Es fácil volverse loca poniendo lo que quieres y necesitas para tu bebé en el registro de regalos. Es una manera de ahorrar en estos momentos, en los que aun si tienes un presupuesto holgado, sabes que vienen grandes gastos. Sin embargo, hay algunas cosas que es mejor que las dejes por fuera.
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No es porque sean muy caras o demasiado personales. Tampoco por un tema de orgullo, o de calidad de los productos, sino por razones prácticas.
Cuando veas a lo que me estoy refiriendo me vas a dar la razón y hasta vas a terminar pensando en esta lista y ofreciendo unas gracias silenciosas. Lo digo por experiencia propia.
Pañales de recién nacido.
Sí los vas a necesitar, pero no muchos. Por lo general el hospital te regala un paquete y puede que tu bebé precise de ellos por un par de semanas.
Sin embargo, a menos que haya nacido prematuro, tu niño o niña va a dejar ese tamaño atrás en menos de lo que crees. Por eso es mejor que, si quieres pañales, pidas una caja que trae varios tamaños de una vez. También puedes pedir varias para bebés mayores de tres meses.
A todo el mundo le encanta comprar ropita para bebé.
Pero la gente suele llenar a la futura mamá de prendas minúsculas y súper lindas, pero poco prácticas para esas primeras semanas de vida.
Lo mejor es que solo tus allegados te regalen la ropa que necesitas y los demás se vaya ocupando de darte otras cosas más prácticas. Y la verdad es que pidas lo que pidas, muchos no se van a resistir y algún trajecito también te darán.
Los productos para la lactancia no son baratos.
Pero es difícil encontrar el que te funciona mejor con anterioridad. Mi recomendación es que alquiles un extractor eléctrico en el hospital (averigua si puedes hacerlo con anticipación) y pide uno manual en esos primeros días, si te va bien con ese, después lo puedes comprar. Si no prueba con varios.
Los zapatitos para recién nacidos son una ternura.
Pero no los usa nadie. No pierdas la oportunidad de recibir otros regalos que de verdad necesitas.
Es fácil pensar que todos los teteros o mamaderas son iguales.
Hay razones para las diferencias de precio. Lo mismo se aplica para los chupones o mamilas. Olvídate de pedir muchos de los más baratos para no tener que lavarlos muy a menudo.
Malos teteros se pueden traducir en un bebé con gases o plástico que se rompe fácil o contamina.
Ni se te ocurra poner la fórmula en el registro.
Sí es cara y si no vas a amamantar te ayudaría mucho que te la regalaran, pero no tienes idea de cómo le va a caer a tu niño. Hay muchas marcas y variedad dentro de las marcas. Para eso, es mejor esperar.
Vale la pena poner cosas para cuando el bebé esté más grande.
Sin embargo, no te recomiendo una silla para que el bebé coma, ni antes ni después. Son grandes y ocupan demasiado espacio. Hoy en día venden unas que se ajustan a las sillas normales.
No es súper necesaria una mesa especial para cambiar pañales.
Aunque son prácticas, solo sirven hasta que el bebé aprende a darse la vuelta. Te va a ir mejor con un colchón especial arriba de un gavetero al principio. Luego lo vas a cambiar arriba de la cama, o donde te sea mejor para controlarlo.