Hay tantas cosas que aprender sobre cómo cuidar a un bebé que es fácil olvidarse de la boquita, en especial porque tardan algo en salirle los dientes. Sin embargo, la salud bucal de los pequeños es tan importante cómo la de cualquier otra parte del cuerpo y aquí tienes todo lo que necesitas saber para evitarles problemas en el futuro.
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No solo estamos hablando de las caries, aunque claro que es esencial evitarlas. Pero también hay que pensar en los daños en las encías y el tener hábitos saludables de por vida, pues una buena dentadura también ayuda a tener el corazón en buen estado.
Además, ayudará a las finanzas familiares. Ya sabemos que los dentistas no son nada baratos, por no hablar del estrés. ¿Te imaginas un mundo sin pleitos para que los niños se laven los dientes? Es posible. Aquí tienes todo lo que necesitas para lograrlo.
El cuidado de la boca de los niños debe empezar antes de que tengan dientes.
Desde que están pequeñitos conviene limpiarles las encías con agua tibia y un aplicador especial.
Es importante usar cepillos adecuados a la edad de los niños.
Un cepillo muy grande o muy pequeño puede o lastimar a tu bebé o no lavarle bien los dientes cuando se hace mayor. Sigue las instrucciones en la caja de los cepillos.
La pasta debe ser sin flúor hasta que el niño sepa escupir.
Estaríamos hablando de entre 2 y 3 años. Los niños pequeños se tragan la pasta a veces y el exceso de flúor en el cuerpo puede causar manchas permanentes en los dientes de hueso de los niños.
Sin embargo, luego es importante que usen las pastas infantiles con flúor, pues fortalece los dientes y ayuda a evitar las caries.
Nunca es demasiado pronto para empezar a usar el hilo dental.
Aunque te parezca que los dientes están suficientemente separados y quizá no haga falta, el uso temprano de hilo dental ayuda a que se vayan acostumbrando a emplearlo para cuando lo necesiten.
Las idas al dentista deben comenzar temprano.
No esperes a que tu niño tenga una carie, o se queje de algún dolor. Ir al dentista cuando no hay problemas le ayudará a confiar luego en el odontólogo.
La ayuda de los adultos es importante.
Aunque parezca que tu niño se puede lavar los dientes solos, es importante que tú le des una pasada con el cepillo hasta que tenga unos 9 años.
El agua con flúor es esencial.
Ayuda tanto como la pasta.
Lavar la lengua ayuda muchísimo.
Es una de las partes de la boca donde se acumula más bacteria y la bacteria es la causa de caries.
Hay alimentos que ayudan a mantener la salud bucal.
Estamos hablando de frutas y verduras con textura, que ayudan a sanear las encías. También ayudan las comidas cargadas de calcio y vitamina C.
Nada es más importante que el ejemplo.
Como en todo, los niños aprenden viéndote. Cepíllense los dientes juntos y con un ánimo de diversión. Estarás creando un hábito que ayudará a tus hijos por el resto de sus vidas.
