¡Alce la mano la mamá que haya jurado que no le daría comida chatarra a su bebé y ha quebrantado su juramento! Casi todas deberíamos levantar ambos brazos ¿verdad? La corredera con la vivimos nos lleva muchas veces a buscar la salida fácil para alimentar a nuestra familia. Abrir una comida precocida es más rápido y práctico que ponernos a cocinar.
Cuántas veces después de una larga jornada laboral llegamos a casa y decimos: "¡Ay, no! No voy a cocinar. Prefiero pasar más tiempo con ellos". Pues bien, hay un alimento que todos los latinos conocemos bien, pero que pocos sabemos que es un excelente recurso nutritivo para nuestro bebé: el aguacate.
Sí, el aguacate en todas sus variedades es una excelente opción para ofrecérselo a los bebitos que inician su alimentación complementaria más o menos después de los seis meses de edad. Por la consistencia de esta fruta resulta fácil de masticar, tanto para aquellos que ya han iniciado el proceso de dentición como para los que no.
El aguacate es rico en vitaminas y minerales, además de que también contiene cierto grado de hierro. A los bebés mayores de ocho meses se lo podemos cortar en cuadritos y agregárselo a las sopas. Para los mayores de un año, podríamos hacer una papilla y untar el pan o una tortilla, tal y como si fuera mantequilla. La idea es ser creativas y recordar que tenemos un aliado que nos permitirá alimentar a nuestro bebecito saludablemente y no nos hará pasar largas horas en la cocina.
¿Te animas a darle aguacate a tu bebé?
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