Melania Trump es el blanco de las miradas con sus looks, que en ocasiones se vuelven el centro del huracán. Tal como sucedió en su visita por África, donde fue criticada por las lujosas apuestas de vestuario en algunos de los lugares más pobres del planeta, tanto como por llevar moda animal print, y querer simpatizar con la tendencia safari. Las insólitas elecciones de atuendo protagonizadas por la primera dama estadounidense parecen no tener fin, como verás a continuación.
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Aunque Melania Trump ha pedido que se enfoquen más en sus acciones como primera dama que en su ropa, la exmodelo de origen esloveno ha causado el efecto contrario. Las primeras planas en las publicaciones de moda le dedican arduas páginas, y no es difícil adivinar por qué. Desde su traje de princesa Disney en una gira europea hasta su abrigo que sobrepasa los 50 mil dólares, le han ganado muchos comentarios.
Algunos la cuestionan fuertemente, otros la aplauden pero al final del día, la esposa del presidente Donald Trump es tendencia. Cómo olvidar la vez que plantó un árbol en los jardines de la Casa Blanca con ropa costosísima incluyendo tacones. O la polémica chaqueta que llevó durante su visita a un centro de detención de niños inmigrantes en Texas, con el desafortunado mensaje: "De verdad que a mí no me importa. ¿Y a ti?". Repasa conmigo sus looks más controversiales y escandalosos.
Galería en colaboración con el equipo de MamásLatinas.
Su visita a África no pudo ser más comentada y ella misma lo propició.
La primera dama estadounidense pidió a través de un comunicado lo siguiente: "Deseo que la gente se enfoque en lo que hago y no en lo que me pongo", y fue todo lo contrario. Sus looks en el recorrido oficial a Egipto elevaron la controversia a las mayores proporciones, partiendo de este atuendo Ralph Lauren con Camisa Chanel, sombrero fedora y una corbata que la acercaron a un personaje de ficción con todo y las pirámides de fondo.
La tendencia africana impregnó gran parte del recorrido de Melania.
La tendencia de su equipaje en esta visita al continente africano, particularmente durante su recorrido por Ghana, desató la polémica de nueva cuenta. Melania vistió una chaqueta zahariana verde militar de Veronica Beard, acompañando a un conjunto Zara de pantalón y unos stilettos que luego fueron alternados con calzado de animal print, derrochando lujo en algunas ciudades donde impera la pobreza. Otro desacierto para esta gira en solitario, que dio de qué hablar precisamente por la opulenta ropa de la primera dama.
La esposa de Donald Trump ha sido mal vista por este atuendo de safari.
El sombrero tipo Pith o casco de safari con el que visitó el Parque Natural de Nairobi, en kenia, fue mal visto por algunos nativos que lo asociaron con los uniformes de los colonizadores a finales del siglo XIX. Una prenda que poco ayudó a estrechar los lazos de hermandad con África y en cambio, levantó fuertes críticas hacia la representante de la Casa Blanca por su desatinada elección de vestuario .
No pasó desapercibida al realizar labores en el jardín de la Casa Blanca vestida de Valentino.
La exageración se apoderó de este look de Melania Trump, pues no lució nada apropiada para plantar un árbol en un conjunto súper elegante de Valentino y tacones Louboutin. Entendemos que se trate de la Primera Dama de Estados Unidos, pero la elegancia tiene sus momentos y éste, definitivamente, no era uno de ellos.
Un traje de princesa Disney que le valió memes en las redes sociales.
Durante su gira europea en julio de 2018, la esposa de Donald Trump se presentó a una cena con la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, y su esposo Philip, luciendo un traje de seda amarillo con capa del diseñador J. Mendel, y calzado Christian Louboutin. Una evocación a la película La Bella y la Bestia, y aquel famoso baile de salón, que destacó entre los looks más comentados del trayecto por el Viejo Continente de la primera dama estadounidense.
Un look de aeropuerto costosísimo para su arribo a Finlandia.
Melania Trump invirtió unos 14 mil dólares en el atuendo que lució para su visita oficial a ese país, arribando al aeropuerto de Helsinki con pantalones Polo Ralph Lauren, abrigo Isoude, bolso Hermès y zapatillas de su marca preferida, Christian Louboutin. Un derroche de estilismo que algunos criticaron y otros aplaudieron, sabiendo lo mucho que costó.
Con esta chaqueta verde militar de la marca Zara subió al avión en la base Andrews en Maryland.
A primera vista, la chaqueta verde olivo se ve como una pieza de ropa más bien informal pero el problema es el letrero que tiene impreso en la espalda ¿Qué dice que ha provocado tanta polémica?
El mensaje de la chaqueta de Melania que ha causado indignación.
Cualquier acto de Melania tiene repercusión, por eso esta chaqueta fue su peor elección para visitar un centro de detención de niños inmigrantes en McAllen, Texas. En medio del dolor y las denuncias provocadas por la separación de las familias en la frontera, la Primera Dama lució este texto en la espalda: "De verdad no me importa, ¿y a ti?" Su portavoz Stephanie Grisham trató de defenderla en un mensaje enviado a la prensa: "No hay mensajes ocultos. Después de la importante visita de hoy a Texas, espero que la prensa no escoja enfocarse en su atuendo".
Durante su visita a España, Melania tiró la casa por la ventana con este diseño.
La Primera Dama se lució durante su visita a España con este llamativo vestido Valentino de la colección Resort 2018, con falda evasé verde olivo, bordado con aplicaciones de hojas, que compaginó con un cinturón blanco para resaltar su cintura y unos stilettos de Manolo Blahnik. ¿Será que quiso opacar a la reina Letizia?
El enorme sombrero de la primera dama que estuvo en boca de todos.
Este enorme sombrero que la señora de Trump se puso para la visita oficial a la Casa Blanca del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte, ha sido objecto de burlas, comparaciones y memes en las redes sociales. Has ha sido comparada con Beyoncé en el video de "Formation", donde la cantante luce un sombrero negro y dos trenzas. Pues, te cuento los detalles de este look de Melania. El conjunto de falda que lució es de Michael Kors y solo el blazer cuesta $2,195. El sombrero fue idea del diseñador francés Hervé Pierre, quien se ha convertido en el asesor de moda de la Primera Dama. Fue diseñado por él y confeccionado por un sombrerero en Nueva York, especialmente para Melania. Y claro, no puede faltar su marca de zapatos favorita, Christian Louboutin. Para esta ocasión, escogió el modelo So Kate en mezclilla, que cuestan $775.
Escogió un traje de alta costura de Chanel para la primera cena estatal.
Este traje Chanel confeccionado en encaje Chantilly, pintado a mano de color plateado y adornado con lentejuelas y cristales acaparó titulares.
El concepto de "sport" de Melania está valorado en 2,500 dólares.
Aunque parezca que es un look bien deportivo, no te dejes engañar: esa chamarrita no es del merchandising oficial de ningún equipo, sino que está hecha en cuero y seda por la firma Amiri y cuesta 2,100 dólares. Como puntilla, los zapatos de tacón fino con imitación de piel de serpiente son de Christian Louboutin.
Se nota que Melania no es actriz y no le tiene miedo al amarillo.
Dicen que es el color de la mala suerte para subirse a un escenario, pero ella no tiene esas supersticiones, pues con ese abrigo amarillo con jersey de cuello vuelto del mismo color, ambas piezas de Ralph Lauren, y minifalda de cuero, ¿qué puede salir mal? Cincinnati se rindió a sus pies con este modelito.
Un año después, Melania cambió el negro por el blanco.
En el primer debate del Estado de la Unión causó controversia con su marido ya investido, Melania lució así de angelical en blanco inmaculado. Una opción opuesta a la de hace un año.
El look de amazona con cuadro escocés dejó a todo el mundo boquiabierto.
Esas botas de caña alta en negro con el jersey en rojo y el abrigo en morado le hizo galopar sobre todas las tendencias.
La exmodelo eslovena volvió a apostar por uno de sus diseñadores favoritos en Navidad.
La primera dama de Estados Unidos volvió a causar furor por su exquisito gusto al vestir, de la mano de uno de sus diseñadores favoritos, Hervé Pierre. Complementó su lindo vestido tipo gabardina con tacones Christian Louboutin para contestar las llamadas del Comando de Defensa Aeroespacial de los Estados Unidos (Norad), una organización que se encarga de mantener informados a los niños sobre el viaje de Papá Noel, durante la noche del 24 de diciembre.
La Primera Dama no supo vestirse de acuerdo a la ocasión cuando fue a visitar a niños enfermos en un hospital de Washington.
Melania escogió un atuendo demasiado sofisticado para ir a visitar y leer historias navideñas a los niños internos en el Children's National Hospital de Washington, D.C. Para la ocasión, la esposa de Trump combinó una falda tipo lápiz y suéter con un abrigo de lana de Max Mara.
Melania le dio la bienvenida oficial a la época navideña vestida de rojo.
Un abrigo de tweed rojo de la firma Chanel y los ya clásicos tacones Louboutin en charol nude fue el atuendo que la esposa de Trump escogió para asistir a la ceremonia del encendido del árbol de Navidad de la Casa Blanca.
Melania escogió un vestido blanco para presentar la muy criticada decoración navideña de la Casa Blanca.
La decoración minimalista y gélida de la Casa Blanca ideada por la Sra. de Trump no se libró de la controversia, y fueron muchos los que la consideraron tétrica y se de su elección en las redes. Lo que sí le mereció los aplausos de los críticos de moda fue su elegante vestido blanco con mangas acampanadas de la firma Dior, que complementó con un cinturón vintage dorado y zapatos Manolo Blahnik a juego.
El viaje a Asia fue de los más glamorosos del primer año de Melania Trump como primera dama.
A Melania le encanta adaptarse a los países a los que va y su visita a China en noviembre de 2017 dio el do de pecho con este diseño imperial que, en cambio, estaba diseñado por una firma tan europea como Dolce & Gabbana. La polémica vino por su precio: 3,975 dólares. Aunque hace tiempo que el debate está zanjado, pues Melania, para bien y para mal, nunca necesitó el dinero público para permitirse estos lujos.
Melania impactó con su cuello mao y sus mangas eslavas firmadas por Gucci.
La intensidad de su amoldamiento a las tradiciones chinas filtradas por la visión de firmas europeas siguió con este precioso vestido en seda con el tradicional cuello de la China comunista y esas mangas más propias de la vecina Rusia. La combinación, en términos estrictamente de moda, es maravillosa y triunfó en la cena de estado con sus homólogos chinos, especialmente al lado de la Primera Dama de China, Peng Liyuan.
En Japón también impactó con este abrigo con mangas bombachas.
Uno de los diseñadores favoritos de Melania Trump es el español Josep Font, director creativo de la marca DelPozo, y este espectacular abrigo le ganó todas las miradas en su llegada a Japón. Criticaron que el autor no era estadounidense, como se supone que tiene que lucir una primera dama, pero no su diseño, porque es sencillamente espectacular. Además, parece que ella misma va a comprar estos modelos a los grandes almacenes Bergdorf and Goodman, que están bien cerca de la torre Trump en Nueva York.
El llamativo abrigo fue complementado con estos stilettos azul eléctrico.
Qué quieren que les diga. Esto es una genialidad.
Este abrigo en colores otoñales completó su carísimo look nipón.
Nada más y nada menos que de Fendi era este abrigo en franjas de colores muy otoñales con apliques florales. ¿Quieres saber cuánto cuesta? 4,800 dólares.
Esta gira asiática contrastó con el descenso a la tierra de Melania en Puerto Rico.
Tras las críticas que recibió al salir de la Casa Blanca en tacones altos de camino a visitar los damnificados por el Huracán Harvey en Texas, Melania aprendió la lección vistiendo de manera mucho más sencilla y cómoda al visitar Puerto Rico tras el paso del Huracán María. Unos jeans y una camiseta blanca, pelo recogido bajo un gorra de béisbol, unas botas tipo obrero Timberland y chaqueta estilo militar.
Sabe mostrarse sobria cuando la ocasión lo requiere.
Por más que Melania tiene muchísimo estilo, no siempre se da la ocasión de explotar todo su glamour. En su reciente visita a Toronto para los Invictus Games, la Primer Dama vistió un conjunto de chaqueta y pantalón extremadamente formal.
También tiene uno que otro look de andar por casa.
Para el evento de jardinería en la Casa Blanca con los niños del Boys and Girls Club eligió un pantalón negro ajustado y una camisa de cuadros de tartán que, junto con sus tenis de tela, la mostraban como toda una Primera Dama accesible y comprometida con los más pequeños.
Melania apostó por el amarillo, un color siempre difícil, pero lo lució como solo ella sabe.
Con talle alto con ecos de kimono y estampado floral, Melania quiso agradar al primer ministro de la India, Narendra Modi, y en su visita a Washington le dio un toque de diva de Bollywood a su vestuario.
Su vestido para el picnic del Congreso fue comparado con un mantel.
Ni en el picnic escapó a los comentarios, y muchos pensaron que en vez del vestido se enfundó el cubremesa.
Este delicado vestido en raso no tendría por qué ser polémico... pero lo es.
Lo lució en la recepción de la pareja presidencial en Washington, lugar al que poco a poco va trasladándose después de haber dilatado en la medida de lo posible su estancia en Nueva York. Pero la razón de la polémica no es su bello corte arremolinado en el ombligo, sino que lleva la firma de una de las diseñadoras favoritas de Michelle Obama, Monique Lhuillier.
Divina en su traje a cuadros en su visita a Bélgica.
En su visita a los Países Bajos, Melania volvió a apostar por el corte gabardina de cinturón ancho que tan bien le sienta con este vestido que cuesta más de 1,300 dólares del diseñador Michael Kors.
Un abrigo valorado en más de 50,000 dólares.
La exmodelo eslovena eligió este colorido abrigo de Dolce & Gabbana, valorado en 51,500 dólares, para su encuentro con las primeras damas que participaron en la Cumbre del G7 en Sicilia, Italia. Melania ha recibido muchísimas críticas en todo el mundo por llevar una pieza tan costosa.
Según CNN el costo del abrigo de la primera dama se asemeja a la cantidad de dinero con la que una familia estadounidense vive en un año, tomando en cuenta las cifras de la Oficina del Censo que indican que en 2015 una familia percibía 55 mil dólares.
Un look bien elegante para acompañar al presidente.
Melania volvió a apostó por la carísima marca Dolce & Gabana y lució este vestido color plata en Sicilia y antes de volver a Washington pudieron disfrutar de unas espectaculares vistas.
Melania hizo una libre interpretación de la mantilla en su visita al papa Francisco.
La primera dama de Estados Unidos quiso ser fiel al protocolo llevando mantilla… pero se le complicó cuando eligió ese modelo más parecido a un pañuelo de campesina con un twist barroco. ¿A favor o en contra? Desapercibida, desde luego, no pasó, y los memes en la red, una vez más, se dispararon.
En su llegada a Arabia Saudí, Melania renunció en cambio al velo.
Una bellísima Melania debutó así en la agenda exterior del presidente Donald Trump. No solo llamó la atención por ese bellísimo cinturón dorado marcando cintura con un toque totalmente arábigo, sino por no llevar velo en un país donde las mujeres acostumbran a llevarlo y sus antecesoras así lo entendieron. ¿Valentía o error de protocolo?
Un modelo bien cómodo y campestre para viajar en el Air Force One.
Parece que Melania llega en el avión presidencial para asistir a un picnic bien chic.
Melania recuperó parte de su personalidad con este vestido de brillos y pedrería.
No hay duda que el vestido es hermoso, pero muchos lo consideraron demasiado llamativo para el que era el primer discurso ante el Congreso de Donald Trump como presidente. ¿Demasiados brillos y muy escotado? Parece que la era conservadora de Melania tendrá sus intermitencias.
Quizá el principal problema fue el precio, que ronda los 10.000 dólares.
La primera dama lució muy segura de sí misma con este traje de dos piezas, pero criticaron que cada una de ellas sumaba un precio desorbitado: la chaqueta tiene un precio en tiendas de 4.995 dólares y la falda 4.595. Por si pensabas comprarte alguna de las dos prendas, están las dos agotadas, así que tantas críticas tampoco merecería. Te enseñamos ahora otros looks con los que también ha hecho correr ríos de tinta.
Melania explotó su belleza imperial ante la primera dama japonesa.
La primera dama lució más elegante y escultural que cualquier otra en su género ante los políticos japoneses. Hasta las rígidas convenciones niponas se quedaron asombradas en su visita a Florida.
Sofisticada para los encuentros políticos más complejos.
Las ambiciones de Donald Trump de resolver el eterno conflicto entre Palestina e Israel se vieron apoyadas por este elegante vestido blanco estilo casaca con cuello geométrico que Melania llevó al encuentro con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
Bajándose del Air Force One deslumbró con este modelazo rojo pasión.
Aunque muchos la acusan de no estar asumiendo responsabilidades como primera dama, apariciones como esta, con ese vestido rojo de manga abierta, valen por diez.
Llegado el momento del baile apostó y acertó con el toque clásico.
Un diseñador relativamente poco conocido, Hervé Pierre, fue el elegido por la flamante primera dama en un momento tan significativo como el baile de inauguración. La Melania sobria acababa de nacer.
En la toma de posesión de Donald Trump, Melania calló todas las bocas.
Con Jackie Kennedy como clarísimo referente y con un diseño en baby blue de Ralph Lauren, su vestido fue el momento más glamoroso de toda la toma de posesión.
Siempre impecable, esperamos lo mejor de ella como primera dama.
Nunca una primera dama había llegado con tanta experiencia ante los flashes y con tanta carrera en la moda. ¿Será eso bueno o malo? ¿Será tan integradora como Michelle Obama o tendrá un discurso elitista? Veremos.
Melania no duda en llevar pieles para el frío de Nueva York.
La Asociación Protectora de Animales (PETA) todavía no se ha manifestado que sepamos, pero suponemos que no está entre sus celebridades favoritas.
Un toque excéntrico en las hombreras al estilo Lady Gaga.
Con este modelo retrofuturista, con esas hombreras entre vampiresas y extraterrestres, Melania se permitió una de sus últimas excentricidades en 2015.
Justo antes de empezar a estar en el ojo público podía lucir modelos más arriesgados.
La frontera entre el vestido de noche con toques bondage y el salto de cama es fina en este caso. ¡Pero nos encanta!
Aunque puede tener un toque bien modosito cuando quiere.
Melania puede poner cara de niña buena cuando quiere. Sabe ser versátil, que para eso es modelo. Y en 2015 acudió tan inmaculada a la fiesta del Saturday Night Live, programa con el que ahora no creemos que se lleven tan bien. Todo es tan impredecible en esta nueva era…
Melania no tiene miedo a los colores chillones.
Y este vestido palabra de honor fucsia lo demuestra.
Las alfombras rojas tuvieron en ella una foto asegurada.
En cuanto Trump coqueteó con el mundo del espectáculo con su concurso The Apprentice, Melania supo llevar mejor que nadie su papel de consorte en la alfombra roja. Este vestido blanco de escote en uve es solo una de las pruebas.
También el negro le da un toque muy sensual.
En 2014 paseó con este modelo en negro con chantilly en lugares estratégicos. No sabemos si ese toque felino que tiene Melania es lo que se espera de una primera dama, pero parece que aprendió la lección rápido.
No tenemos fotos de su boda, pero esto es lo más parecido.
Melania sabe llevar los vestidos de los grandes diseñadores. En cuanto llegue a la Casa Blanca habrá que ver quién será su modisto o modista de cabecera. Tom Ford, por ejemplo, ya aseguró que se negaba a colaborar con ella. Carolina Herrera y Tommy Hilfiger son de los pocos que apuestan por ella como un nuevo hito del estilismo presidencial. Y, hasta la fecha, con Ralph Lauren le ha ido de maravilla.
En 2011 demostró por qué el blanco es su color favorito.
No preguntes por qué. Le sienta como un guante.
En 2010 ya lucía como una auténtica "newyorker"
En la sencillez, la versastilidad y la comodidad glamorosa está el truco de ser neoyorquino y Melania, aun desde su torre, no quiere dejar de pertenecer a la vida social de Manhattan.
En este caso las pieles no le favorecen tanto.
Mejores las pieles en versión suntuosa que en versión nueva rica en una estación de esquí. Aunque esos vaqueros marcan bien el cuerpazo que tiene. ¿O no puedes dejar de mirar el flequillo más oscuro de Trump?
Este tipo de pieles le sientan mucho mejor.
Esa es nuestra Melania. Bien de exceso millonario, bien de temática eslava. Las pieles, estés a favor o en contra, parecían ser su hábitat natural en esta fiesta de cumpleaños de Stephen Schwarzman. Era 2007 y Donald Trump y ella ya habían pasado por el altar.
Durante su ascenso social no pudo evitar entregarse a fondo en la Met Gala.
En 2004, Melania cumplió su sueño de ir a la alfombra roja del año. La temática no pudo dar más juego para sus gustos barrocos: "Las amistades peligrosas". Y así, como si fuera la mismísima Madame de Tourvel, apareció con ese vestido que juega con el tiro largo y el corsé sin miramientos.
En 2003 lució este vestido de raso muy revelador.
Los que la acusan de vulgar, pueden tirar de archivo, aunque hay que decir que hace mucho que no luce escotes tan excesivos. ¡Aunque podría!
Comienza a aclarar su pelo y muestra estilos tan informales como este conforme avanza la década.
A pesar de su espectacular físico, Melania puede llevar atuendos tan normales como esos pantalones vaqueros y esa camiseta fucsia. Eso sí, escotazo que no falte y buena transparencia.
Los confusos comienzos del nuevo siglo le trajeron sus looks menos afortunados.
En 2002, Melania se enfundó este vestido que, en cambio, no nos convence nada. Las transparencias que hacen de ese corpiño un picardías y la caida de la falda con el remache en tul nos parecen bastante insípidos. ¿Tú qué crees? ¿te hubieses enamorado de ella entonces?
En 1999, Melania Trump no se llamaba Melania Trump pero ya apuntaba maneras.
Todavía tenía un deje de país comunista en su sobriedad y su nombre no era sino Melania Knauss. Eso sí, este vestido bien ajustado en tono lila y brillos nos parece que, puesto hoy en día, seguría deslumbrando.
Cuando Melania conoció a Donald Trump así vestía.
Su cabello era mucho más oscuro, su silueta igual de envidiable y, a pesar de estar saliendo con un multimillonario, apostaba por un look clasico en blanco, sobrio, cómodo y hermoso. Donald Trump y su flequillo, en cambio, incólumes hace ahora 15 años.
Este es uno de los looks de Melania.
Este es el diamante en bruto que Donald Trump decidió pulir. ¿Qué te parecía en su época juvenil, con sus rasgos europeos mucho más marcados?