Toda buena mamá debe saber cuáles son los principales datos de nutrición que le permitan asegurarse que sus hijos están comiendo lo que necesitan para crecer sanos y fuertes. Es obvio que los niños necesitan una alimentación balanceada, pero es necesario saber qué es lo que eso quiere decir. Según los expertos, los requerimientos nutricionales cambian según la edad y la etapa en la que estén los pequeños. También de cómo esté su salud y hasta de cuáles son sus hábitos alimenticios.
Más de MamásLatinas: Los nutrientes más importantes que los niños necesitan para un crecimiento saludable
Cuando nos dan información de nutrición, muchas veces nos encontramos términos como glucosa, almidones, lípidos y otros, que no forman parte de nuestro vocabulario diario. Otras nos recomiendan comer alimentos que pueden llegar a ser muy caros o difíciles de encontrar. Lo cierto es que no es demasiado difícil ofrecerle a los niños los alimentos que necesitan, pero hay que saber cómo.
Por ejemplo, ¿sabías que los niños necesitan porciones diferentes no solo en tamaño, sino en el tipo de alimentos? Es posible que te sorprenda, pero los chiquitos necesitan grasa y azúcares, claro en cantidades específicas. Pero no te preocupes demasiado, aquí hemos reunido los datos esenciales que toda mamá debe saber de nutrición. ¡De nada!
Las necesidades de dieta de los niños son muy diferentes a las de los adultos.
Los pequeñitos requieren de dosis de grasa y carbohidratos muy superior a la de los adultos. Claro, cuando se habla de grasa es de la buena, que está en el aguacate, los huevos, los pescados y las nueces, entre otros alimentos.
Los carbohidratos son esenciales para que los niños tengan energía.
Los más saludables son los llamados carbohidratos complejos, como los del arroz integral, los panes de trigo no refinado, las frutas y los lacteos.
Hay múltiples formas de dar carbohidratos sanos para nuestros niños.
Los alimentos hechos a partir de granos enteros, como el pan integral, las arepas y las tortillas artesanales son algunas opciones. El arroz y la avena integral y los cereales orgánicos con poco o nada de azúcar son ideales.
También los jugos naturales y los quesos y lácteos desnatados.
Los almidones hay que restringirlos.
En especial los que están hechos con harinas refinadas, o a los que se ha agregado azúcar o jarabe de fructosa de maíz.
La forma más fácil de darle proteínas a los niños es con carne.
De vaca, pero también de pollo y pescado. Lo ideal es buscar la que tiene bajo contenido en grasa, y que viene de animales que vivieron sanamente y no fueron inyectados con antibióticos.
No solo la carne y el pollo tienen proteínas.
El pescado, el cerdo, el pavo, las nueces, las hortalizas y los lacteos también son fuente de proteína.
Hay compuestos esenciales para la inteligencia.
Según el doctor Ramón Cangas, miembro del Comité Asesor del Consejo General Dietistas-Nutricionistas (CGDN) de España, las mamás deben saber que les deben dar a sus niños pescados azules, que tienen omega 3, chocolates por el triptofano, huevos por la vitamina B y lácteos por el calcio. Todos esos compuestos ayudan a criar a un niño inteligente.
La leche entera no siempre es la más recomendada.
Los pediatras recomiendan dar a los niños leche con 2% de grasa después de que hayan cumplido los 2 años.
No solo la leche de vaca es una fuente de calcio.
Las leches vegetales como las de almendra y avena son buenísimas y recomendadas para los niños de más de 10 meses. También están las de arroz y soya, pero para los chiquitos las mejores son las que están reforzadas con calcio.
Los niños necesitan un poquito de azúcar.
Les dan energía inmediata. Sin embargo, es importante que sea poco y solo a través de fuentes naturales como las frutas.
Los jugos de fruta comprados no son los más saludables.
De hecho, pocos son mucho más que agua con sabor y color artificial. Están llenos de azúcar y son dañinos.
Los granos deben ser parte de la dieta infantil.
Son fuente importante de hierro, fibra y vitaminas.
No hay que prohibir totalmente las golosinas.
Pero jamás hay que usarlas como premio, o quitarlas como castigo. Simplemente, no las tengas en casa y permíteles que las coman con mucha moderación en las casas de otros.
Las grasas son importantes en la dieta infantil.
El cuerpo de los niños usa las grasas para construir el tejido nervioso (que incluye el cerebro y los nervios) y las hormonas y como combustible. Pero no todas las grasas son iguales. Las poliinsaturadas, presentes en aceites vegetales, pueden ser muy nocivas.
Sin embargo, hay que esforzarse por promover el consumo de las monoinsaturadas y los ácidos grasos omega 3.
El agua es tu aliado.
Un cuerpo hidratado es un cuerpo sano. Además, ayudará para evitar que tus niños coman en exceso y te pidan jugos llenos de azúcar y bebidas carbonadas.
Los cereales de caja no siempre ayudan.
La mayoría de los que son mercadeados como para niños están cargados de azúcar y pocos nutrientes.
La fibra es un elemento importantísimo.
La fibra es un carbohidrato que está en los vegetales y ayuda a la creación del bolo fecal. Además, modula la absorción de grasas, colesterol y azúcar y causa sensación de saciedad. Es decir, es importantísimo que los niños coman alimentos con grasa, como cereales integrales y frutas como albaricoques, aguacate, ciruelas, fresas, higos, kiwis y peras, entre otros.
Hay productos que ayudan cuando el niño necesita mejorar su nutrición.
Se trata de batidos y otro tipo de alimentos llenos de las vitaminas y nutrientes necesarios para un crecimiento sano.
Los niños también pueden sufrir de deficiencia de vitaminas.
Incluso los que coman mucho, pues lo importante es tener una dieta balanceada.
Hay creencias que son obsoletas.
Por ejemplo, que los niños deben comer solo tres veces al día, y que hay que obligar a los niños a comer. Lo importante es asegurarnos de que los chiquitos desarrollen hábitos alimenticios sanos durante su infancia. Eso los va a mantener con buena salud por el resto de sus días.
