Decir o pensar: “tengo un hijo bien educado” no es suficiente. Tú y yo como madres sabemos que necesitan ser personitas de bien. Claro, esto no significa que no tengan defectos. Somos seres humanos por lo que cuando te digo que deberán ser personas de bien me refiero a que tengan alternativas constructivas para resolver problemas, que piensen en sí mismos, pero también en los demás y sobretodo que sean empáticos, generosos, compasivos y asertivos, sin dejar de lado sus metas. ¡Vaya tarea la que nos toca como padres! ¿No crees?
Las mamás y papás tenemos una labor formativa muy importante cuando decidimos tener hijos. Más allá de darles techo y alimento, también está la parte de guiarlos y educarlos de manera que puedan sentirse libres y que al mismo tiempo tengan los límites necesarios para ser personas constructivas que busquen dar lo mejor de sí y hacer de este mundo uno mejor. Es por ello que aquí te comparto algunos valores importantes que son básicos para inculcar a tus hijos.
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Tú y yo también sabemos que vivimos tiempos difíciles donde los efectos del egoísmo, el maltrato y la ambición en el mundo son causa de la falta de valores así que si nutres a tus hijos con ellos, podrán convivir y adaptarse a la vida de manera libre, pero al mismo tiempo de formas en las que no dejen de lado la importancia de ponerse en los zapatos de otros. El mundo necesita que eduquemos a nuestros hijos desde la inteligencia emocional que les permita vivir en equilibrio con ellos mismos y con el entorno.
Cuando los niños tienen un camino bien trazado, saben hacia donde dirigirse y por lo tanto se sienten con confianza ante los pasos que dan. Es nuestra responsabilidad marcar dicho camino para que se sientan seguros y sobretodo acompañados en el proceso de su formación. Los valores son indispensables para que desarrollen una adecuada autoestima, auto concepto y autovaloración. Cuando se valoran a sí mismos, aprenden a valorar al mundo en general.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
El valor de la tolerancia.
Ser tolerantes comienza por entrenarlos en la tolerancia a la frustración, ya que tendrá efectos en la aceptación de la diversidad. Para que tu pequeño aprenda a respetar las diferentes formas de pensar y de ver el mundo es necesario que tú y papá sean un modelo para seguir, por lo que es importante cuidar la forma en cómo se refieren a las personas, desarrollar un lenguaje inclusivo y sobretodo actitudes inclusivas. Tus pequeños serán flexibles con aquellos que piensan diferente, hablan diferente, tienen capacidades diferentes cuando logren desarrollar la empatía, no solo se trata de darles consejos, sino que necesitan practicarla, de manera que así podrán adaptarse al mundo siendo inclusivos, comprensivos y finalmente tolerantes.
Tip para educarlos en la tolerancia: Enséñalos a escuchar las opiniones y sugerencias de todos en casa.
Es muy importante que en casa todos puedan opinar y que cada uno tenga oportunidad de llevar a cabo sus ideas, aunque los demás no estén de acuerdo. Pueden darle voz a cada uno en cuanto a las actividades que proponen para la diversión familiar, de esta forma aprenden a escucharse y a tomar en cuenta las propuestas de todos. A veces podrán resultarles aburridas o querrán imponer su propia propuesta, es por ello por lo que deben respetar sus turnos y sus tiempos de elección, asumiendo el resultado final. Pueden hacerlo con los lugares para visitar durante el fin de semana, con las películas que quieren ver en el cine o con los juegos que proponen en familia. Lo importante es que prueben cosas distintas y sean tolerantes con ello. Es un entrenamiento que requiere práctica, no esperes que lo comprendan a la primera.
El valor del respeto.
El respeto parte de la tolerancia ya que cuando los niños logran internalizar la sensación de unificación e inclusión aprenden a respetar sus necesidades y las de los demás. El respeto puede implicar muchas cosas, pero siempre tendrá un común denominador de por medio y es que debe venir de una sensación genuina y no de sentirlo como obligación, por ello la tolerancia es primero. Por otro lado, aquí también aplica el hecho de que antes de enseñar respeto a tus hijos tu debes mostrar respeto por ellos y por ti misma. Si tú reaccionas de forma exagerada, con gritos y poca capacidad de control les estarías pidiendo un respeto que no les das y podrían confundir el concepto. Es por ello que aquí debes aplicar la norma de tratarlos como te gustaría ser tratada y olvidar la falsa creencia de que por ser niños deben recibir regaños a gritos. Los límites pueden ser sanos y deben estar basados en el respeto.
Tip para educarlos en el respeto: Ayúdalo a expresar sus emociones para que las pueda gestionar adecuadamente.
Antes de señalarlo como un niño que está siendo irrespetuoso cuando se deja llevar por sus impulsos, primero necesita comprender lo que está sintiendo para que pueda ponerle nombre y después aprenda a gestionar dicha emoción que lo lleve a las manifestaciones de respeto. Recuerda que los niños no conocen conceptos abstractos y si tú sólo le dices que no sea irrespetuoso, lo que sucederá es que no comprenderá a qué te refieres exactamente. Debes ser muy concreta y clara al pedir que tenga respuestas que impliquen respeto. Si tu niño se enoja y avienta algún objeto hazle saber que puede enojarse pero debe buscar otras alternativas que no impliquen que destruya cosas.
Obediencia desde el seguimiento de instrucciones basado en un pensamiento crítico.
Este es un valor muy importante que es indispensable para aprender a convivir en sociedad, muchos podrían hablar de ello desde el término “obediencia”. Sin embargo, esto implica un riesgo latente ya que la practica de la obediencia viene de los procesos de crianza tradicionalista donde a los mayores se les tiene que decir sí a todo y esto ha colocado a muchos niños en peligros ante abusos de todo tipo. Es por ello por lo que es un valor que debe ser inculcado con sumo cuidado y sobretodo comienza por la convicción de la instrucción que sigue es por el bien común y no trasgrede ninguna frontera sobre el respeto a sí mismo y a su cuerpo. Tu pequeño necesita apegarse a ciertas normas ya que son parte de una sana convivencia. No podemos hablar de libertad total ya que al ser niño se dejaría llevar meramente por sus impulsos y deseos inmediatos. Lo importante de este valor es que aprenda a autogobernarse.
Tip para seguimiento de instrucciones: Aunque te tome más tiempo, es necesario que le expliques el por qué y el para qué de una norma.
Olvídate de la frase tradicional de: “Lo tienes que hacer porque lo digo yo”. Esta falsa idea de educación basada en el sometimiento no enseña ningún tipo de valor que pueda interiorizarse de forma genuina. El punto es que a tus hijos debes explicarles desde su nivel de comprensión el porqué y para qué de una norma. Háblales de los efectos que pueden darse cuando ésta regla no se lleva a cabo, de como cuando alguien se pasa un semáforo en rojo puede provocar un accidente por ejemplo o de porque es importante recoger la basura por el bien del planeta. Ayúdate de cuentos o videos educativos ya que la intención no es que lo asustes sino que lo eduques en consciencia.
El valor de la responsabilidad.
El que tu pequeño se apegue a una norma conllevará a que sea responsable consigo mismo y con los demás, por lo tanto y si te das cuenta es el efecto del valor anterior. Para reforzar en ellos la responsabilidad es muy importante crear hábitos ya que la repetición y la constancia les darán la estructura necesaria para interiorizar la importancia de cada actividad que se reforzará desde la rutina. No es un tema sólo de deber y obligación sino también de disposición y voluntad. Es por ello que a pesar de que en ocasiones sientan un poco de pereza, pueden contrarrestarla cuando tienen la voluntad de cumplir con un compromiso adquirido basado en su etapa de vida. Aquí es muy importante que como padres y madres tengamos claro que cada responsabilidad debe ir de acuerdo con su nivel de desarrollo y capacidades.
Tip para forjar sentido de responsabilidad: Inculca la colaboración y el trabajo en equipo a manera de juego.
Esto ayudará a que tus hijos sean responsables de manera divertida, pueden hacer dinámicas en donde cocinen y recojan la cocina, ayuden a limpiar algunos espacios de la casa y tengan pequeñas labores colaborativas en el hogar. Pueden jugar a la lavandería, al supermercado o a la cafetería. Es importante comenzar con estas dinámicas a edades muy tempranas para que puedan ir desarrollando este sentido de responsabilidad sin sentirse forzados, regañados y obligados a cumplir con algo. Es por ello que el juego y las dinámicas divertidas son de gran importancia para desarrollarlo. Por otro lado, es importante resaltarles que cada colaboración es para el bien común y que todo aquello representa un apoyo que tendrá efectos positivos para todos, es así como aprenderán también la importancia de la responsabilidad social.
El valor de la generosidad
Es importante que tus hijos sepan compartir y lo hagan con convicción. Al principio, puede ser una acción que se les dificulte, ya que su naturaleza infantil puede impedir que se desprendan fácilmente de sus juguetes u objetos personales. En este caso ten cuidado de no obligarlos o chantajearlos con frases como: “Debes compartirlo sino ya no te voy a dejar jugar” o “debes prestar tus cosas si no te las voy a quitar”. De una vez te digo que esto no funcionará ya que, si lo hacen, lo harán de forma coercitiva y por lo tanto no podrán comprender la verdadera intención de ser generosos. Es importante ir de menos a más, sin juzgarlos o regañarlos por ello.
Tip para fomentar la generosidad: Guíalo a que también construya para otros.
Existen muchos momentos pedagógicos de los cuales puedes hacer uso. Cuando se presentan oportunidades como el cumpleaños de algún amiguito, por ejemplo, más allá del regalo que le puedan comprar pregúntale a tu hijo qué es lo que más disfruta hacer su amigo. De esta forma le puede obsequiar algo pensando genuinamente en él. Puede hacerle un pequeño dibujo o algo elaborado con sus manos. De esta forma depositará su amor en el obsequio, llevándolo más allá de la cultura del consumismo y desarrollando la generosidad en función de las necesidades de otros. Esto ayudará a que aprenda a conectarse con sus pares y darse cuenta de la importancia de las muestras de afecto.
El valor de la perseverancia.
Dice el dicho que el que la persevera alcanza y cuando tus hijos intentan y buscan opciones de solución para llegar a sus metas, no sólo están desarrollando habilidades, sino que también están fortaleciendo la autoconfianza. La perseverancia también tiene una función para el bien común cuando buscan descubrir algo que puede beneficiar a otros, por ejemplo, muchos científicos e investigadores que han aportado grandes cosas a la humanidad lo han logrado a través de la perseverancia, como es el caso de Thomas Alva Edison a quien no le importó fracasar muchas veces en sus intentos por inventar la bombilla eléctrica hasta que lo logró, dejando un gran legado al mundo entero.
Tip: Fomenta el valor de la perseverancia en tus hijos conteniéndolos en sus pequeños fracasos.
Además de que puedes contarles historias o leerles cuentos de personajes que alcanzaron sus sueños a través de la perseverancia, también puedes platicarles experiencias personales que los hagan sentir que a pesar de los intentos fallidos y de las emociones de frustración que esto puede implicar, siempre habrá una salida. Si sienten frustración ante el fracaso es importante que la descarguen con un pequeño grito a manera de juego, o golpeando un objeto neutro como un colchón o un costal de boxeo y después puedan pensar en otro plan de acción. Recuerda que tu compañía y comprensión en el camino es muy importante. Así que no los juzgues cuando se sientan frustrados. Al contrario, hazles saber que entiendes su emoción, platícales alguna experiencia personal y luego busquen juntos una nueva solución.
El valor de la honestidad.
Cuando tus hijos son honestos, aprenden a asumir las consecuencias de sus decisiones y esto los lleva a la responsabilidad de actuar más allá de los impulsos. A pesar de que la capacidad y planeación termina de desarrollarse totalmente pasada la adolescencia, tus hijos pueden formar un criterio basado en la importancia de tener confianza en sí mismos y en los demás. De esta manera se vuelven personas justas a favor de la verdad. Los niños tienden a mentir o a manejarse desde una doble moral cuando son castigados sin explicación alguna, cuando son juzgados al ser ellos mismos y por lo tanto deciden desarrollar dos personalidades por decirlo de alguna forma. Es por ello que de ti depende que tus hijos vivan de una manera en la que se sientan libres de ser, con los límites pertinentes pero libres de todo juicio que condicione su esencia.
Tip para fomentar la honestidad con fábulas como la de ´Pedro y el lobo´ puede serte de gran utilidad.
El que tus hijos conozcan las consecuencias de la falta de honestidad es un punto clave para que quieran interiorizar este valor. Te pongo el ejemplo de la fabula de ´Pedro y el lobo´ porque es la que ejemplifica perfectamente los efectos de las mentiras. No solo a nivel personal sino también en cuanto a cómo pueden perjudicar a una sociedad entera. Así pues, está por demás decirte que no debes mentir frente a ellos porque la congruencia y la consistencia en la verdad serán tu ejemplo a seguir. Ni siquiera una mentira piadosa es válida en este caso, ya que cuando tus hijos perciben de ti la honestidad, invariablemente la replicarán en su vida como parte de su esquema de valores.
El valor de la amistad y la solidaridad.
Aunque el dicho popular dice que los amigos se cuentan con los dedos de una sola mano, el desenvolvimiento social en tus hijos es fundamental en su desarrollo y en sus procesos de comunicación. Además, ser un buen amigo desarrolla el valor de la lealtad y el compañerismo al igual que fomenta el trabajo en equipo y la empatía. Es por ello que tus hijos siempre deben contar con su red de apoyo y para ello no necesitan ser introvertido o extrovertido. Al contrario, necesitan ser ellos mismos, aceptando su personalidad y fluyendo con el entorno de manera sana.
Tip: Fomenta el valor de la amistad permitiendo pequeñas reuniones en casa o fuera de casa bajo tu supervisión.
Permíteles que inviten a sus amigos a casa y realicen actividades recreativas con sus pares. Es muy importante que conviva, que juegue y trabaje en equipo. De esta manera estará en el escenario ideal que le permitirá poner en práctica todos los valores de la lista anterior. La amistad es una forma de desarrollar el amor a los semejantes al mismo tiempo que pueden ser tolerantes, ya que el respeto a las diferencias en el grupo de amigos es fundamental para una convivencia armónica pero también empática. Como podrás notar, el valor de la amistad resume en uno todos los valores anteriores que al ser practicados les permitirán ser muy buenos amigos.
*Karina Suárez Fernández es psicóloga clínica, psicoterapeuta de profesión y madre de dos. *
Escucha estos valores que todo padre y madre debe heredar a sus hijos
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