Aunque es una realidad que el acoso sexual es una conducta inadmisible en cualquier situación, la jerarquía que otorga poder a muchos hombres, facilita el camino hacia el abuso. De acuerdo con un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), "El acoso sexual está íntimamente ligado con el poder y con frecuencia se lleva a cabo en sociedades que tratan a las mujeres como objetos sexuales y ciudadanos de segunda. clase".
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Es lamentable que la cultura, el machismo y la capacidad de dominio que se da a un hombre con poder, hace que un entorno cegado ante un "falso brillo", los proteja, los admire y hasta los justifique.El hombre que acosa se siente inmune y a salvo de cualquier consecuencia. Sin embargo, los tiempos cambian y gracias al valor de muchas mujeres que han se han atrevido a denunciarlo, el panorama puede cambiar para que esto deje de normalizarse.
El poder lleva a muchos hombres a la falsa creencia de que son superiores.
Es terrible creer que aún estamos regidos por la ley del más fuerte. ¡Esto es tan primitivo! El mal uso del poder es el detonante de sentimientos de grandeza, que nada tienen que ver con la realidad. Todos somos iguales, todos los seres humanos tenemos derechos y obligaciones.
Toman ventaja del poder amenazando directa o indirectamente a manera de hostigamiento.
Se cree con derecho de hacerte comentarios inapropiados sobre tu apariencia y que aguantes sus bromas de mal gusto sobre sexo. Además, invade tu privacidad y espacio físico tocándote de manera aparentemente inofensiva.
El que abusa de su poder, casi siempre elige a los que considera vulnerables.
Muchas veces piensan que la población más vulnerable son las mujeres y los niños. Lamentablemente quien está en un estado de indefensión o de miedo, cree que será ignorado o castigado si denuncia estos actos. Y lo peor es que lamentablemente a veces así sucede.
El poder puede ser una herramienta de manipulación o chantaje con fines sexuales.
El acoso sexual puede darse a través de bromas a manera de mensajes indirectos que pueden confundir a la víctima. Esta confusión puede vivirse como un chantaje planteado desde un mal chiste, pero en realidad es una especie de carnada para ver si la víctima responde.
Propicia la falta de consideración y la creencia absurda de que pueden brincar las normas.
Los hombres poderosos o famosos pueden caer en el egoísmo y egocentrismo exagerado debido a una sensación imaginaria de grandeza. Piensan que son inmunes a cualquier consecuencia ante este tipo de conductas.
Porque la cultura y el machismo siguen fomentando el abuso de poder sobre las mujeres.
Mientras no inculquemos a nuestros hijos una forma de ver la vida de manera igualitaria y en donde dejen de predominar las diferencias, el maltrato infantil, la misoginia, el racismo, el machismo y el separatismo continuarán.
Usan el poder como moneda de cambio sintiendo un falso derecho a recibir favores sexuales.
En este caso, las mujeres que se prestan a ser acosadas, con tal de escalar u obtener un beneficio, son tan responsables como el acosador. Eso sí, aunque sea consensuado como parte de un canje , no deja de ser abuso de poder.
