Sé que a lo mejor te preguntas ¿y cómo hago para vivir sin estrés? Y yo te contestaría: Pues ponte en el lugar de tus pequeños o imagínalos en un futuro igual de estresados que tú y verás cómo te sacudes tanto agobio al menos por un instante porque eso que imaginas no te va a gustar. La adulta eres tú así que respira, calma y control.
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Imagen vía Pixabay
Aunque no lo creas, afectas su desarrollo cerebral
Ya sea que se te haga tarde, que tengas mucho trabajo o que no hayas podido cocinar. ¡Por favor cálmate! Tu ansiedad es contagiosa para tus hijos, y sólo causas que estén alerta todo el tiempo ya que su cerebro siente que hay un peligro constante al verte en ese estado y eso lo afectará en sus procesos de memoria y atención.
Creen que está mal disfrutar
Tienes que estar muy atenta al mensaje oculto que envías cuando vives apurada porque no le estás dando tiempo de disfrutar cada detalle del día. Antepones la siguiente actividad y lo desconectas de lo que está haciendo como por ejemplo: Apúrate a comer porque no me va a dar tiempo de revisarte la tarea.
Se angustia y siente culpa al no cumplir tus expectativas
El estrés es tuyo y cuando lo haces responsable de tus tiempos, de tus actividades o tus compromisos, definitivamente lo estás anulando porque no estás respetando sus ritmos y tiempos: Por tu culpa no voy a llegar a tiempo, por tu culpa me van a correr, por tu culpa… por tu culpa…
Berrinches o aislamiento
Puede usar cualquiera de las dos reacciones. Lo que sí es seguro es que estará muy inestable ya que no sabrá si estás enojada, apurada, de buen humor o de mal humor y ante tal expectativa preferirá atacar o huir. Es una reacción natural por instinto ante el peligro.
Quizá esperen lo peor y pueden volverse pesimistas
Si te escuchan decir cosas como: No me alcanza el dinero, me voy a enfermar, nadie me entiende, no puedo descansar y además te pones de mal humor, solo les envías el mensaje de que nada bueno puede pasar y que los resultados de lo que hagan serán fatales.
Pueden sentir ansiedad en su tiempo libre
Las risas, el juego, y la distracción son aspectos muy necesarios para que tus pequeños aunque si te perciben llena de actividades pero principalmente quejándote por ello, considerarán que el tiempo libre está mal y pueden sentirse incómodos de hacer cosas sólo por diversión.
Te sienten ausente afectivamente
Puedes estar presente pero ausente al mismo tiempo. Si tu mente no se calma no estás en contacto con ellos y por supuesto que no te conectas con sus emociones y necesidades. Pueden sentirte lejana y esto a la larga les puede provocar muchos efectos en el desarrollo de su personalidad.
Pueden sentirse como una carga
Ten cuidado de hacer comentarios como: Si no fuera porque tengo que llevar a mi hijo a su clase extra yo podría… o si no fuera porque tengo hijos no estaría tan cansada. Sé que a veces necesitas desahogar tu estrés pero jamás lo hagas frente a ellos. No sabes las secuelas que esto les puede dejar en la autoestima.
