Así celebramos los latinos los cumpleaños de nuestros hijos

Cuando mi hija cumplió 5 años, me pidió invitar a algunos de sus amiguitos del preescolar al que había asistido durante casi tres años. Así que además de invitar a muchos de sus amiguitos de nuestro grupo de juego bilingüe, también invitamos a dos de sus compañeritos de la escuelita que no son ni latinos ni bilingües.

A las mamás de ambos niños las conocía relativamente bien, pero cuando llegaron a nuestra casa el día de la celebración, pensé que sería apropiado advertirles que las fiestas de cumpleaños de los latinos son un poquitín diferentes a la de los gringos. Sentí que esto era necesario especialmente después de que una de ellas me preguntara a qué hora se acabaría la fiesta. 

Y es que, en todos los años que llevo celebrándole fiestas de cumpleaños a mis hijos, jamás de los jamases he puesto hasta que hora es la celebración. Más que nada esto se debe a que nunca sé a qué hora se va a acabar la fiesta. Por lo general, las fiestas de cumpleaños de mis hijos han durado hasta la noche– a pesar de haber comenzado al medio día, por ejemplo. Aunque no todos los invitados se quedan hasta tan tarde, nuestros familiares y amigos más cercanos siempre se quedan muchas veces hasta después de que el cumpleañero ¡ya se ha ido a dormir! 

Siempre me ha llamado la atención que aquí en Estados Unidos las fiestas de cumpleaños a las que mis hijos son invitados indican claramente de qué hora a qué hora es la celebración y, por lo general, no dura más de dos horas. 

Pero esta no es la única manera en la que nuestras fiestas son diferentes. También esta el tema de quién está invitado a estas fiestas. Los latinos acostumbramos invitar a todo el mundo, incluyendo familiares (abuelos, tíos, primos, padrinos) y hasta vecinos. Los gringos no tanto. Es más, recientemente lleve a mi hija a una fiesta de cumpleaños y al darme cuenta que era la única mamá tuve que buscar la manera de irme sin llamar mucho la atención.

Lo otro es que nuestras fiestas suelen ser muy bulliciosas, con mucha música y, por lo menos en mi familia, con alcohol para los adultos que quieran tomar. Y, por supuesto, nunca falta la comida–un buen plato de comida latina. ¡A mi me encanta que mis dos hijos nacieron en el verano y podemos celebrar sus cumpleaños a todo dar en la comodidad del patio de nuestra casa hasta las altas horas de la noche!

¿Qué diferencias has notado tú entre las fiestas latinas y las de los gringos?