¿A poco no te gustaría que tus hijos fueran más inteligentes? Seguro que también te dejaría muy tranquila que desarrollen todas sus habilidades para enfrentar los desafíos que les esperan. Este es el sueño de toda mamá ¿no crees? Así que, en lugar de preocuparte, ocúpate y entrénalos para que sepan encontrar soluciones inteligentes y creativas y así se sientan seguros y felices cada día de su vida.
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Conforme pasa el tiempo, la forma de ver la inteligencia ha cambiado mucho. Antes se pensaba que el que sacaba buenas notas era muy inteligente.
Ser el primer lugar o el que siempre gana las medallas era el único signo de inteligencia, hoy en día se sabe que la inteligencia abarca muchos aspectos que no solamente tienen que ve con ser un intelectual.
Dale oportunidad de vivir sus sentimientos sin regañarle o criticarlo por ello.
Olvídate de comentarios como: “no llores o no te enojes”. Dale el espacio para reconocer y sentir sus emociones. Así, podrá ser él mismo, no temerá a la crítica y podrá desarrollar la capacidad de tomar riesgos que requiere para enfrentar los futuros retos.
Sin dejar de lado la dedicación académica, también necesita y debe practicar un deporte.
Hay investigaciones que dicen que después de hacer ejercicio, las personas aprenden 20% más rápido un nuevo vocabulario. EL hecho es que el ejercicio ayuda al cerebro a ser mucho más receptivo a la nueva información.
Permite que diga su opinión y sugiera soluciones ante tus preguntas, así trabajará su imaginación y creatividad.
¿No me negaras que el desarrollo de esta habilidad de comunicación es imprescindible encontrar soluciones? Si permites que exprese sus puntos de vista y lo escuchas con respeto, aprenderá que sus propuestas son valiosas y creativas.
Debes vigilar que tenga las suficientes horas de sueño, de lo contrario podría alterar su desarrollo cognitivo.
Dormir bien, ayuda a que su cerebro aprenda mejor ya que procesa mejor la información. Incluso en el libro: “Educar hoy: nadie dijo que fuera fácil”, el autor hace hincapié en que perder una hora de sueño es equivalente a perder dos años de maduración y desarrollo cognitivo.
Cuéntale ejemplos o historias de personas exitosas que han aprendido del fracaso.
Tomas Alva Edison, el inventor de la bombilla eléctrica es un claro ejemplo de ello. Incluso puedes contarle tus propias experiencias de éxito y como hiciste para lograrlo. Desarrollar la inteligencia depende mucho de la motivación que tengan para no darse por vencidos.
Evita el hecho de rescatarlo cada vez que tiene un reto por resolver sin sentirte mal por ello.
Pregunta: ¿Qué otra cosa puedes hacer para solucionarlo? O ¿Cómo lo solucionaste la última vez? Que sienta tu apoyo, pero no la solución. A veces por amor creemos que darles las respuestas les ayuda; cuando en realidad atrofias su capacidad para ser creativo ante el reto.
Descubre cuales son sus mayores habilidades e impulsalo a que las desarrolle.
Nadie dijo que las niñas solo son para el ballet o los niños para el fútbol. No los satures de actividades que no les sirven para desarrollar su potencial. Enfocate en lo que harán con pasión.
Lee con ellos un cuento al menos dos veces por semana y notarás resultados magníficos en su inteligencia.
Si adquieren juntos este hábito, no solo encontrarás una forma de pasar tiempo de calidad con tus hijos, sino que también estimularás su curiosidad y ayudarás a que su coeficiente intelectual sea alto.
Desarrolla en tu pequeño la perseverancia y la pasión por lo que hace impulsa a que tenga objetivos a largo plazo.
Su actitud hacia el logro es mucho más importante que el resultado final. Hazlo imaginar como se sentirá cuando logre comprarse el juguete que tanto quiere, por ejemplo.