
Salir a comer con un niño pequeño puede ser estresante. Sientes que todos te miran. Y aunque tal vez algunos admiran a tu lindo bebé, hay otros que claramente están molestos de que lo hayas traído contigo. Respira hondo y planea por adelantado para evitar estos errores comunes que madres hacen al llevar a sus hijos a restaurantes.
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Imagen vía Pixabay
Suponer que el lugar es apropiado para niños

No todos los lugares son apropriados para niños. Un lugar con más parecido a un bar tal vez no sea dónde debas ir. Seguramente no tendrán sillitas altas o un ambiente que tu hijito disfrutará.
No tomar en cuenta la hora

Sólo porque un restaurante esté abierto 24 horas todos los días no quiere decir que no debas planear la hora de ir. No vayas cuando suela estar lleno porque la espera será larga. No vayas cuando tu hijito deba estar haciendo la siesta porque así sólo buscas que tenga un colapso emocional.
No fijarte en el menú de antemano

¿Hay algo en el menú que tu hijo pueda comer? Ve a lugares donde ya sepas que puedan acomodar tu pedido o de antemano busca online (en línea) para ver qué sirven. También ten en mente que puedes pedir cosas sencillas, como una pechuga de pollo asada, en muchos lugares aunque no esté en el menú.
No pedir lo que necesitas

Estás en un lugar apropiado para chicos, llegas a buena hora, la comida está bien, pero no es suficiente. Si precisas una sillita alta, pídela. Si tu hijito prefiere estar cerca de la ventana, pide una mesa allí. No estás siendo difícil, simplemente te estás encargando de que todos pasen un buen rato.
Olvidarte las meriendas

Quizá sea raro llevar meriendas a un restaurante, pero tampoco quieres hacer esperar a un niño hambriento y causar un berrinche. Lleva contigo un poco de cereal o rebanadas de manzana para que tu chiquito pueda picar mientras espera su comida.
Olvidar lo necesario

No te olvides de llevar lo esencial, como el vasito que tanto le gusta a tu chico. Si lo olvidas entonces suelen pasar más accidentes si el restaurante no tiene vasos con tapas o vasos que tu hijo pueda usar cómodamente.
No llevar entretenimiento

Algunos padres acuden a los electrónicos para mantener a sus chicos ocupados cuando salen, y otros preferimos cosas más sencillas como papel y crayones. Cuando tus hijos sean grandes no necesitarán estas distracciones, pero es poco racional esperar que se sienten calladitos mientras chismeas con la comadre.
Esperar que tu hijo sea perfecto

Por favor no esperes que tus chicos sea perfecto. Sus manitas dejarán caer cosas, hablarán más alto que los adultos, harán todo tipo de cosas que hacen los niños y al final está bien. Parte de sacarlos a comer se trata de enseñarles cómo comportarse en esas situaciones. Sé paciente y déjalos ser niños, con buenos modales, pero niños.
Descuidar temas del inodoro

Los inodoros son muy importantes cuando tus hijos todavía andan con pañales o entrenando a usar el lavabo. Es bueno saber antes si un lugar tiene una mesa para cambiar pañales o cómo vas a manejar la situación cuando tu chiquito quiera usar el baño.
Olvidarte pasarla bien

No olvides divertirte. Estos son momentos preciados que pasarán rápido. Ríe, come y pásala bien. Mereces divertirte mientras otro cocina para ti.