Aunque en tu familia existan conflictos que surgieron durante el año o que vienen arrastrando de tiempo atrás, la Navidad puede ser un momento de reencuentros o de lucha, todo depende de como quieras vivirla esta vez. Aunque es difícil entrar en el terreno de aquí no ha pasado nada, es importante que tengas la madurez necesaria para que la cena navideña no se convierta en un momento amargo para ti y para los tuyos. Podría resultar una bomba debido a los desacuerdos, celos, o envidias. Por ello, es muy importante que hagas lo posible por buscar la mayor armonía posible sin entrar en luchas de poder con nadie. Asi que aquí te doy unos consejos para que puedas lograrlo.
Más en MamásLatinas: Motivos maravillosos para decorar el árbol de navidad en familia
Entre familia política, cuñados, cuñadas, suegras, suegros y más, a veces puedes sentirte diferente. Las críticas, los juicios o los comentarios negativos pueden ser muy frecuentes porque cada familia tiene sus costumbres y sus hábitos.
Es por ello que debes aprender a mirar esta situación desde afuera y con perspectiva. De esta manera no te engancharas en ninguna provocación y tampoco formarás parte de una guerra innecesaria. Hazte la vida fácil y toma en cuenta esto que te comparto.
Evita conflictos contestando gracias y cambiando el tema de conversación.
Si hay alguna crítica de uno de los miembros de la familia, no te enganches y respondas a la defensiva. Debes ser prudente, di gracias al aparente consejo y cambia el tema de inmediato distrayendo la atención hacia uno nuevo para que la conversación sea neutral.
Esfuérzate por ser amable y no prestes atención a las bromas pesadas.
No se trata de que ignores al bromista, es que no le debes dar tanto poder. No puedes poner tu armonía en manos de alguien más. Ten el propósito de pasar un buen momento. Enfócate en el resto de la familia y solo ríe de su mal chiste.
Aunque sea difícil, intenta encontrar lo mejor de cada uno de los presentes.
Sólo por esa noche no veas lo peor de él o ella según sea el caso. Sé que los sentimientos no se resuelven por arte de magia, pero tu sí puedes elegir cómo te quieres sentir y depende en lo que te quieras enfocar.
Evita hacer un drama debido a la impuntualidad de algunos familiares.
Si hay actividades que estén planeadas en familia, como la entrega de regalos o quizá algunos juegos pueden comenzar sin ellos. De esta manera, su tiempo y organización no dependerá de las personas que no han llegado.
Intenta que la elaboración de los platillos sea lo más equitativa posible.
Aunque tú seas la organizadora, lo mejor es que entre todos propongan el menú, escriban los platos en un papelito y que cada representante familiar elija uno para preparar. Las tareas resultarán más equitativas y de esta forma disminuirás la posibilidad de que alguien esté a la defensiva.
No satures a tu pareja con quejas sobre su familia.
Quizá buscas su apoyo y que sea tu aliado ante la situación incómoda que estás viviendo. Sin embargo, tu tensión crecerá si contaminas a tu pareja con lo mismo. Si aprendes a ignorar los comentarios negativos y te enfocas en lo positivo, tu experiencia de la noche será diferente.
Atiende a toda la familia por igual, no por tratarse de los tuyos seas más amable con ellos.
Trata de arreglar los desacuerdos en otro momento y comunícate asertivamente. Usar la cena de Navidad como un campo de batalla de agresiones pasivas e indirectas hacia tu familia política, no sería una buena idea.
Si es tu primera vez con la familia política, se flexible con sus tradiciones.
Evita estar a la defensiva y criticar. Haz un esfuerzo por fluir y adaptarte a sus costumbres. Solo es una noche y es a cambio de construir una relación de respeto y armonía.
Propón algunos juegos en familia para romper la tensión y hacer la cena más divertida.
Toma de pretexto el intercambio de regalos y organiza un juego divertido. Esto es para romper un poco la tensión familiar y que de alguna forma bajen la guardia disfrutando el momento.
No obligues a tus hijos adolescentes a integrarse ya que podrían tornarse rebeldes.
Puedes hacer un acuerdo con ellos antes de la cena y ser flexible cuando los veas aburridos o con cara de enojados. No le prestes atención a su conducta, deja que ellos poco a poco se integren en los momentos que entiendan deben hacerlo.