Los niños hiperactivos tienen dificultad para enfocar su atención. Si es el caso de tu chiquito, la música y la danza pueden ser de gran ayuda para acelerar los progresos en su tratamiento. No solo transformará esa parte inquieta en energía creativa, sino que también aprenderá el autocontrol.
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Es tan importante que en Cuba se ha creado el psicoballet y es reconocido por la UNESCO.
Es una terapia creada en los años 70, una fusión que mejora el aprendizaje cerebral de los niños. Propone la eliminación de los fármacos aunque yo como psicóloga te recomiendo que antes de hacerlo lo consultes con el especialista.
La danza fortalece y equilibra ambos hemisferios cerebrales en tu pequeño.
Al bailar incrementa sus procesos de atención y concentración y provoca que el cerebro de tu chiquito madure mucho mejor. Los movimientos coordinados y rítmicos crean un terreno fértil para que logre una adecuada focalización.
La música es muy eficaz para que aprendan a moverse y después a relajarse a un ritmo adecuado.
Te sugiero que alternes periodos cortos de música muy animada para que se mueva con vitalidad y fuerza y después ponle música tranquila para que aprenda a relajarse y respirar. Este ritmo de acción-relajación ayudará a equilibrar sus periodos de movimiento.
Se crea un espacio emocional donde pueden expresarse con plena libertad.
Si existen periodos de estrés y ansiedad por las sobreexigencias que puede sentir del entorno- sobre todo del escolar- con la danza puede moverse de forma plena y es una forma en que desarrolla su sensibilidad emocional porque así fluyen libremente sus sentimientos.
Puedes armonizar sus movimientos y enseñarle límites cuando jueguen a bailar.
Para armonizar sus movimientos y guiarlo a respetar límites a través del juego, puedes marcar con un gis o con cinta adhesiva un cuadro donde le indiques: Solo puedes bailar aquí dentro y cuando quiera salir, hacerle el recordatorio. Así le enseñaras a seguir instrucciones.
Aprende a respetar turnos de participación además de desarrollar su creatividad y memoria.
Aunque la danza es una actividad que proporciona libertad, también marca momentos oportunos y desarrolla el respeto de turnos. Esto tendrá efectos en el control de su impulsividad y acrecentará su memoria al repasar cada movimiento.
Desarrolla la habilidad de escuchar con atención por lo que de nuevo favoreces la concentración.
A través de juegos de retos con la música, puedes reforzar su atención y encuentra un significado. El hecho de ganar el juego lo lleva a focalizar voluntariamente. Puedes pedirle que cuando escuche un tambor o una trompeta se mueva de determinada manera.
Desarrolla la tolerancia, la paciencia y el autocontrol necesarios para adaptarse a su entorno.
Una de las millones de quejas que tienen los maestros de colegio es que el niño no es paciente y que se aburre con facilidad. La danza puede ejercitar su tolerancia sin que él se sienta obligado o reprimido, al contrario, le da la voluntad necesaria para elegirlo.
Les ayuda a desarrollar una mejor comunicación verbal especialmente antes de los tres años.
Una de las características de la hiperactividad es la posible inmadurez en el lenguaje. Las canciones en su idioma tienen variedad de frases que enriquecen su vocabulario. Además de que pueden encontrar fuga a sus emociones reprimidas al cantar una canción que bailan.
El ejercicio físico que realizan lo centra en actividades productivas y constructivas.
Ejercitar su cuerpo con la danza puede desarrollar su creatividad en función de ideas constructivas. No olvides que el aburrimiento continuo puede llevarlo a explorar campos a través de conductas destructivas si no esta adecuadamente orientado.