Delgadez no es sinónimo de desnutrición, esto es algo que el pediatra me dice en cada consulta. Y aunque siempre debemos estar pendientes del desarrollo de nuestros pequeños, comprendamos que un niño de bajo peso en relación a su edad y talla, muchas veces se trata de una constitución delgada y ¡nada más! y, te voy a explicar el porqué.
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Si un niño está bajo peso en relación a su edad y talla, pero consume los nutrientes necesarios y que además es activo, no se puede esperar que esté rellenito. Así que es mejor que lo pienses así: "Flaco, pero sano".
Un error ente las familias latinas ha sido pensar que un niño en sobrepeso es sinónimo de saludable y esto es completamente falso. Aquí te explico las razones y también los focos rojos que SÍ debes tomar en cuenta.
Es probable que tu hijo no engorde por su genética.
Aunque la nutrición y los hábitos son fundamentales en el desarrollo de cualquier niño, el peso estará determinado por su genética. Así que si los padres son muy delgados, los niños tendrán mucho más probabilidades de serlo también. Esto más que alarmarte podría tranquilizarte.
Quizá tenga bajo peso debido a que padece una alergia alimentaria.
Puede tener múltiples causas y si sospechas de ello, consulta de inmediato con el pediatra alergólogo. Esto puede afectar el peso y la salud de tu pequeño. Se estima que un 5% de los niños tiene o ha tenido alergia a algún alimento y es algo que hay que tratar a tiempo.
Si es demasiado inquieto y gasta toda la energía que consume.
Si tu pequeño tiene una alimentación sana y variada, si juega, corre, brinca, y simplemente lo percibes feliz, no tienes que preocuparte. Puedes comentarlo con tu pediatra, aunque desde su conocimiento profesional lo más seguro es que te diga que está tan sano que gasta toda su energía.
Bebe leche entera, pues esto hace que sus niveles de vitamina E estén más elevados.
Un artículo publicado en el American Journal of Clinical Nutrition sugiere de acuerdo a una investigación, que los niños que beben leche entera se sienten más satisfechos que los que beben leche baja en grasa descremada y no buscan saciarse con otros alimentos altos en calorías.
Come poca cantidad ya que el ambiente que percibe cuando come, es desagradable.
Si comer es batalla total con tu pequeño, te aseguro que sentirá aversión por la comida ya que la puede asociar con regaño, malestar y lucha. Si se siente obligado a comer más, dejará de hacerlo y puede desequilibrar la cantidad de nutrimentos que necesita por un tema meramente psico ambiental.
Cedes en darle alimentos que sí le gustan, pero son altos en azúcar.
Cuando te obsesionas y quieres que engorde, puedes llegar a un punto donde no te importe la calidad del alimento que consume. Si ofreces jugos azucarados o galletas por ejemplo, a manera de premio o para que coma más, seguro tendrá poco apetito durante el día.
