Razones por las que no debes sentirte culpable si no puedes lactar o decides no hacerlo

He mencionado la palabra “decisión” gran cantidad de ocasiones y esto es porque jamás debes sentirte obligada aunque también seré enfática en que necesita ser una elección "informada" y de preferencia con una consultora certificada. La OMS lo recomienda hasta los seis meses de tu bebé. Sin embargo, al ser un tema tan polémico existen muchos señalamientos de grupos e instituciones que descalifican y reprueban incluso públicamente, a las madres que no pueden o deciden no hacerlo, sin conocer los motivos que hay detrás de esta elección. Cada caso es diferente, e incluso cada experiencia de maternidad también, lo mejor es que te convenzas de que siempre tendrás ese derecho de elección y que los demás piensen lo que quieran.

La lactancia es una fase en el proceso de desarrollo de tu bebé y requiere que estés libre de estrés. Cuando existen barreras que imposibilitan que lo amamantes, siempre habrá alternativas. Además, debes tener en cuenta que ser mamá y criar saludablemente a tu bebé no se enfoca solamente en esta práctica por sí misma. En realidad, lo más importante de la lactancia es el alimento que nutre tanto física como emocionalmente y puedes proporcionarlo de otras maneras.

Si no puedes o no quieres hacerlo, es importante que pongas el foco de atención en la formación del vínculo entre tú y tu bebé. La lactancia es un camino, aunque no es el único. Esto significa que conectarte emocionalmente con tu bebé es algo primordial mientras lo estés alimentando. Acaricia sus manitas, cruza tu mirada con la suya, transmítele el amor que sientes por el a través del contacto y vuelve la hora de la mamila en un momento único entre tu bebé y tú.

El umbral del dolor es diferente en cada ser humano, es muy importante que no midas tu amor materno por la cantidad de dolor que necesitas tolerar durante la lactancia ya que, si se convierte en algo que te está haciendo sufrir, este momento tan especial de encuentro entre tú y tu bebé, dejará de serlo. Si tienes mastitis (infección en tus glándulas mamarias), has hecho los esfuerzos necesarios para que sea una lactancia exitosa y el dolor no te lo permite, evita aferrarte porque lo estarás convirtiendo en un momento desagradable que no te permitirá establecer la conexión necesaria durante el momento de alimentarlo. No olvides que como te lo mencione antes, también se trata de una alimentación emocional.

La limitación con la depresión es que como madre no te sientes en condiciones para estar emocionalmente disponible para tu bebé. Aunque, la depresión posparto no es un impedimento biológico ya que aún con el medicamento que el psiquiatra pueda prescribir, muchas madres creen que esto alteraría los componentes de la leche y no es así. Los medicamentos preescritos por los especialistas para este padecimiento son seguros para la lactancia. El verdadero impedimento está en tu estado emocional que te quita toda motivación para la conexión.

Si tus pezones son planos, la lactancia se puede convertir en un proceso sumamente complicado, aunque no imposible. Sin embargo, recuerda que lo que está en juego aquí es el agotamiento emocional que te genera el esfuerzo sin resultados. Tu bebé se puede desesperar al no lograrlo, tú puedes sentirte incapaz anatómicamente y esto puede ser una bomba de emociones que nuevamente convierten el momento en algo desagradable. Algunas alternativas que muchas madres llevan a cabo es que sacan su leche con un extractor y la colocan en un biberón para que el bebé la pueda ingerir fácilmente. Aunque también hay muchas que deciden optar por la fórmula después de muchos intentos fallidos y recomendaciones pediátricas parar darle la forma adecuada al pezón.

Debido a una mastitis mal tratada, así como a las grietas que pueden formarse en tu mama por lactar, en ocasiones existen consecuencias como la formación de un absceso que no se puede drenar. Es una protuberancia llena de pus que se convierte en algo doloroso que debe ser tratado. Muchos especialistas coinciden en que esto no es un impedimento clínico para que puedas amamantar a tu bebé. Sin embargo, el dolor que a veces viene acompañado de fiebre puede ser excesivo y llevarte a la decisión de renunciar y repito, solo tú sabes cómo te sientes así que no debes juzgarte por hacerlo.

Si el estrés que estás sintiendo por la falta de éxito en lactancia, sumano por las presiones del día a día, está escalando a los niveles de ansiedad donde incluso comienzas a sentir rechazo por los momentos en los que te toca alimentar a tu bebé, es importante que sepas que algunas investigaciones serias han demostrado que el miedo y la ansiedad de la madre están relacionados con el sistema neuroendocrino y esto afecta invariablemente la secreción de prolactina y oxitocina, siendo esta ultima la hormona que favorece el apego, por lo tanto la producción de la leche también se verá afectada.

La misma investigación que te mencionaba en el punto anterior, determinó que las hormonas que se producen debido a los momentos de tensión y estrés afectan negativamente las funciones fisiológicas de la madre. Estas hormonas traspasan a los bebés que están lactando desde el plasma sanguíneo y esto puede tener efectos en su maduración neurológica e incluso inmunológica. Es por esta situación que es importante evaluar si tus emociones alteradas y en desequilibrio causadas por el sentimiento de culpa al no lograr la lactancia exitosa, están siendo un factor que perjudique a tu bebé a través de la lactancia. Así que, lo mejor es que estés relajada y tranquila y si para ello es necesario renunciar a lactar, tendrás que evaluarlo con tu especialista.

Es una enfermedad hereditaria y que causa que el bebé no digiera uno de los azúcares que conforman a la lactosa y que es conocida como galactosa. El problema más importante es que como tu bebé no la digiere, esta comienza a alojarse en diferentes partes de su organismo y puede provocar daños en su hígado, cerebro, riñones y ojos. Esta condición médica en tu bebé imposibilita que puedas tener una lactancia exitosa.

Lamentablemente el Virus del Síndrome De Inmunodeficiencia Adquirida puede pasar al bebé vía directa por la leche materna por lo que muchos especialistas sugieren hacer uso de un banco de donantes de leche materna como una opción viable para que el bebé reciba de primera instancia los nutrientes de las donantes. Estos bancos tienen las medidas necesarias de pasteurización y de medición de calidad necesaria para que pueda ser consumida por los bebés de una forma segura.

Este es un retrovirus que la madre pudo haber contraído desde un contagio por jeringas, por transfusión o por contacto sexual. Los efectos al contraerlo son importantes ya que pueden provocar enfermedades degenerativas o inmunológicas entre muchas otras más. Es de riesgo alto para el bebé ya que también puede pasar por medio de la leche materna por lo que está prohibida la lactancia si la madre tiene esta condición de salud.

Esta es una enfermedad hereditaria transmitida por un gen de alguno de los padres y provoca que los bebés carezcan de una enzima necesaria para descomponer un aminoácido esencial llamado fenilalanina, por lo que deben tomar suplementos especiales de leches artificiales específicas para esta condición y que de esta manera no afecte su sistema nervioso central que podría provocarles un daño cerebral.

Cuidar a un bebé requiere de toda tu concentración, dedicación, energía para poder conectarte con sus necesidades básicas y emocionales y así responder a ellas en perfecta sincronía. Sin embargo, no siempre se cuenta con el apoyo adecuado o con el entorno adecuado e incluso con el tiempo suficiente debido a las distintas circunstancias en las que pueden rodearte como mamá. Puede que tengas que retomar muy pronto tu trabajo, o que seas madre soltera o que tengas gemelos. En fin, existen circunstancias que por temas de practicidad te llevan a tomar esta decisión.

Tener a tu bebé, pero con tu vida en peligro después del parto es algo que te incapacita para estar en condiciones optimas ya que requieres tu propio proceso de recuperación para estar entera para él. Incluso muchas veces el riesgo es tan alto que podrías morir si no hay un seguimiento médico inmediato a pesar de que en ese lapso a veces largo de tiempo, no puedas tener contacto con tu bebé. Las complicaciones postparto más comunes y que deben ser tratadas de inmediato son: complicaciones con la anestesia, problemas cardiovasculares, sangrado excesivo y otros imprevistos que se pueden presentar.

*Karina Suárez Fernández es psicologa clínica, psicoterapeuta y mamá de dos adolescentes. *

Mamá Dice es el podcast de consejitos de maternidad de MamásLatinas. Escúchanos de lunes a viernes en tu plataforma de podcasts favorita. Son cortos y se adaptan al estilo de vida de cualquier mamá.