Ni por presión social, ni por la presión del reloj biológico, ni por que es lo que sigue en la vida de toda mujer, ni por el que dirán, en fin, hay muchas razones por las que jamás debes ser madre sino te sientes lista aún para serlo.
Ser mamá es una experiencia muy linda que te llenará de alegrías, pero es una decisión que requiere convicción y conciencia. Es un paso que debes dar con seguridad y confianza para que lo puedas disfrutar. Además, antes de ser mamá, lo mejor es que no te quedes con ganas de nada y tengas un trabajo interno de autoconocimiento. Aquí te pongo una pequeña lista de las cosas que te sugiero que hagas antes de embarazarte o adoptar un bebé.
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Considera que cuando tu bebé nazca habrá cosas a las que tengas que poner pausa ya que es un momento transitorio que puede requerir tu atención y concentración total.
Habrá renuncias que hacer y lo mejor es hacerlas con voluntad y con disposición, por eso no debes quedarte con ganas de nada y probar las experiencias necesarias que sacien tus curiosidades de la vida y que te lleven a un encuentro contigo misma. Mira aquí las cosas que te propongo hacer antes de ser madre.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
Vive la vida loca como dice la canción.
Me encanta esta canción porque más allá de dejarte llevar por tus impulsos, se trata de que pruebes las experiencias que te dan curiosidad, eso si, siempre que sean cosas que no pongan en riesgo tu integridad en ningún sentido. Se trata de que pruebes tu libertad, de que te sientas con la capacidad de tomar decisiones que no te limiten y el punto es que cuando eres madre, debes pensar en dos y tus decisiones ya deben ir en función de ambos, de tu bebé y de ti. Así que vive todas las cosas que quieres, viaja, aprende, recorre el mundo sin presiones ni internas ni externas si así lo deseas. Esto es por ti y por tus hijos porque así expandirás su mundo a través de haberte dado la oportunidad de expandir el tuyo.
Disfruta tu vida nocturna.
Disfruta de un bar, de un concierto, de una fiesta, de una reunión y de tu vida nocturna, es una especie de ritual de despedida y no porque no vayas a hacerlo de nuevo en algún momento, es solo que pasará algún tiempo considerable antes de que lo puedas hacer libre de agotamiento, además de que será en una nueva etapa de tu madurez personal y lo disfrutarás de otra manera, no con tanta adrenalina. Y es que cuando ya te sientes lista para ser madre y quieres serlo, sentirás otras inquietudes, así que no pierdas tus momentos de disfrutar desde este momento de libertad.
Busca tu realización personal.
No te dejes confundir por los referentes de los estereotipos de la vida perfecta que incluyen a la maternidad como la única meta para ser feliz. Si bien ser mamá es una experiencia de vida muy especial, no es la única que te garantiza realización, puede ser parte pero no es lo único. Encuentra tu camino haciendo lo que te gusta, cumpliendo las metas que requieren toda tu energía y esfuerzo. Aprende a vivirte y experimentarte como una mujer autónoma e independiente en sus logros para que te sientas con la confianza suficiente para proteger a alguien más.
Vive tu mejor versión.
Quizá en este momento te estés preguntando ¿cómo saberlo? Yo puedo decirte que es como una brújula interna con la que te sentirás en tu mejor momento porque ha dejado de importarte el qué dirán, porque estas dispuesta a concentrarte en ti. Es un momento en el que sabes aceptar tus virtudes, pero también tus defectos, sabes que eres una mujer de carne y hueso que va aprendiendo sobre la marcha, que se exige pero que no se flagela con el perfeccionismo, que sabe escuchar pero que primero se escucha a sí misma. Tu mejor versión no incluye a la mujer intachable sino a la que sabe como corregir el rumbo y la que está dispuesta a recalcular las rutas impuestas.
Explota todo tu potencial y tus talentos.
Todos los seres humanos tenemos talentos y habilidades especiales que nos hacen únicos, pero sobretodo que nos hacen sentir plenas. Debes descubrir tu potencial y llevarlo al máximo, descubre aquello en lo que eres buena y que incluso harías sin que te pagaran. Esos son los rumbos de la felicidad y necesitas experimentarlos al máximo para seguir escalando en la vida. Cuando creas nuevas cosas a través de tus habilidades innatas, estás dándote amor a ti misma y aportando algo al mundo, al experimentarlo, es algo que también podrás inculcar en tus hijos.
Entrénate para enfrentar cambios.
De repente sal de tu zona de confort y toma caminos diferentes cuando vayas rumbo a tu trabajo o vacaciona en un lugar distinto, quizá algo que ponga a prueba tu creatividad. Ve a un bosque donde estés desconectada de la tecnología, haz un pequeño ejercicio de encuentro contigo misma y con la naturaleza, libérate de las comodidades cotidianas con la intención de poner a prueba tu capacidad de adaptarte rápidamente a los cambios y de reaccionar ante los imprevistos. Esta es una habilidad que necesitarás cuando estés en las primeras etapas de tu maternidad.
Ten los ingresos económicos necesarios y un buen ahorro.
Tengas o no una pareja en la que te apoyes económicamente, busca la seguridad de que tus ingresos son suficientes para vivir con tranquilidad y así poder concentrar tu energía de preocupaciones en resolver situaciones del bebé. Las inversiones que requiere un bebé van desde el pediatra, sus utensilios especiales como biberones, cuna, carriola entre otros, hasta el hecho de los pañales y el alimento. Además, no olvides que es una inversión a largo plazo que seguramente harás con mucho gusto si planeas todo con calma y con objetividad, no dejes que nada te tome por sorpresa.
Comprate antes todo lo que te quieras comprar.
Como te decía en el punto anterior, los hijos requieren de grandes inversiones tanto a largo plazo como a corto plazo. Es por esto que, si puedes darte todos los gustos materiales que has deseado antes de ser madre, sería mucho mejor. No me vayas a confundir porque no tiene que ver con desarrollar mentalidad de carencia, mas bien tiene que ver con que con el tiempo las prioridades cambian. Así que si anhelas mucho ciertos gustos, te sugiero que lo hagas antes para que no te quedes con las ganas de adquirirlo durante mucho tiempo.
Ten un viaje previo en pareja.
Cuando tu pareja y tu van a dar el paso de tener un hijo, necesitan estar conscientes que pasarán por un periodo de ajuste muy drástico. La llegada de un hijo a casa es maravillosa y llena de ilusiones, aunque también crea tensiones naturales en la adaptación de la vida en pareja con un miembro más en casa. Antes de tener un bebé la atención que se dedican es mutua y el enfoque está colocado el uno en el otro y en la relación. Por ello, es muy importante que afiancen el lazo, que fortalezcan el vínculo de amor y que se comprometan a enfrentar juntos, con paciencia y con amor la vorágine de cambios que están por venir y nada mejor que un viaje romántico para lograrlo.
Aprovecha la frecuencia y las ganas de intimidad en pareja.
Tu pareja y tu pueden dar vuelo a todas las fantasías que tengan, es importante que lo hagan antes porque es una etapa de plenitud en la pareja. Así que, si han tenido conversaciones sobre hacer cosas diferentes en el plano de su sexualidad con la intención de darle un nuevo brío a la relación, es mejor que no esperen a hacerlo. La maternidad genera muchos cambios hormonales y por alguna temporada podrías sentir inhibido el apetito sexual así que mejor sacien sus ganas antes de esta etapa.
Habla de todos tus temores sobre ser madre.
Tu mamá puede ser un buen referente y sobre todo es una conversación que psicológica y emocionalmente saludable para ambas. Cuando somos jóvenes (sobretodo en la adolescencia) tendemos a pensar que no repetiremos los mismos errores de nuestras madres y lamentablemente en la vida los ciclos pueden repetirse. Es importante que sea una conversación honesta y madura, jamás de reclamos o reproches, sino solamente explorar la experiencia de tu mamá cuando fue tu mamá y tener muy claro que puedes elegir seguir tu propio rumbo y crear tus propias metas en esta etapa.
Prepara a tu cuerpo y comienza una vida saludable.
Cuando la idea de ser mamá está rondando tu cabeza, también debes tomar en cuenta que debes estar en condiciones de salud y de fuerza adecuadas para que tu organismo pueda gestar adecuadamente a tu bebé. Así que comienza una dieta saludable, platica con tu especialista sobre tus planes de ser mamá para que te ayude con los nutrientes necesarios para que tu cuerpo esté totalmente listo y fortalecido. También es importante que hagas ejercicio y te mantengas en forma con la misma intención.
Haz alguna actividad que te llene de adrenalina.
Existen experiencias únicas que puedes conservar en tus memorias con la única intención de evocarlas cuando necesites una dosis de tu fuerza interior cuando te sientas con baja energía ante los nuevos retos. Cuando eres mamá por primera vez, hay incertidumbre, pero si conservas en tu interior estos recuerdos de antaño cuando te arriesgaste o te atreviste a hacer algo diferente, puedes retomar la sensación de autoconfianza y de poder personal que alojaste en tu cuerpo. Por ello experiencias como un paracaídas, escalar una pequeña montaña, un paseo en globo, una montaña rusa, en fin, algo que te haga vivir una experiencia llena de emoción, estará en los archivos de tu memoria y podrás regresar a ello con solo cerrar tus ojos y retomar tu valor.
Visualiza lo que si quieres de ser mamá.
Habrá muchas cosas que seguramente están atrayendo tu atención y que comienzan a despertar tu deseo de ser madre. Y aunque cada experiencia y cada madre vive esto a su manera, tu puedes sostenerte de aquello que te entusiasma y que deseas. Puede que haya despertado tu instinto materno al ver bebés de tus amigas y querer cargarlos, puede que te sientas con un deseo enorme de querer proteger. En fin, así como habrá miedos por la incertidumbre del ¿qué es ser mamá?, también habrá señales en las que te necesitas concentrar para que te alimentes de tus deseos y no te tus miedos.
Logra el amor propio suficiente para que lo puedas brindar.
A la primera que debes cuidar, proteger, amar y reconocer es a ti misma y como psicóloga te digo que también a tu propia niña interior. Si sientes que has logrado quererte y amarte sabiendo que tienes bien fortalecida tu autoestima y tu auto concepto, entonces es buen momento. Cuando sabes que el amor que te tienes será el mismo que podrás brindar a tu bebé estas lista para dar este gran paso.
Karina Suárez Fernández es Psicóloga Clínica, psicoterapeuta y mamá de dos adolescentes.