
¿Sabías que siglos atrás se envolvía a los bebés en gasas para que no gatearan porque lo consideraban una conducta animal? El gateo es una fase sumamente importante para tu bebé. No sólo para que fortalezca los músculos y huesos sino que también le brinda mayor confianza, autonomía y capacidad para decidir. Si quieres que tu bebé desarrolle de forma adecuada su cerebro, impúlsalo para que gatee por estas 9 razones.
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Imagen vía Pixabay
Es la preparación "necesaria" a etapas posteriores

Gatear es un entrenamiento natural que habilita el cuerpo de tu bebé fortaleciendo sus caderas, sus hombros y sus músculos para que esté en condiciones de erguirse con la fuerza suficiente para lograr el equilibrio que necesita para caminar.
Desarrolla su sentidos

Cuando gatea toca el suelo, las alfombras o los tapetes y estas acciones le permiten conectarse con sus sentidos y su capacidad cerebral se amplía en demasía. Busca mantener sus espacios lo más limpio y seguros posible y permítele desplazarse por doquier y tocar lo que quiera explorar.
Ejercita su visión

Es un maravilloso ejercicio muscular para sus ojos ya que los enfoca a un mismo punto en una distancia corta. De hecho según los optometristas, el 98% de los niños con problemas de estrabismo, no gatearon lo suficiente en su etapa correspondiente.
Desarrolla sus habilidades motoras y de coordinación

Cuando gatea su cerebro hace conexiones de un hemisferio cerebral a otro y así crea rutas de información que le permiten preparar todo el campo neurológico para desarrollar otras habilidades cognitivas-habilidades de pensamiento e intelectuales-
Así logra controlar su cuerpo

Logra armonía, simetría y comienza a fortalecer su columna vertebral, sus extremidades, su cuello, su espalda y sus articulaciones, adquiriendo la flexibilidad adecuada para los movimientos que intentará al caminar.
Desarrolla el patrón cruzado

Esto implica que logrará la armonía suficiente para que su brazo derecho se sincronice con el pie izquierdo en el desplazamiento corporal además de lograr que el eje de sus caderas y sus hombros estén en equilibrio.
Aprende a calcular distancias

Con el gateo aprende a conquistar su entorno ya que desarrollando la coordinación encuentra la forma de no chocar con la pared o con la puerta porque la cabeza siempre irá por delante en la posición de gateo.
Está listo para separarse

Es una fase en la que logra sus primeros acercamientos a la autonomía y aunque seguro no te pierde de vista, el hecho de explorar todo el terreno fomenta en él las bases de seguridad en el desarrollo de su personalidad.
Puede ubicar perfectamente las partes de su cuerpo

Cuando logra regular el equilibrio, le es más fácil encontrar cada parte de su cuerpo desarrollando lo que los pediatras marcan como el sistema propioceptivo.
Prepara para la etapa de lecto-escritura

Cuando gatea, su maduración motriz se acelera y se ve reflejada en la sensibilidad de las palmas donde se establecen bases sólidas para la motricidad gruesa y fina necesarias para la fase de aprendizaje de la lecto-escritura.