Cuando tu pequeño padece alergias, quizá tengas que adaptarte a muchos cambios, te satures de indicaciones médicas y probablemente temas que las cosas se salgan de control y perjudiquen su salud. Protegerlo puede volverse una tarea titánica y estresante. Por ello, es importantísimo tener estrategias que te ayuden a ti y a tu pequeño, a no excluirse de lo que podría considerarse una vida "normal" y relajada. Toma nota.
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Cambia el enfoque, tú decides si sientes rechazo ante la situación o la aceptas con disposición.
Es comprensible que te ataque la ansiedad, sobre todo si las alergias han provocado algún tipo de crisis en tu pequeño. Cambiar la rutina no es fácil, sin embargo, si percibes todo cambio como una oportunidad para renovar, pondrás a prueba tu creatividad y todos como familia crecerán con ello.
Una cosa es estar alerta y otra cosa es que caigas en el pánico y la sobreprotección.
El estrés te puede llevar a la sobreprotección y la palabra “No” será la más usada en tu vocabulario. Entonces con cada “no” explica TRANQUILAMENTE y con ejemplos claros porque “no”, así tu pequeño tomará conciencia y aprenderá a autoprotegerse con el paso del tiempo.
Jamás etiquetes a tu pequeño con la alergia, no permitas que eso forme parte de su identidad.
Un buen seguimiento médico, un buen apoyo y supervisión en casa, le darán a tu pequeño la calidad de vida que necesita. Si la alergia se convierte en centro de atención y todo su mundo gira en torno a ello, se sentirá excluido y esto puede afectar su desarrollo emocional.
Lleva a cabo las actividades de riesgo en un ambiente que no represente riesgo y busca alternativas.
Por ejemplo, si tu pequeño es alérgico al polvo, puedes hacer un picnic en casa con sus amigos, puedes decorar todo como un bosque o crear un pequeño parquecito. No se sobre adapten a su condición, juntos pueden buscar formas creativas y divertidas de sobrellevarla.
No te aísles de tu mundo por sentir que debes estar las 24 horas al pendiente de tu pequeño.
Entiendo tu preocupación y quizá en el fondo sientes que nadie mejor que tú para cuidarlo. Yo le agregaría algo a este pensamiento: Nadie mejor que tú “en condiciones de tranquilidad y paz" para cuidarlo. Para que esto pase, necesitas darte tiempo para tus hobbies o tu esparcimiento.
No subestimes la capacidad de auto cuidado de tu hijo, enséñale a auto protegerse.
El desarrollo de la independencia en tu pequeño, son parte de tu labor como madre. Muy a pesar del tipo de alergia que padezca, debes aceptar que no siempre estarás pegada a él para tener bajo control la situación. Debes educarlo de manera que sepa buscar soluciones y no se exponga.
Puedes visitar los lugares que te gustan o comer sin sentirte culpable porque tu pequeño no puede.
Quizá te encante dar paseos a la luz del sol sobre el pasto o quizá te gusten mucho alimentos que sabes que él no podría consumir. Disfruta tus momentos a solas, eso no te convierte en una mala madre. Al contrario, es lo que te brindará el estado de relajación que necesitas.
Si necesitas tiempo para ti, no temas buscar ayuda para el cuidado de tu hijo.
Busca una persona de tu entera confianza que pueda hacerse cargo de la situación. Entrenar a alguien no te tomará mucho tiempo. Dale instrucciones escritas y confía en que siempre hay alguien que puede tenderte la mano en los momentos que necesites tu espacio.
No te quedes con dudas o temores con respecto a la alergia, siempre acláralas con su médico.
Con esto no te estoy diciendo que te obsesiones, aunque es importante que tengas la información suficiente para saber cómo actuar en cualquier caso de crisis. Necesitas conocer cada detalle de la alergia para que así te sientas en control de la situación.