Dicen que los bebés vienen con un pan debajo del brazo, lo cual al menos en mi caso fue cierto, pero también traen una serie de gastos imprevistos que pueden acabar con el pan y el resto del presupuesto familiar en un dos por tres. Para que no te pase, aquí tienes los más importantes.
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Las cuentas extra del parto
Aunque tengas seguro médico, es muy posible que el hospital te envíe las cuentas de gastos extras que no estaban cubiertos. Prepárate y revisa bien qué y qué no incluye tu poliza.
Los co-pagos del pediatra
Los bebés se enferman mucho más de lo que te imaginas y tú también te vas a asustar más de lo previsto. Prepárate para gastos imprevistos en co-pagos y medicinas.
Aumento en los seguros
El seguro médico sin duda va a aumentar con un miembro nuevo de la familia.
La ropa del bebé
Los bebés crecen mucho más rápido de lo que te imaginas. Vas a gastar más de lo que piensas.
Y hasta tu propia ropa
Tu cuerpo va a cambiar, incluso si recuperas tu peso. Si amamantas también tendrás otros requerimientos de ropa. Prepárate para comprar ropa nueva para ti.
Más gastos de servicios públicos
Parece mentira que alguien tan pequeño altere la rutina del hogar de una manera tan importante, pero lo hará y si es verano querrás que no pase calor, y si es invierno que no pase frío. Los gastos de los servicios aumentarán sin duda.
Juguetes y otros accesorios
Aunque jures y perjures que no te vas a volver loca comprándole cosas al bebé, estoy segura de que vas a caer en la tentación de comprarle cosita tras cosita. ¡Es que los juguetitos son tan lindos!
Pañales
Los pañales son carísimos y los bebés usan más de lo que te puedes imaginar.
La comida para el bebé
La comida para bebé es bastante costosa, en especial si no estás amamantando. La fórmula es realmente cara.
El costo de tener menos tiempo
Aunque no vas a tener mucho tiempo para ti, la falta de sueño y el estrés van a provocar que te quieras dar más de un consentimiento.
