El 21 por ciento de los partos en el mundo son por cesárea, según la Organización Mundial de la Salud. Y se proyecta que, de cara al 2030, esa cifra aumente a un 29 por ciento a nivel mundial, con tasas mucho más altas en zonas como Latinoamérica y el Caribe. Estos números están muy por encima de las tasas recomendadas por la OMS, que sugiere que solo entre un 10 y un 15 por ciento de los partos sean por cesárea.
Más en MamásLatinas: Utilicé una doula durante mi parto y aquí las razones por lo que lo recomiendo al 100%
La cesárea puede ser una cirugía esencial para salvar la vida de un bebé y su madre, al ser una intervención quirúrgica para extraer el bebé del vientre de una persona. Sin embargo, también podría exponer a ambos a riesgos de salud innecesarios si la cesárea se realiza sin una necesidad médica existente.
La OMS recomienda que la cesárea se realice cuando hay un “trabajo de parto prolongado u obstruido'', cuando hay “sufrimiento fetal” o porque “el bebé se presenta en una posición anormal”. Pero destaca que una cirugía como esta puede tener riesgos. Por ejemplo, que haya sangrado abundante o una infección, que la recuperación sea más lenta después del parto o que haya complicaciones en embarazos futuros.
Pero, ¿qué pasa cuando es la propia madre la que pide que le hagan una cesárea? Esto se conoce como “cesárea a demanda”, “cesárea a la carta” o “cesárea a elección del paciente”. Las razones para solicitar este tipo de cesárea son variadas y van desde miedo al parto, miedo al dolor y presión familiar, hasta una mala experiencia previa o la necesidad de tener más control sobre lo que ocurrirá. Incluso hay quienes quieren mantener la integridad de su suelo pélvico.
El campo médico ahora reconoce el derecho de una paciente a someterse a una cesárea a demanda, aunque no tenga la necesidad médica. Explican que, si un paciente puede dar consentimiento para someterse a una cirugía estética, también lo puede hacer para una cesárea. Sin embargo, recomiendan que sea programada para hacerse entre la semana 39 o la 40 del embarazo. Y lo ideal es que te orientes con tu médico para saber todos los riesgos que corres.
Escucha este episodio de nuestro pódcast 'Mamá Dice' sobre los mitos y realidades sobre la cesárea:
Aquí los mitos y realidades alrededor de las cesáreas:
Mito 1:
Dar a luz por cesárea evitará el dolor a la madre. La realidad es que, al momento de la cirugía, la madre tendrá anestesia, pero esto no significa que no existirá ningún tipo de dolor. En los partos por cesárea, la mujer debe guardar reposo, evitar moverse durante las primeras horas y es probable que experimente molestias en el abdomen, entre otras. Después de todo, se ha sometido a una intervención quirúrgica.
Mito 2:
Si has tenido una cesárea previa, no podrás dar a luz por parto vaginal. La realidad es que hasta un 50 por ciento de los partos posteriores a una cesárea son vaginales. Todo dependerá de la cantidad de cesáreas que la madre se haya realizado antes, de las condiciones del útero y de la salud de la madre.
Mito 3:
En un parto por cesárea, el bebé no corre ningún riesgo. La realidad es que, como pasa con cualquier intervención quirúrgica, puede haber riesgos, tanto para mamá como para bebé. En el caso de los recién nacidos, algunos de los peligros que podría implicar realizar una cesárea son alteraciones pulmonares, lesiones y un aumento en el ingreso a terapia intensiva.
Mito 4:
A las mujeres que tuvieron una cesárea se les dificulta la lactancia. Esto es falso, ya que las hormonas para la lactancia se producen en el embarazo, no en el parto. Así que la cesárea no afecta la capacidad de una madre para amamantar a su bebé, aunque se recomienda que lo lacte tan pronto pueda para garantizar un buen abastecimiento de leche.
Como siempre, destacamos que antes de tomar alguna decisión sobre la forma en que deseas dar a luz a tu hijo, debes consultar con tu obstetra, quien conoce a detalle y mejor que nadie tu caso.