Las clases online han generado muchos cambios en la rutina de nuestros hijos, convirtiendo sus dispositivos móviles, las pantallas y las consolas de videojuego en una extensión más de su cuerpo. Aunque las pantallas son una herramienta básica para su aprendizaje escolar, en estos momentos en realidad resulta preocupante el hecho de ver que le dedican todo el día porque consideran que es la única manera de establecer contacto con sus pares. Poco a poco van soltando la actividad, el movimiento, el juego, la lectura e incluso su vida misma. Todo para dedicar su atención a pasatiempos electrónicos que los mantienen en un sedentarismo y adicción que como madres debemos desalentar. Así que estos consejos que te comparto te podrían ayudar un poco a lograr un balance. Toma nota.
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Muchos especialistas de la pedagogía y psicología infantil recomiendan el aburrimiento como parte importante para que tus hijos puedan generar y desarrollar la creatividad que les permita la inventiva que les quite el hastío. El problema es que ahora llenan ese vacío de aburrimiento dedicándole todo el día a los videojuegos, a las redes sociales e incluso a Tiktok. Yo soy una madre a favor de la tecnología porque rompe muchas fronteras, con lo que no estoy a favor es con la perdida de balance entre el mundo real y el mundo tecnológico. Así que pon atención que quizá esto te funcione.
Propón en casa una nueva norma : un día libre de tecnología a la semana.
Sí, yo sé que suena imposible y el truco está en negociarlo dando opciones con un planteamiento que no suene a imposición. Es importante que les digas algo así como: “A partir de ahora hay una nueva norma en casa de un día sin tecnología. Podemos votar cada uno si será dos días de la semana, un día a la semana o un día cada quince días”. Ese día deberán planear actividades recreativas y el capitán se irá rotando. Esto requiere de ti paciencia, empatía, voluntad e incluso que tengas el argumento inamovible de que lo haces para que todos se desintoxiquen y convivan planeando actividades.
Usa una canasta especial donde todos deben depositar sus dispositivos en un horario acordado durante el día.
Durante el día, manéjalo como el momento de la “hora libre”, siempre usando frases en positivo, jamás diciendo cosas como: ‘la hora sin dispositivos’ porque en este caso los estarías programando mentalmente a una renuncia, algo que les producirá un rechazo inmediato. Ellos sentirán que estás retirándoles un privilegio. En esa hora libre pueden hacer lo que ellos quieran: jugar, hacer deporte, bailar, salir a caminar o incluso ordenar su habitación.
Un día a la semana ellos deben proponer una actividad deportiva o de movimiento para hacer juntos.
Además de que es un buen momento para pasarlo en familia, les das la oportunidad de elegir y proponer. Esto los ayuda a sentirse parte del proceso de cambio y además se sienten tomados en cuenta. Aunque al principio los veas renuentes a estos cambios que estableces en casa, poco a poco lo irán disfrutando, pero, sobre todo, se irán adaptando. Debes tener cuidado de que no suene a imposición, por eso cuida mucho tu actitud corporal y verbal. Son límites necesarios, pero deben sonar democráticos en la medida que puedas.
Organiza tardes de juegos de mesa, aunque el día debe estar programado y avisado con anticipación.
Además de que es un buen momento para pasarlo en familia, les das la oportunidad de elegir y proponer. Esto los ayuda a sentirse parte del proceso de cambio y además se sienten tomados en cuenta. Aunque al principio los veas renuentes a estos cambios que estableces en casa, poco a poco lo irán disfrutando, pero, sobre todo, se irán adaptando. Debes tener cuidado de que no suene a imposición, por eso cuida mucho tu actitud corporal y verbal. Son límites necesarios, pero deben sonar democráticos en la medida que puedas.
Salgan a caminar al menos tres días de la semana con el pretexto que sea, así los convencerás sin obligarlos.
Necesitas hacerlo con cualquier pretexto e invitarlos a que te acompañen. Puede ser sacar a pasear a la mascota, ir al supermercado más cercano, salir un poco a recolectar hojas de árboles o incluso a tomar fotografías. Sé que hoy en día debemos tener muchas precauciones como el uso del cubrebocas y evitar contacto con multitudes, es por eso que lo mejor es que sea en parques cercanos o caminar por el vecindario. Recuerda que no sea una obligación establecida sino una propuesta casual.
Evita culpar al móvil, a los videojuegos o a las pantallas y enfócate en la actitud.
Evita decir cosas como: “Por culpa de ese móvil no pones atención”. “Por estar jugando videojuegos todo el tiempo ya no quieres hacer ejercicio". “Por estar metido en las redes has dejado de cumplir con tus labores”. Eso hará que se aferren más y podrían seguirse excediendo en el tiempo y hacerlo por rebeldía. Mejor enfócate en la actitud. Hazle saber que la actitud de distracción en sus actividades favoritas le impide cumplir con sus responsabilidades y que debe aprender a balancear para evitar alguna consecuencia lógica.
Debes balancear, saber negociar y ceder de vez en cuando.
Si tú los restringes totalmente y eres demasiado determinante con los tiempos y horarios, ellos se podrían rebelar. Por ello, es muy importante que si han cumplido con las nuevas normas propuestas en el uso de pantallas, de vez en cuando les des un permiso extra que vean como privilegio por su disposición para apegarse al tiempo en familia. Incluso pueden proponer de vez en cuando actividades de canales de YouTube como clases de baile, karaoke o incluso juegos en línea como parte de tiempo en familia.