Los bebés arcoíris son pequeñitos que llegan a la familia como una luz de esperanza que alivia la tormenta emocional de mamá y papá ante la pérdida previa de un hijo. Las heridas que deja la muerte de un bebé, ya sea por aborto involuntario, por muerte fetal o fallecimiento neonatal, son sumamente dolorosas y devastadoras, es un impacto emocional que puede provocar en mamá y papá una gran desilusión y falta de sentido de vida. Sin embargo, cuando el duelo pasa y el tiempo ayuda a la aceptación, llega un bebé arcoíris renovando la esperanza que alguna vez estuvo perdida. Aquí te contamos un poco de estos bebés que dan tanta alegría y que son fuente de motivación para muchas familias.
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A pesar de que un bebé arcoíris regresa la felicidad a mamá y papá, éstos también pueden sentir un temor latente ante la posibilidad de otra pérdida. Mamá puede sentirse temerosa durante el nuevo embarazo por la experiencia tan dificil que vivió.
De ahí, la importancia de que busquen ayuda profesional para que puedan vivir en completa calma la llegada de este hermoso bebé a la familia. Así que, si estas atravesando por una situación así o conoces a alguien a quien le pueda servir esta información, te invitamos a que sigas leyendo.
Ahora puedes escuchar el contenido de MamásLatinas donde quiera que estés, a través de nuestro podcast Mamá Dice. Cada episodio contiene tips prácticos enfocados en la crianza positiva y saludable. Escúchanos en tu plataforma de podcast favorita.
¿Quién es un bebé arcoíris?
Es el hijo que llega después de que mamá y papá han tenido una o varias pérdidas de otros bebés, ya sea durante el embarazo, al nacer o después de su nacimiento. Debido a esta experiencia tan díficil, su llegada a la familia brinda felicidad e ilumina el camino después de la obscuridad y la desesperanza que se ha vivido ante la pérdida inesperada. Se le conoce como bebé arcoíris porque aparece como un reflejo de luz que ilumina el panorama en medio de la tormenta.
Un bebé arcoíris llega después de la tormenta emocional.
Dice el dicho que después de la tormenta siempre llega la calma y cuando en una familia se ha vivido tanto dolor ante la muerte de un bebé, se atraviesan muchas emociones que implican un duelo. Un bebé arcoíris llega en el momento indicado para curar las heridas emocionales, aunque es importante aclarar que de ninguna manera llega a sustituir al hermaniro que se fue. En realidad llega a renovar la esperanza para continuar el camino de formar una familia, a pesar de lo ocurrido, pero no lo hace con la intención de llenar un vacío.
Los niños arcoíris vienen después de vivir el luto del bebé perdido.
Todo proceso de duelo lleva un tiempo de sanación. Por ello los padres necesitan sentirse preparados para recibir a otro hijo en casa y así no depositar en el nuevo embarazo la identidad del bebé perdido. Cada bebé debe ser respetado en su propia esencia y, por lo tanto, debe tener su lugar en la familia. Un niño arcoíris llega en el momento indicado para ser visto y recibido desde quién es y jamás desde la expectativa de cubrir la ausencia.
Los niños arcoíris deben de tener su propio nombre.
Además de que deben de ser respetados en su individualidad, es importante que no lleven el nombre que se había elegido para el bebé que murió, ya que esto se convertiría en una transgresión a su personalidad y sobre todo no sería reconocido como un ser único. En cambio, se le otorgaría la responsabilidad de dar continuidad a una historia que no le pertenece y vería, a través de él, al hermanito que ya no está, lo cual sería un grave error que afectaría de por vida la personalidad del bebé arcoíris.
Se dice que los bebés arcoíris son niños muy sensibles y empáticos.
Conforme van creciendo se ve en ellos una gran capacidad de entender las emociones de los demás, por lo que pueden ser muy cuidadosos y protectores con los sentimientos de otros. Estos bebés pueden entender, incluso, las necesidades de los demás y conforme van creciendo se convierten en niños que apoyan y que contienen emocionalmente a todos los que lo rodean.
Muchas mamás los describen como bebés que desarrollan fortaleza emocional.
Quienes han pasado por la experiencia de tener un bebé arcoíris consideran que al ir creciendo y comprendiendo el mundo que los rodea, estos pequeños van mostrando capacidades de autoconfianza y fortaleza para enfrentar los diferentes retos que se presentan en sus etapas de desarrollo. Son pequeños que no se dan por vencidos y muestran gran seguridad, al grado de ser un gran ejemplo y maestros emocionales para sus propios padres.
Los bebés arcoíris crean conexiones muy profundas.
Debido a la capacidad que tienen de empatizar con los demás, son pequeños con un carisma especial que los hace crear vínculos y lazos irrompibles con las personas que aman. También tienen la capacidad de neutralizar los entornos negativos con su presencia. Sus habilidades de comunicación van mucho más allá de las palabras, ya que pueden crear esta conexión especial solo con la mirada.
Los bebés arcoíris desarrollan toda su capacidad creativa.
Debido a su alta sensibilidad, su capacidad creativa puede llevarlos a destacar en muchas habilidades. El amor que tienen a la vida lo viven con una gran curiosidad y un interés por aprender y explorar el mundo, es algo que se nota desde que son muy pequeñitos. Debido a ello pueden aburrirse con facilidad, ya que siempre están en búsqueda de nuevas experiencias y de nuevos estímulos.
*Karina Suárez Fernández es Psicóloga clínica, psicoterapeuta y mamá de dos adolescentes. *
Escucha estos consejos para prepararte para la llegada de un bebé arcoíris en nuestro podcast.
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