeres tan guapas y espectaculares como Salma Hayek lo último que se te ocurriría pensar es que ella en algún momento, sufrió porque no le gustaba su apariencia. Pero aunque te resulte difícil de creer, esta guapa actriz mexicana confesó recientemente en una entrevista para la revista Lucky, que cuando tenía 25 años*,* llegó a sentirse tan mal con su imagen, que no quería ni mirarse al espejo, informó periódico El Universal.
Seguro te preguntarás, ¿qué podría tener a Salma tan deprimida por su apariencia? Pues algo tan común pero a la vez tan destructivo, como el acné y el sobrepeso.
Y la verdad es que resulta difícil de creer, que una mujer tan guapa como ella, hubiera tenido ese tipo de inseguridades. Pero aunque no lo creas, esto es más común de lo que parece. Al igual que Salma, Mariah Carey confesó una vez, que desde que un productor discográfico le dijo a los 19 años que no dejara que la fotografiaran de cierto lado del rostro porque lucia terrible, la cantante comenzó a sentirse fea. Y lo mismo sucedió con Jessica Alba, quien en una entrevista para la revista GQ, aseguró que cualquier otra actriz era más guapa que ella, pues después de su embarazo, se le "había caído el pecho, tenia celulitis y sus caderas eran más anchas", aseguro en aquella ocasión.
Y es que, por mucha seguridad que proyecten, la realidad es que ni las mujeres "más espectaculares" dejan de tener las inseguridades que cualquier ser humano puede llegar a sentir. Lo que me lleva a concluir que desafortunadamente, nadie está feliz con lo que tiene. Y es por eso, que creo que deberíamos comenzar a querernos tal y como somos, porque si nunca estamos felices con lo que tenemos, nunca vamos a poder distinguir todas nuestras cualidades.
Así es que en lugar de acomplejarnos, deberíamos valorar cada una de las partes de nuestro cuerpo y celebrar nuestros defectos y nuestras virtudes, porque esas dos cosas, son precisamente las que nos hacen ser únicas e irrepetibles.
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Imagen vía Lucky Magazine
