Hay veces que incluso tomando todas las precauciones posibles no sómos capaces de prevenir la tragedia. Por suerte, esto no fue lo que ocurrió con una bebita de 2 años en Mankato, Minnesota, quien salió despedida del auto de su madre con la sillita de bebé y todo. Al parecer, la niña estaba perfectamente sujeta a su sillita, pero ésta no estaba debidamente instalada contra el asiento trasero del auto, ni la puerta del auto estaba tampoco cerrada como debía estarlo.
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La heróica acción de Chad Mock, un camionero que manejaba justo detrás del auto de la mamá de la bebita, consiguió que la situación tuviera un final feliz, y que la pequeña –según reportaron las autoridades locales– no sufriera ningún daño. Así y todo, no se han hecho públicos los datos de la madre de la pequeña a la que se le va a acusar por negligencia, al haber puesto en peligro la hija de su vida. Tampoco se ha aclarado por qué la madre no se dio cuenta de lo que había ocurrido, pues en el video se ve que el auto continúa su camino con la puerta abierta y habiendo dejado tirada a su bebita en medio de la carretera.
La cámara del salpicadero del camión de Chad Mock muestra el momento en el que la bebé sale disparada del auto.
La imagen es escalofriante. La bebé, en su sillita del asiento trasero del auto de su madre, sale volando del mismo cuando ésta toma una curva y la puerta se abre dejando caer el bebé en la carretera.
Afortunadamente, el camionero que iba justo detrás estuvo atento y se dió cuenta de lo ocurrido. Frenó el tráfico inmediatamente para salir a auxiliar a la pequeña, que según los paramédicos que llegaron al lugar no había sufrido daño alguno.
El héroe del día aseguró que la madre de la pequeña apareció 15 minutos después de lo ocurrido.
La mamá de la bebé no se dió cuenta de lo ocurrido y continuó manejando, a pesar de los aspavientos de Chuck Mock para que frenara. Sin embargo, el propio camionero asegura que 15 minutos más tarde, la mujer apareció corriendo a pie, llorando de histeria sin entender cómo podía haber ocurrido esto.
Las autoridades locales no daban crédito a la situación y tomarán medidas legales por la negligencia de la madre.
Las estadísticas cuentan que 3 de cada 4 padres no han instalado la sillita del bebé de manera correcta.
Este accidente es sólo una muestra de lo peligroso que puede ser la más mundana de las acciones. Una sillita de bebé puede proteger a nuestros hijos, pero es responsabilidad de los padres el asegurarse que la sillita está perfectamente anclada a los amarres de seguridad que traen los vehículos en el asiento trasero de fábrica.
Siempre tenemos que leer las instrucciones sobre cómo amarrar de manera apropiada la sillita del bebé.
Este es uno de los pasos más cruciales a la hora de proteger la vida de nuestros pequeños, por lo que tenemos que tomárnoslo con la seriedad que merece. Cada sillita puede ser diferente, por lo que debemos leer el manual de instalación para hacerlo de la manera correcta.
En este caso, la protección de la sillita le salvó la vida a la pequeña, pues la protegió de la caída a la carretera, pero esto puede no servir de nada si el amarre no está hecho de manera correcta y el niño corre el peligro de salir despedido del auto y, previsiblemente, arrollado por otros vehículos.
La fortuna y la atención de un camionero evitó una desgracia en Minnesota, pero sómos los padres los que nos tenemos que asegurar de proteger a nuestros hijos el máximo posible.
El sitio más seguro para la sillita es el centro del asiento trasero.
Para evitar situaciones como esta, los expertos recomiendan que la sillita se instale en el asiento central de la parte trasera, pues así están más lejos de las puertas. En todo caso, detrás del asiento del copiloto siempre es mejor opción porque entra dentro del rango de visión del conductor.
No se entiende que la mamá de esta pequeña, que puso la sillita detrás de su asiento, no se diera cuenta durante al menos 5 o 10 minutos de que la puerta trasera se abrió, y que su hija había salido despedida del vehículo.
Esto podría haber sido evitado poniendo la sillita en cualquiera de los otros dos asientos traseros (nunca en el de delante). Al fin y al cabo, nuestro deber como padres es minimizar los riesgos de tragedia para así proteger a nuestros hijos.
Por suerte este accidente tuvo final feliz, pero debería servir de lección para todos.
Ahora, vé corriendo a revisar que la sillita de tu bebé está bien amarrada al auto.
