Los tic nerviosos son movimientos involuntarios frecuentes en los niños pero suelen ser pasajeros. Si su causa es sólo ambiental__,__ se presenta como efecto del estrés, de frustraciones o ante cambios abruptos. Bríndale un ambiente menos cargado y no dejes de consultar con su neuro pediatra.
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Imagen vía Corbis
Parpadeo rápido
Mantén la calma y recuerda que no es su culpa, evita presionarlo para que lo controle y mejor a manera de juego, ambos aprieten fuerte los párpados unos segundos y después relájenlos para que él pueda liberar tensión.
Girar o inclinar la cabeza hacia el hombro repetitivamente
Parece que tiene el cuello un poco torcido y aunque este movimiento brusco y repetitivo puede resultarte extraño, evita regañarlo y mejor hagan uso de las risas -jamás de burla sino de cosquillas– para trabajar la tensión muscular.
Chasquido de la lengua
Puedes caer en la tentación de llamarle la atención o pedirle que no lo haga y tu hijo, en el intento de controlarlo puede sentir angustia. Mejor usa la exageración del síntoma –técnica de terapia- y ambos hagan el ruido exagerándolo.
Tos persistente
El cuerpo siempre habla de lo que la mente calla y si tu pequeño está saturado o nervioso, es posible que tenga una tos crónica como una forma de bloquear su comunicación. En este caso también es muy útil la exageración del síntoma.
Movimientos mandibulares
Pueden ser movimientos cortos de arriba abajo o de un costado a otro. En este caso distrae su atención y préstale poca atención al movimiento. Mejor desvía la energía a una actividad distinta y pídele que te cuente un cuento o que te cante algo.
Encogimiento de hombros
El juego siempre es la mejor solución así que cuando encoja los hombros y sin enfocarte en ello, sólo pídele que camine con un libro en la cabeza y haz tú lo mismo y si el libro cae, rían juntos a carcajadas para que libere la tensión.
Tocar un hombro o los dos
Puede que toque su hombro con la mano contraria como si estuviera acomodando su playera. En este caso, también usa el método de distracción y pídele que te dibuje algo o que haga alguna labor o responsabilidad donde sus manos estén implicadas.
Gruñir o hacer sonidos repetitivos
Si este tic junto con algún otro de los que anteriormente te mencioné, no desaparece en más de un año, es muy necesaria la visita al neurólogo para descartar cualquier padecimiento como el Síndrome de Tourette.