Una de las compras más importantes que puedes tomar antes de que nazca tu bebé es la cuna. Sin embargo, pocas nos tomamos el tiempo de realmente investigar y escoger la mejor y nos dejamos llevar por la más linda. Aquí tienes las cosas que necesitas tener en cuenta para que no cometas ese error.
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Asegúrate de que cabe en el espacio que quieres.
Es difícil calcular cuando las cunas están todas juntas en la tienda. No te olvides de llevar las medidas cuando la vayas a comprar.
Evalúa los comentarios en internet sobre qué tan difícil es armarla.
No vale la pena pasar horas peleándote con las instrucciones y quizá con tu pareja, y luego tener dudas sobre si quedó bien. Hay modelos hermosos y fáciles de armar en el mercado.
Fíjate que se pueda subir y bajar el colchón.
Eso te dará la posibilidad de irlo moviendo a medida que tu bebé vaya creciendo y agarre la mala costumbre de treparse por los barrotes.
Evita las que tienen lado que se puede bajar.
Esas estaban de moda hasta hace varios años, pero desde que algunos niños quedaron atrapados en cunas que no funcionaban bien, se están descontinuando y es mejor que no las compres.
Invierte en una cuna que vaya creciendo con tu hijo o hija.
Suelen ser un poco más caras, pero las mejores se pueden convertir en una cama perfecta para un niño pequeño.
Opta por un modelo unisex.
A menos que ya estés con tu último bebé, te recomiendo que optes por una cuna que sirva tanto para niño como para niña. Las de madera o blancas, pero con líneas rectas son las mejores.
Siempre que puedas compra una cuna nueva.
No podrás confirmar que es la más segura para tu bebé si no la armaste tú misma, o la mandaste a armar. Lo mismo aplica para el colchón.