¿Conoces a alguien que vaya tranquilo al dentista? Seguro que pocos. Sin embargo, es posible que los niños aprendan a ir al odontólogo sin pensar que van a ser torturados y aquí aprenderas cómo.
Más de MamásLatinas: 10 Maneras divertidas para lograr que a tus hijos les guste lavarse los dientes
Aunque no lo creas, sí hay gente que va feliz a sus chequeos dentales. ¡Me consta! y nos han dado sus trucos, que parecen infalibles.
Lo importante es que nosotras como mamás nos hagamos cargo de la salud bucal de nuestros pequeños prácticamente desde que nacen. Ese es el primer paso para evitar dramas en el dentista.
Un buen dentista hace toda la diferencia.
Investiga a los odontólogos de tu ciudad cómo lo hiciste con el pediatra. Es importante que busques recomendaciones entre tus amigas y hasta entre tus médicos.
Un buen dentista puede hacer que tus niños se interesen en cuidarse sus dientitos y que vayan felices a verle.
No esperes a que haya una emergencia.
Lleva a los niños a visitar al dentista con regularidad y de forma preventiva. Si se acostumbran a que las visitas son sin dolor, no tendrán miedo y podrás evitar caries o atenderlas rápido antes de que se conviertan en un problema grande.
El equipo odontológico también cuenta.
Una oficina agradable, donde tengan paciencia con niños nerviosos o intranquilos son aliados invalorables.
Lo que haces en casa también ayudará.
Buenos hábitos de higiene bucal evitarán problemas en el consultorio dental. Una boca sana se traduce en una experiencia odontológica sin dolor.
Manejar las expectativas de tus niños es esencial.
Explícale lo que pasará en el consultorio del dentista y, aunque no debes angustiarle, no le mientas.
Busca una actividad divertida para después de la visita.
Eso ayuda a niños ansiosos a enfocarse en lo que disfrutan y no en lo que temen.
Hazlo una actividad de familia.
Tus hijos se sentirán más tranquilos si se sienten apoyados en un momento que pueden ser estresante.
No le pases tus miedos al odontólogo.
Las mamás somos el referente emocional de los hijos. Si te ven nerviosa, se van a preocupar.
Una buena relación con el dentista de niño garantiza una buena salud bucal para el resto de la vida.
Cuidarse los dientes no solo ahorra dolores y gastos, sino que ayuda a mantener la salud digestiva, cardiovascular y emocional.