¡Pon atención! Ante el acoso escolar no basta con decirle a tus pequeños: "no te dejes, defiéndete, tú también responde". Eso sólo los presiona más y no es la solución. Instruirlos para defenderse del bullying va más allá de aplicar lo del ojo por ojo diente por diente. Toma nota y sigue estos consejos.
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Escúchales con atención
A veces y sin intención, puedes darle poca importancia a los sentimientos de tu pequeño ante una situación de acoso escolar. Como adulta sabes cómo lo resolverías y piensas que tu hijo también, pero no olvides que es un niño. Primero escúchalo y lee sus emociones y luego ayúdale a explorar soluciones.
Investiga las formas de ataque
Ten claro que sucede: si es que lo(a) excluyen, si es que no le ceden los juguetes, si lo (a) agreden física o verbalmente o si se burlan. Después de tenerlo claro, pregúntale: ¿y qué haces tú cuando eso pasa?.
Déjale claro que no hay nada malo en él (ella)
Ante las burlas puede sentir que hay algo malo en él (ella). Aclárale que quienes están cometiendo un error son los compañeros que se burlan y que no tienen nada de qué avergonzarse: "Ellos son quienes estan enojados consigo mismos y como no pueden agredirse solos, te agreden a tí".
Enséñale a decir lo que piensa y lo que siente sin temor
Practica con él en casa, permítele opinar sin juzgarlo, dar sus puntos de vista y escucharlo, dale la oportunidad de que sienta que no hay nada malo en expresar sus emociones, dale ese derecho y sabrá utilizarlo, te lo aseguro.
Entrénalo a pedir lo que necesita
Si a todo le dices no, pensará que está mal pedir o que sus necesidades no son importantes y reproducirá este pensamiento en sus relaciones sociales. Explicale tus motivos y hagan acuerdos, no siempre obtendrá lo que quiere pero al menos tendrá la confianza de pedirlo sin temor.
Hazle saber que puede contarte lo que sea
No basta con decirlo, necesita sentir que puede confiar en ti y para ello es importantísimo que no lo descalifiques, que no desacredites sus emociones así que mejor evita el: “no es para tanto”, “esas son tonterías de niños” o frases que impidan que se acerque a contarte.
Haz un intercambio de roles: ¿Que harías si...?
Conviertete en él y enséñale vivencialmente cuáles son las formas adecuadas de ignorar los comentarios molestos de sus compañeros, si los niños que lo molestan ven que sus frases no le hieren, dejarán de utilizarlas. Imagina que yo soy tú, esto es lo que tienes que hacer…
Dale algo que pueda despertar el interés del grupo
No se trata de comprarle amigos a tu hijo, se trata de que tu hijo sienta que también tiene algo valioso para pertenecer y sentirse con el derecho de ser integrado. En este caso objetos que llamen la atención como un balón, un nuevo juego de mesa, pueden ser de gran utilidad.
Indúcelo a que ignore los comentarios crueles
Si pides a tu hijo que responda agresivamente, no le quedará clara la práctica del respeto. Mejor explícale*: “no le des importancia a sus comentarios porque lo que te dice es porque es lo que piensa de sí mismo y no puede soportarlo, por eso te lo dice a tí, mejor busquemos que las autoridades lo arreglen".*
Que los lleve de invitados a casa
Es importante que supervises de cerca la dinámica y observes en vivo -sin que se den cuenta- las formas en las que tu hijo permite la agresión. Ten en cuenta si su miedo es a hablar, a pedir, a defender su espacio o a pedir respeto de su turno y así practicaras mejores respuestas con él.