El pasado sábado 3 de agosto, Jordan y Andre Anchondo visitaron una tienda Walmart de El Paso, Texas. Los padres llevaron consigo el menor de sus tres hijos, el bebito de apenas dos meses de nacido, al que llamaron Paul. La razón de su visita era comprar artículos escolares para su hijo mayor. De momento, un hombre comenzó a disparar y automáticamente Jordan cubrió a su bebé, envolviéndole entre su pecho, y así mismo, su padre Andre se interpuso ante Jordan para protegerla a ella y su bebito. Ambos sirvieron como escudo para proteger de los disparos a su bebé, pero desafortunadamente, ellos no sobrevivieron.
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Hasta el momento, se ha declarado la muerte de 22 personas, incluyendo los Anchondo. Gracias a la entrega y el amor de Jordan y Andre, el nombre de su hijo no está incluído en el número de víctimas de la matanza. El pequeño Paul sufrió algunas heridas, entre ellas la fractura de algunos huesos, pero su vida no corre peligro gracias al acto heroico de sus papás. Es un final muy trágico para una pareja que apenas celebraba el nacimiento de su nuevo bebé y su primer aniversario de bodas.
